Sabores únicos del mundo
El mundo del vino es vasto y fascinante, y tiene la capacidad, a través de un sorbo, de transportarnos a lugares lejanos y evocar grandes y pequeñas historias. Fuera de los viñedos y vinos españoles encontramos a lo largo y ancho del planeta un sinfín de ejemplos cada uno reflejo de la historia y de la cultura de su lugar de origen.
Los vinos del Viejo Mundo -Europa- están arraigados en su historia, su tradición y en el concepto del terroir, o el terruño, entendiéndose este como el conjunto de suelo, exposición y clima, que otorgan a cada vino su individualidad y lo diferencian de cualquier otro. Nos encontramos en la cuna de vinos legendarios que han pasado a la memoria colectiva y han servido de modelo a generaciones de elaboradores.
Portugal es famoso especialmente por sus Oportos, vinos fortificados (se les añade aguardiente durante la elaboración). Ruby, Tawny, Vintage, Colheita, blancos envejecidos etc… son algunos ejemplos de sus variados tipos. También destacan los vinos del Douro, elaborados con tinta roriz -nuestra tempranillo- o touriga nacional entre otras variadades de uva.
Francia, cuna de algunos de los vinos más prestigiosos del mundo, ofrece una diversidad impresionante. En Burdeos, encontramos lugares icónicos como Saint-Émilion, y sus elegantes tintos basados en merlot y cabernet franc. También los vinos de Sauternes, dulces y aromáticos, elaborados con uvas semillon afectadas por la podredumbre noble. La Provenza es conocida por sus rosados de color pálido, refrescantes y frutales, ideales para el verano. En Borgoña, la pinot noir y el chardonnay brillan, siendo la zona de Chablis un referente mundial para los vinos blancos por su carácter fresco, mineral y untuoso. Del Ródano destacaremos Châteauneuf-du-Pape, donde la mezcla de garnacha, syrah y monastrell da lugar a sus emblemáticos tintos intensos, a la vez afrutados y especiados. En el extremo nordeste, Alsacia ofrece blancos muy aromáticos con uvas riesling y gewürztraminer entre otras.
En Alemania, la uva riesling es la estrella indiscutible. La viticultura es complicada. El clima frío hace que las uvas, de vides plantadas en los emplazamientos mas soleados y menos expuestos al viento, las heladas y las lluvias, maduren lentamente hasta alcanzar un equilibrio perfecto entre acidez y dulzor. La tradición alemana plantea que cuanto más madura la uva, mayor será la calidad del vino.
Italia ofrece una gran diversidad de estilos vinícolas. En el Piamonte, el Barolo se corona como el rey de los vinos, elaborado principalmente con la variedad nebbiolo, y conocido por su complejidad y capacidad de envejecimiento. En la región del Véneto, el Amarone de la Valpolicella, que se elabora con uvas secadas al sol, ofrece un perfil rico y concentrado, con notas de frutas secas y especias. Espumosos como el Prosecco y Trento DOC son admirados por su frescura y burbujas vivaces, ideales para celebraciones.
En Hungría se producen el vino dulce más codiciado del mundo desde la época de Luis XIV, el Tokaji, famoso por su dulzura y su frescor. Los vendimiadores tradicionalmente recogían la uva en cestas llamadas puttonyos, lo que acabó convirtiéndose en un sistema de clasificación del vino, a más puttonyos, más dulce y concentrado será. Se elabora a partir de uvas afectadas por la botrytis cinerea, lo que le confiere una complejidad única y lo convierte en un vino sin parangón. .
Los vinos del Nuevo Mundo, con un peso histórico más ligero en cuanto a tradición se permiten en ocasiones un enfoque distinto de elaboración, donde se combinan innovación y la búsqueda de una identidad propia y característica. Las variedades de uva procedentes de Europa encuentran aquí nuevas formas de expresión y abren un increíble abanico de posibilidades.
Es en California donde se produce el 80% del vino de los Estados Unidos. Con su clima indulgente y soleado todo el año, y su geografía salpicada de fértiles valles entre el Pacífico y Sierra Nevada, es un lugar perfecto para la elaboración de vinos intensos y afrutados. El chardonnay alcanza una maduración mucho más plena que en Borgoña, adquiriendo notas a manzana madura y frutas tropicales, y una textura cremosa. La zinfandel, muy típica de allí, produce vinos profundamente aromáticos, suaves y frutales.
Argentina es conocida por sus excepcionales vinos de uva malbec. Procedente de Francia esta variedad ha encontrado su lugar en la región de Mendoza, en la falda de la cordillera de Los Andes. Una zona muy soleada que recibe el agua del deshielo, donde la gran altitud y el clima seco permiten obtener uvas concentradas y aromáticas. Mendoza se ha convertido en un referente mundial para este varietal, ofreciendo tintos vigorosos y elegantes.
En Chile, se da una mágica conjunción, la de la tradición y la técnica bordelesas con unas condiciones geográficas y climáticas -a orillas del Pacífico y a la sombra de los Andes- ideales para el cultivo de la vid. El Valle de Colchagua es famoso por sus tintos potentes y aromáticos, especialmente a base de cabernet sauvignon y carmenere.
Australia por enorme tamaño, y su clima, seco y cálido, pero diverso, es uno de los países productores más versátiles del planeta. La ausencia de estrictas reglamentaciones tradicionales ha hecho que los elaboradores experimenten con una gran variedad de cepas y métodos de elaboración. Sus vinos, distintivos y característicos, habitualmente priman los matices vivos y afrutados provenientes de la uva. A la syrah francesa allí la llaman shiraz para distinguir su carácter exuberante y diferenciador.
En Nueva Zelanda, por su localización, al sur del Pacífico podemos encontrar regiones semitropicales o zonas muy expuestas a vientos fríos procedentes de la Antártida. Aquí la reina es la sauvignon blanc, que procedente del valle del Loira en Francia, ha encontrado en Marlborough un paraíso, donde desarrolla aromas mucho más plenos, intensos y afrutados, acompañados de una refrescante y deliciosa acidez.
Sudáfrica se describe a menudo como el punto de encuentro entre el Nuevo y el Viejo Mundo. Con un clima entre fresco y mediterráneo, en la región de Stellenbosch, encontramos un lugar perfecto para la elaboración tanto de monovarietales modernos como de vinos de mezcla al estilo francés. Los vinos de mezcla GSM -garnacha, monastrell y syrah- al estilo del Ródano están llamando la atención de críticos y especialistas en los últimosa años. La chenin blanc madura de manera distinta aquí que en el Loira produciendo vinos florales y afrutados, de paladar graso. La pinotage, cruce local de pinot noir y cinsault, da vinos concentrados.
China ha comenzado a hacerse un nombre en el mundo del vino, con regiones emergentes como Shandong, Ningxia y Xinjiang. Aunque la producción de vino es relativamente nueva en comparación con las tradiciones europeas, el país ha invertido significativamente en tecnología y viticultura. Los vinos chinos están ganando reconocimiento internacional, especialmente los elaborados con variedades como cabernet sauvignon y cabernet gernischt.
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