7 ideas de cocina divertida para los más pequeños
Aunque la necesidad de pasar todo el día en el hogar puede ser todo un reto para las familias con niños, los más pequeños tienen una extraordinaria capacidad de adaptación a cualquier situación nueva que se ponga por delante. Es importante mantener una rutina dentro de casa con un horario dedicado a los estudios y los deberes, pero también hay que cuidar el tiempo de ocio.
Los niños son pequeños terremotos llenos de energía que necesitan estar ocupados con actividades diferentes. Echarán de menos salir a jugar al parque y ver a sus amigos, pero también se lo pueden pasar en grande compartiendo actividades con toda la familia. Es el momento de ponerse el delantal y descubrir que la cocina también puede ser muy divertida, y muy didáctica.
Para demostrarlo, a continuación sugerimos un montón de ideas originales que todos podemos poner en práctica en nuestra casa, sea cual sea la edad de nuestros hijos.
Desayunos divertidos (y nutritivos)
Ahora ya no hay excusas de falta de tiempo para desayunar bien en casa y arrancar el día llenos de energía. Para que no se haga aburrido, podemos preparar desayunos diferentes y más especiales, dejando que ellos colaboren.
Con una gofrera eléctrica es facilísimo disfrutar de ricos gofres recién hechos cada mañana, y podéis hacerlos más nutritivos con harina integral e incluso en versiones saladas. Lleva a la mesa una buena variedad de frutas, yogur, queso o frutos secos, y deja que ellos se monten su plato eligiendo sus ingredientes favoritos.
¡Manos en la masa!
En la cocina a veces hay que mancharse un poco, y no hay que guste más a los niños. Una actividad muy divertida y perfecta para pasar una tarde en familia es la de preparar alguna masa juntos que implique meter las manos en harina, como el pan o, mejor aún, la pizza casera.
Ellos pueden ayudar a mezclar, amasar, estirar y darle la forma que quieran, por ejemplo haciendo mini pizzas individuales que pueden coronar con sus ingredientes favoritos. Con un poco de imaginación y el menaje adecuado podéis crear pizzas con caras de monstruitos, animales o cualquier personaje que se les ocurra.
La merienda (o la cena) es cosa de niños
Después de hacer los deberes llega el momento de la merienda, y puede transformarse en un juego si son los niños los que la preparan. Dales ideas variadas y deja que ellos elijan lo que más les apetece, aprendiendo al mismo tiempo el valor de comer sano. Ahora que tenemos tiempo en casa, es el momento de olvidar los bollos comerciales y preparar una merienda nutritiva.
Los sándwiches y tostadas son una gran opción que los niños pueden hacer ellos solos. Si son muy pequeños, tuesta tú el pan y corta los ingredientes, o selecciona alimentos más fáciles que ellos puedan preparar con sus cubiertos especiales para niños, como un queso tierno, tomate y lechuga, fruta blanda, etc. Los más mayores pueden usar solos, bajo supervisión, la sandwichera, y convertir su creación también en una cena fácil.
Cine en casa
Quedarse en casa no quiere decir que no podamos disfrutar de una gran sesión de cine en familia. Deja que los niños decidan qué les apetece ver (pueden turnarse para escoger su película favorita en días diferentes) y prepara bien el ambiente aprovechando todas las posibilidades que ofrece la tecnología de casa, con el sonido envolvente del Home Cinema y apagando las luces.
Y que no falten las palomitas! Con un palomitero es facilísimo disfrutar de palomitas caseras recién hechas mucho más saludables que las comerciales, y puedes darle tu toque con sabores diferentes, por ejemplo añadiendo canela y vainilla. Son tan fáciles de usar que los niños pueden aprender a hacerlas ellos solos, y si sobran, las podéis reaprovechar en ensaladas o tomar como picoteo.
Los fines de semana pueden seguir siendo especiales si nos damos el capricho de montar una especie de autocine en el salón, al estilo americano. Con una buena bandeja de perritos calientes o mini hamburguesas, las palomitas y un helado casero de postre, estaremos mejor que muchas salas de cine.
Manualidades muy dulces
Las actividades con las manos permiten a los niños desarrollar habilidades mecánicas y desarrollar y estimular su creatividad, así como su concentración. ¿Qué mejor que una manualidad comestible? Con masas de galletas (dulces o saladas), mini dónuts, cupcakes o magdalenas y los moldes adecuados, los niños podrán dejar volar su imaginación dándoles las formas que prefieran y decorándolos de mil formas diferentes.
Las máquinas eléctricas de repostería son tan fáciles de usar que apenas os llevará tiempo elaborar las masas al gusto. Un proyecto muy divertido son las populares bizcobolas o “cake pops”; solo hay que desmenuzar con las manos una masa de bizcocho o magdalena, mezclarla con queso crema y formar bolitas con las manos. Después se ensartan en palitos y se bañan en chocolate fundido para decorarlas al gusto.
Redescubriendo las frutas y verduras
Para animarles a comer más fruta y vegetales no hay nada mejor que un buen batido o smoothie recién hecho. También los más pequeños pueden participar echando ellos los ingredientes ya pelados en el vaso de la batidora. Les suele fascinar ver cómo todo se transforma como por arte de magia en un batido perfecto sin grumos en cuestión de segundos y tendrán curiosidad por probarlo.
Anímales a que experimenten creando sus propias recetas con la batidora, dándole sugerencias de ingredientes nutritivos, también alguna verdura como zanahorias o unas hojas de espinaca fresca. Incluso pueden hacer su propio batido de chocolate saludable con cacao sin azúcar, aprovechando el dulzor natural de frutas como el plátano.
Otra idea que les encantará es la de poner en marcha una fondue o fuente de chocolate fundido para mojar brochetas de fruta fresca. Como capricho ocasional, por ejemplo para celebrar que llega el fin de semana, es una deliciosa actividad para salir de la rutina en la merienda o un postre especial.
La cocina como escuela divertida
¡Cocinando también se aprende! Animar a los peques a participar en la preparación de nuestros menús no solo es una forma de que den sus primeros pasos entre fogones, también pueden enriquecer sus conocimientos en muchos ámbitos.
Ahora pueden descubrir qué hay detrás de sus comidas favoritas, por ejemplo recuperando algo tan sencillo como la elaboración de yogur casero. Podemos contarles que era algo que antiguamente se hacía en todas las casas, cuando apenas existían los supermercados, explicándoles también de dónde viene la leche. También aprenderán ciencia aprendiendo por qué fermenta el yogur y cómo es una forma parecida para preparar queso.
Podemos completar la comida con un cuento o una película relacionada, o al revés, animarles a cocinar algo que hayan visto en sus dibujos preferidos. Los espaguetis de La Dama y el Vagabundo, el ratatouille de la simpática película de Pixar… La cocina también es una forma de viajar por el mundo sin salir de casa, explicándoles de dónde es tradicional cada plato (las fajitas de México, el curry de la India, la pizza de Italia…) y otras curiosidades.
Y ahora que llega la Semana Santa, podemos celebrarlo en casa manteniendo las tradiciones, como hacer las imprescindibles torrijas. Así pueden aprender que era una manera de reaprovechar el pan duro, y que ahora podemos recuperar para enseñarles a evitar el desperdicio de alimentos.
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