¿Cuándo hacer el cambio de la cuna a la cama grande?

La habitación del niño. Algunas recomendaciones
Los primeros meses de vida el niño suele dormir en la habitación de los padres pues durante estas primeras semanas además lo podrá hacer en el capazo.
El primer traslado del bebé será a partir de los seis o siete meses de vida que será cuando se le lleve a su propia habitación. Dormirá en la cuna que podrá ser de madera o de metal. Los barrotes no deben estar muy separados entre sí, simplemente un máximo de seis centímetros para evitar que este meta la cabeza entre ellos y pueda llegar a asfixiarse. El colchón, por su parte, deberá ser duro y las sábanas no tienen que estar tirantes. Bastará con que no tengan arrugas y estén bien estiradas. No debe haber almohada ni juguetes blandos dentro de la cuna.
En cuanto a la postura del bebé para dormir lo más recomendable es acostarle boca arriba.
En cuanto a la decoración de la habitación: se debe evitar el exceso de muñecos de peluche, libros y todo aquello que acumule polvo y ácaros especialmente si hay antecedentes familiares de asma o rinitis alérgica.
Asimismo, sería bueno contar también con un vigilabebés el aparato que te va a permitir desde otra zona de la casa oír e incluso ver a tu bebé en su habitación ya que algunos de estos modelos cuentan con cámara de vigilancia para bebés. Estos aparatos suelen ser bastante útiles si se emplean como una ayuda más. Eso sí, hay que tener en cuenta que estos jamás deberán utilizarse como sustituto de la vigilancia de los progenitores.
¿Y la temperatura de la habitación? Esta debería estar en torno a los 20-21ºC, es decir, una temperatura agradable para los adultos, pero que no es muy alta.
Tampoco se deberá dejar que el bebé se caliente demasiado, y hay que mantener la cabeza sin cubrir. Para comprobar si está demasiado caliente hay que ver si suda o palparle el vientre. No hay que preocuparse si las manos o los pies de los bebés están demasiado fríos ya que es algo bastante normal.
No se debe dejar nunca que alguien fume en la habitación de los niños, y no se debe dormir con el pequeño en el sofá. Hay que tener en cuenta que el lugar más seguro para que duerman los bebés y niños es en la cuna hasta los seis primeros meses junto a los padres para después pasarle a su habitación, y en la cama a partir ya de los 19 meses aproximadamente.
El paso de la cuna a la cama grande se suele hacer alrededor de los dos años (bebé de 25 meses), pero es cierto que no hay una edad establecida. Por algunos motivos en concreto como lo es por ejemplo la llegada de un nuevo miembro a la familia sí habría que adelantar ese paso de “chico mayor”.
El bebé pasa a dormir a una cama grande
El paso de la cuna a la cama grande, dependerá de cada familia y cada situación, aunque normalmente es entre los 18 meses de edad y los 3 años de vida (bebé de 32 meses) es cuando los padres deciden que estos deben dormir ya en una cama grande.
Lo más común es que cuando se hace demasiado pronto sea porque va a nacer el hermanito o la hermanita o simplemente porque la cuna se le ha quedado ya bastante pequeña. Todavía cabe, pero no está tan cómodo como antes. Quizás ya sea hora de hacer el cambio ¿no? Los niños crecen demasiado rápido.
El problema es que muchas veces son los propios padres quienes consideran que ya es hora de hacer el cambio, pero hay otras en las que es el propio niño el que manifiesta por sí mismo que ya está lo suficientemente preparado como para “dar el gran paso”.
Los niños con hermanos mayores son los que normalmente por cuenta propia dan ese paso antes, alrededor de los dos años (bebé de 23 meses) por el simple afán de imitar a sus hermanos y sentirse tan mayores como ellos. Y aunque en muchas ocasiones los padres tengan que precipitarse con el cambio porque llega un hermanito o una hermanita se debe intentar evitar que coincida con el nacimiento exactamente.
El cambio se puede hacer unos meses antes para que no interprete dicho cambio con la llegada del nuevo bebé. Esto podría causarle celos o envidia.
Y otras veces, por ejemplo, son los propios padres y las propias madres quienes aceleran este proceso porque así lo desean, pero es que quizás el niño no esté todavía lo suficientemente preparado.
A veces incluso lo hacen por una cuestión de seguridad y es que temen que salte la barandilla, pero si este todavía no está preparado para dormir en una cama será mucho más peligroso pasarle a la cama grande. En este caso lo ideal será bajar el colchón de la cuna lo máximo posible dejando que las barandillas queden lo suficientemente altas.
¿Cómo elegir la primera cama para el niño?
No, no existe una cama ideal por lo que la mejor será la que se adapte al crecimiento del niño y al espacio disponible de la habitación.
Algunos consejos a la hora de elegir la cama del niño:
- La cama no debe tener esquinas puntiagudas que puedan hacer daño al niño
- El cabecero ha de ser lo más sencillo posible evitando en la medida de lo posible los barrotes
- Entre la cama y el colchón no deben quedar espacios donde el niño pueda meter una mano o un pie
- La cama tampoco ha de ser demasiado alta para evitar posibles caídas
- Por último, se debe colocar una barandilla en uno o dos de los laterales de la cama para que el niño no pueda caerse por los lados.
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Fuentes:
Guía completa de seguridad para padres, AEP. Dr. Mateu Sancho, Ed. MC Ediciones.
Nieto, Marianela; Hernández, Manuela (2009), Ya estoy en casa. Preguntas y respuestas clave para el cuidado del bebé. Eduforma.
AEPED.
AEP EnFamilia, “Seguridad en la cuna”

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