Hidratantes en gel, fluido y bruma: las tres texturas más apetecibles para una piel suave y jugosa bajo el sol
No hay mayor placer mayor, ni más sencillo, que un vaso de agua fresca cuando el calor aprieta. Tanto en ambientes húmedos como secos, el es el mejor remedio para reconfortar y refrescar el organismo y devolverle la tasa de hidratación óptima que el exceso de temperatura le ha arrebatado. La sensación de confort al hidratarnos desde el interior se nota especialmente en la piel, nuestro órgano más extenso y expuesto a los factores ambientales. El agua nos colma de bienestar reponiendo la humedad que hemos perdido a través del sudor.
Así como mantenernos hidratados desde el interior, el cuidado profundo de la piel no estará completo sin una rutina cosmética enfocada a la hidratación desde el exterior. Y es que menospreciar la vital importancia de la hidratación es uno de los errores más comunes que cometemos en el cuidado de la piel. Utilizamos ácidos, vitaminas, sueros con todo tipo de activos sofisticados y extraordinarios, pero a menudo olvidamos la hidratación, un gesto fundamental para que la piel esté suave, flexible y saludable. Además del sol, el viento y el calor, “el uso diario de jabones desgasta la barrera natural de protección de la piel. Dada la práctica occidental del baño diario es fundamental reponer los lípidos y ceramidas para restaurar esta barrera de protección”, explica Paola Gugliotta, master en Genética por la Universidad de Harvard y Directora de Estrategia y Desarrollo de The Today Project. Especialmente en verano, época en que la piel está más expuesta al sol, el cloro del agua de las piscinas, el salitre del mar y el viento.
Activos cosméticos como el ácido hialurónico, el escualeno, la glicerina, los extractos de algas, las ceramidas y el pantenol son algunas de las referencias que ofrecen mejores garantías a nivel de hidratación. En cuanto a la fórmula idónea, todo depende de cada necesidad y tipo de piel. Ahora en verano, las texturas en gel, en fluido y en bruma se presentan como las más apetecibles y confortables para colmar la tasa de humedad de la piel en fórmulas ligeras, que no se sienten pesadas y que se absorben rápidamente con una agradable sensación de frescor. Un truco sensorial que siempre funciona es mantener el producto en la nevera hasta el momento de la aplicación, para lograr una sensación de frescor intensa. Se recomienda aplicar la fórmula hidratante sobre la piel limpia dos veces al día. Y, por la mañana, finalizar la rutina con un protector solar de amplio espectro.
Nuestra selección de hidratantes en gel, fluido y bruma
01.
Gel Aqua Réotier, de L'Occitane en Provence
Este gel ultra hidratante tiene una textura fresca y sin efecto graso que hidrata y suaviza la piel durante todo el día. Es perfecto para pieles mixtas con tendencia a grasa. La fórmula contiene ácido hialurónico y está enriquecida con agua del manantial Réotier. Un cóctel de hidratación que revitaliza y sublima la piel de manera inmediata con un velo sedoso. Además, a medio plazo, la rellena desde el interior haciendo que se vea más jugosa y turgente, con mayor densidad.
02.
Bruma Blockâge Beauty Infusion, de Anne Möller
Formulada como una infusión reconfortante, esta bruma hidrata y refresca. Contiene ácido hialurónico de bajo peso molecular, un postbiótico marino, extracto de alga salicornia y agua de mar, rica en minerales beneficiosos para la piel. Además, tiene filtros que protegen de la polución y los rayos solares UVB, UVA e IR y la luz azul que emiten las pantallas. Puede aplicarse sobre la piel limpia como primer paso de la rutina diaria o pulverizarse en cualquier momento del día para refrescar la piel.
03.
Fluido Hydra Zen Glow, de Lancôme
El estrés, tanto emocional como ambiental, es un factor que acentúa la pérdida de hidratación de nuestro organismo. Activos como los aminoácidos, el aloe vera, el ácido hialurónico y el extracto de rosa calman y aportan hidratación mantenida en el tiempo. Esta fórmula líquida y fresca es una opción ideal de hidratación para millennials, porque es fácil de aplicar, alivia la sensación de molestia de la piel estresada y aporta una luminosidad radiante. A largo plazo, incluso, atenúa las finas líneas de expresión causadas por la deshidratación.
04.
Gel SPF30 Bright Boost, de Neutrogena
La Neoglucosamina, un prestigioso ingrediente científicamente probado que estimula la renovación celular natural de la superficie de la piel de manera suave, es el ingrediente distintivo de este gel. Así, al ayudar a retirar las células muertas, deja la piel visiblemente saludable y más luminosa. Completan la fórmula un cóctel de antioxidantes, vitamina C y E, y protección UVA/UVB SPF 30 de amplio espectro, lo que lo convierte en una opción ideal como crema de día de verano para las pieles apagadas, opacas, con manchas y poca vitalidad.
05.
Bruma Eau Florale, de Sisley
Enriquecida con extractos botánicos naturales, Eau Florale es una bruma refrescante ideal para hidratar y tonificar la piel en cualquier momento del día. Extractos de aciano calmante, hamamelis reparador, rosa suavizante y azahar tonificante son las principales flores y plantas presentes en la fórmula. Su formato es perfecto para llevarlo en el bolso y reaplicarlo en el trabajo, en la playa o al viajar en tren o en avión para refrescar la piel de forma inmediata y fijar el maquillaje. No contiene alcohol, por lo que es apta para pieles sensibles.
06.
Fluido iluminador Camelia Water Cream, de Chanel
Inspirada en el resplandor de la luz sobre el agua, la fórmula de este fluido ilumina la tez con un resultado muy natural. Contiene agua floral de camelia blanca que aporta frescor, rellena y unifica, dejando la piel perfectamente preparada para la aplicación del maquillaje. Al instante, envuelve la piel con un velo de frescor, proporciona un confort intenso, protege, suaviza y unifica la tez. A medio plazo, alisa las líneas de expresión y reduce el aspecto visible de los poros. Aplicada como último paso de la rutina de la mañana, facilita la aplicación del fondo de maquillaje e intensifica la luminosidad.
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