La alta cocina apuesta por las conservas, que han dejado de ser el patito feo de la gastronomía española para convertirse en platos excepcionales. La amplia variedad y calidad que presentan hacen que los más famosos cocineros las tengan presentes en sus mesas. Y no será por falta de materia prima. España cuenta con el privilegio de tener unos productos de matrícula de honor.
EL LOMO Y EL COGOTE LAMINADO DE BONITO DEL NORTE DON BOCARTE SON UN EXCLUSIVO BOCADO DE LUJO. UNAS JOYAS DE LA GASTRONOMÍA.
Una de las marcas más renombradas es Don Bocarte, que, a través de Conservas Selección Santoñesa, cumple a rajatabla con los requisitos que exige su prestigio, piezas hermosas y de excelente calidad capturadas en el norte de España, manipulación a mano inmediata, según las más sabias tradiciones conserveras; curación de seis meses y producción limitada. Sus productos, siempre de primera calidad, son elaborados mediante métodos artesanales para garantizar un resultado excelente y exquisito al paladar.
Para la elaboración del cogote y del lomo laminado de bonito del norte, Don Bocarte parte del bonito del norte fresco (nunca congelado, ya que, en este caso, su textura sería arenosa), comprado en las lonjas del norte de España, principalmente en la de Santoña, en los meses de julio, agosto y septiembre, que es la época en la que el bonito es más rico en materia grasa. El bonito es el rey de los pescados de verano. Su carne blanca y firme tiene un gusto delicioso y admite un sinfín de preparaciones.
Durante el proceso de elaboración, Don Bocarte selecciona las distintas partes del bonito (cogote, ventresca, tronco, cola o lomo blanco), dando a cada una de ellas distintos tipos de cocción, así como los grados de temperatura y salinidad adecuados, consiguiendo, de esta manera, un tratamiento muy específico para cada una de las partes, lo que contribuye a realzar las características más representativas de las mismas.
Una vez conseguidas las cocciones adecuadas, y llegado el momento del empaque, el cogote y el lomo blanco laminado se cortan con cuchillo a la contra para que las láminas estén más sueltas y tengan una mejor infiltración de aceite y, por tanto, resulte un producto más jugoso.
En definitiva, un producto de calidad superior, único, enlatado por unas manos expertas que, además, constituye una rica fuente de proteínas y aminoácidos, que tienen en el aceite de oliva virgen que les acompaña el ingrediente secreto.
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