Relojería para principiantes: 10 firmas y su historia
El mundo de la relojería es enorme. No podemos decir que es infinito… pero casi. Solo en Suiza, país que vive al compás del tic-toc de las manijas de estas joyas, hay más de 350 marcas que producen más de 20 millones de relojes al año… y eso es solo algo más del 2% del total de todos los relojes fabricados en el mundo. Alemania, Japón, Francia e Italia son otras de las potencias mundiales en este sector. Estados Unidos también se lleva un importante trozo del pastel relojero, gracias a una marca tecnológica: Apple es la creadora del reloj más vendido en el mundo en los últimos años, el Apple Watch.
¿Cómo empezar en el apasionante mundo de las marcas relojeras? Pues como empiezan muchas grandes historias, con un paseo por El Corte Inglés. Aquí encontrarás las mejores firmas con piezas de lujo para todos los presupuestos. Hemos seleccionado 10 marcas para que puedas tanto conocer su historia como apreciar la belleza de sus creaciones.
TAG-Heuer
Fundada en 1860 por Edouard Heuer en St-Imier, Suiza, Heuer (más tarde, TAG Heuer) tardó poco más de un siglo en encontrar su nicho relojero: cronógrafos con caja de acero orientados al deporte que definieron una época y que, desde entonces, se han convertido en un símbolo. La historia de esta marca suiza está llena de hitos. Al estallar la Primera Guerra Mundial, la empresa familiar ya ofrecía cronógrafos de pulsera y en 1916 lanzó un cronómetro capaz de medir hasta 1/100 de segundo. En 1962, un cronómetro Heuer se convirtió en el primer reloj de fabricación suiza que entró en órbita cuando John Glenn lo llevó en el primer vuelo espacial tripulado de los Estados Unidos.
Desde la década de 1960, esta marca ha estado presente en la pista de todos los eventos de deportes de motor más importantes del planeta, y la mayoría de sus relojes celebran ese legado de una forma u otra.
Montblanc
La historia del origen de Montblanc comenzó en 1906, cuando un diseñador de Berlín llamado August Eberstein, en colaboración con un banquero de Hamburgo, Alfred Nehemias, desarrollaron una gama de estilográficas fáciles de usar. La pluma simplicissimus es un diseño de pluma que incluye un depósito de tinta integrado. ¿Qué hacemos hablando de plumas en un tema de relojes?
No ha sido un camino fácil para Montblanc superar la imagen del fabricante de plumas de lujo que intenta hacer creer al mundo de la relojería que sus relojes son otra cosa que accesorios decorativos para acompañar a sus instrumentos de escritura.
En 1997 se fundó Montblanc Montre S. A. en Le Locle, Suiza. Los modelos con esferas negras y cajas de oro que recordaban a los lujosos artículos de escritura del fabricante fueron algunos de los primeros en salir al mercado antes de que Montblanc creara otros relojes, ya con personalidad propia, incluida una variada gama de relojes femeninos equipados con movimientos de cuarzo.
En 2006, Montblanc adquirió la empresa relojera Minerva, con sede en Villeret, y fue allí donde la marca se centró en la creación de relojes de pulsera de alta relojería de excepcional belleza. Minerva se hizo famosa por sus excepcionales movimientos de cronógrafo, como el Monopusher y los modelos con tourbillon, que Montblanc ha ampliado desde que se hizo con su propiedad.
Perrelet
¿Por qué los relojes de pulsera no tienen pilas? La cupla la tiene un señor llamado Abraham-Louis Perrelet nacido en Suiza en 1729. Este talentoso relojero es considerado el inventor del movimiento de cuerda automática, un ingenio que permite al reloj auto recargarse de energía para seguir funcionando. Su nieto, Louis-Frédéric Perrelet, nacido en 1781, fue nombrado relojero del rey de Francia. En 1815 expuso su reloj astronómico tres años después de diseñarlo y lo exhibió en la Exposición Universal. Más de una década después, solicitó la patente de su "contador cronógrafo”.
Sí, Perrelet es un apellido insigne dentro del mundo de la relojería, Pero no fue hasta 1995 cuando se relanzó la marca de relojes Perrelet. Cuando resurgió, rindió homenaje a su fundador y a su labor pionera en el desarrollo del mecanismo de cuerda automática. Para celebrar este renacimiento, la empresa lanzó el Perrelet Double Rotor equipado con un solo rotor en el lado de la esfera y un segundo debajo. Permitía al usuario ver el mecanismo en movimiento a través de la parte frontal del reloj, mientras que el diseño del doble rotor aumentaba el rendimiento.
El mecanismo de doble rotor se encuentra en dos de las líneas más populares de Perellet hasta la fecha, la colección Titanium y la colección Classic. Todos los relojes Perrelet tienen en común un movimiento automático (adornado con la inconfundible decoración "tapiz" de la marca y una tapa de cristal) y una correa estriada con un cierre desplegable coordinado.
Rado
Rado es otra marca suiza, pero no es como las demás marcas suizas. La relojería suiza tiene en la tradición su principal argumento. Firmas con cientos de años de antigüedad, familias al mando desde hace varias generaciones y manufacturas levantadas en pleno siglo XIX son rasgos comunes en la industria. Sin embargo, Rado se sale de este guion y sobresale por sus relojes poco convencionales. Una apuesta por las formas arriesgadas que en las últimas décadas viene acompañada del revolucionario uso de la cerámica.
Rado fue fundada en 1917 bajo el nombre de Schlup &Co. por los hermanos Fritz, Ernst y Werner Schlup. Los hermanos convirtieron parte de la casa de sus padres en una fábrica de relojes y, aunque lentamente al principio, crecieron y desarrollaron su negocio. Su éxito fue evidente y al final de la Segunda Guerra Mundial, Schlup & Co. se había convertido en uno de los mayores productores de movimientos de relojes del mundo.
El primer gran éxito de la marca fue la colección Golden Horse de 1957. La nueva colección fue una de las primeras en salir bajo el nombre de Rado. Siguiendo sus pasos, en 1958 se lanzó la colección Green Horse. Fue el primer modelo que Rado promocionó por su resistencia al agua. Ambas colecciones fueron pioneras en un detalle que se ha visto en todos los modelos automáticos posteriores: el símbolo del ancla móvil en la esfera. La década de 1950 también trajo consigo el éxito internacional, ya que la marca se expandió por todo el mundo y llegó a más de 61 países.
El lanzamiento del DiaStar 1 en 1962 marcó el inicio de una nueva era para Rado. Este robusto modelo combinaba materiales de vanguardia con un diseño moderno. La marca fue pionera en el uso de metal duro y cristal de zafiro, lo que convirtió al DiaStar 1 en el primer reloj Rado resistente a los arañazos. Esto sentó el precedente para todos los futuros diseños de Rado e inició una tradición que ha continuado durante casi 60 años.
A lo largo de las dos décadas siguientes, Rado se consolidó como una marca innovadora en el ámbito de los materiales relojeros. En los años 80, la marca presentó el Rado Integral, el primer modelo en utilizar cerámica de alta tecnología, un material que se convirtió en uno de sus productos básicos. El modelo también perfeccionó no sólo el material que ahora es la firma de Rado, sino también su distintivo diseño minimalista.
Frederique Constant
Creada hace sólo 30 años por Peter y Aletta Stas, la marca se ha ganado el reconocimiento internacional por fabricar relojes elegantes con interesantes complicaciones y lujosos a precios razonables. Frederique Constant es también ahora una manufactura consolidada, capaz de producir sus propios movimientos internos en su recientemente ampliada manufactura ginebrina, que van desde los clásicos relojes automáticos, a las emblemáticas piezas de corazón abierto o el ultracomplejo pero aún accesible calendario perpetuo tourbillon.
¿Qué es un tourbillon? El tourbillon (en francés: ‘torbellino’) es un mecanismo de relojería creado en 1795 y patentado en 1801 por el relojero Abraham Louis Breguet para compensar el efecto irregular que produce la gravedad sobre el funcionamiento de los mecanismos del reloj.
Los primeros relojes de la marca se lanzaron en 1992, una colección de seis modelos con movimientos suizos subcontratados. Dos años más tarde, en 1994, el modelo Heart Beat se convirtió en uno de los más emblemáticos de la marca. El volante se mostraba a través de una abertura en la esfera, una estética popular que ahora se copia en toda la industria.
En 2004, el calibre Heart Beat FC 910 se convirtió en el primer movimiento de fabricación propia, estableciendo a la empresa como una manufactura integrada verticalmente. En tres décadas, la marca experimentó una rápida expansión con no menos de 15 movimientos propios (incluidos un tourbillon, un calendario perpetuo y complicaciones de fase lunar), e incluso adquirió Alpina Watches en 2002. Frederique Constant es ahora una filial de Citizen Watch Company tras su adquisición en 2016, junto con Alpina y DeMonaco.
Seiko
A menos que haya estado bajo una roca durante los últimos 100 años, seguro que ha oído hablar de Seiko. Y si ha estado viviendo bajo una roca durante los últimos 100 años, una vez que haya superado toda la nueva tecnología loca que verá a su alrededor, pronto se dará cuenta de por qué una de sus primeras nuevas compras tiene que ser un reloj Seiko.
Seiko es conocida en todo el mundo gracias a su amplia gama de colaboraciones con los medios de comunicación. Arnold Schwarzenegger, Sigourney Weaver y Novak Djokovic han sido vistos con diferentes relojes Seiko a lo largo de la historia de Seiko. También son bien conocidos por su precisión que han sido nombrados como el cronometrador oficial de numerosos eventos deportivos, incluyendo numerosas Copas Mundiales de la FIFA y los Juegos Olímpicos.
Por supuesto, no siempre fue así, Seiko no siempre ha sido una marca mundialmente famosa. Tuvieron unos comienzos humildes y han crecido a lo largo de los años, acumulando algunos grandes logros por el camino.
La historia de Seiko se remonta al siglo XIX. El fundador de Seiko, Kintarō Hattori, se convirtió en aprendiz de un mayorista de artículos diversos a la edad de 11. Cuando tenía sólo 13 años tuvo una idea innovadora: después de ver una relojería cercana se dio cuenta de que una relojería podía ganar dinero no sólo vendiendo relojes, sino también arreglándolos. Fue a trabajar a una relojería para aprender todo lo que pudiera sobre ellos y, en 1881, a la edad de 21 años fundó el negocio que se convertiría en Seiko abriendo una relojería llamada "K. Hattori" en Tokio.
Kintarō Hattori importaba relojes de una casa comercial extranjera de Yokohama para venderlos en su tienda. Entabló una fantástica relación con la casa comercial pagando todas sus facturas a su vencimiento, algo que no era costumbre en aquella época. La gran relación permitió a Kintarō comprar pedidos más grandes y acceder a los productos antes que sus competidores. Con una gama tan amplia de productos nuevos e interesantes, la tienda se hizo increíblemente popular y su negocio creció muy rápidamente.
El nacimiento de la marca de relojes de pulsera Seiko podría no haberse producido de no ser por un golpe de suerte tras un increíble desastre. En 1923, el Gran Terremoto de Kanto asoló Japón y destruyó la fábrica de Seikosha, quemándola hasta los cimientos. Sólo unos días antes, en la fábrica destruida se había terminado un prototipo de vital importancia para una nueva generación de relojes de pulsera. Afortunadamente, pudo ser recuperado de la fábrica.
A pesar del desastre, Kintarō comenzó a reconstruir la empresa casi desde cero. Los envíos de relojes de pared comenzaron de nuevo en el mes de marzo siguiente, algo increíble teniendo en cuenta que toda la planta de fabricación había quedado destruida en el terremoto.
Desde entonces, el crecimiento de esta marca ha sido meteórico. Su mayor logro sea seguramnete la creación del primer reloj de pulsera de cuarzo. Sucedió con el Seiko Astron 35SQ, que salió a la venta en 1969. Seiko anunció con orgullo que "algún día, todos los relojes se fabricarán de esta manera", ¡y tenían razón!
Baume & Mercier
En Baume & Mercier, la excelencia siempre ha presidido la medición del tiempo. Desde su fundación en 1830, la empresa fabrica prestigiosos relojes para hombres y mujeres que desean capturar los momentos importantes de sus vidas.
En la actualidad, Baume & Mercier forma parte del Grupo Richemont y cuenta con una historia de asociaciones de éxito a sus espaldas, por lo que ha construido un rico patrimonio de relojes que revisita en versiones contemporáneas.
La historia de Baume & Mercier comenzó en 1830, cuando los hermanos Louis-Victor y Célestin Baume empezaron a vender relojes en Les Bois, un pueblo del Jura suizo. Los dos hermanos se forjaron una reputación envidiable por sus relojes excepcionales que incorporaban las últimas innovaciones, y la empresa fue viento en popa. Sin alejarse nunca de su lema de "aceptar sólo la perfección y fabricar siempre relojes de la más alta calidad", su negocio creció rápidamente.
En 1998, la firma se unió al grupo Richemont y enriqueció su colección con una serie de modelos de gran éxito, como los relojes Hampton y Linea, que se consolidaron inmediatamente como las líneas insignia de la marca.
En la actualidad, Baume & Mercier ofrece cinco colecciones concebidas para ofrecer la mejor representación posible de la relojería de calidad: Hampton, para relojes de forma destinados tanto a hombres como a mujeres; Capeland, para cronógrafos y relojes Worldtimer; Classima, para quienes sienten predilección por el diseño minimalista; Linea, para mujeres elegantes y dinámicas; y, por último, la nueva colección Clifton, que responde a las expectativas de los urbanitas que buscan un reloj clásico pero actual, de espíritu contemporáneo pero de diseño tradicional.
Longines
Longines es una empresa con una gran historia. Fundada en 1832, el fabricante no ha dejado de cautivar a los entusiastas de la relojería de todo el mundo. La actual colección Longines refleja vivamente el espíritu de la empresa. Además de clásicos modernos con un toque deportivo, Longines también presenta relojes que apuestan por un aire clásico y atemporal.
Algunos de los hitos de su historia son el revolucionario reloj Hour Angle, realizado en colaboración con el pionero de la aviación Lindbergh después de que fuera el primero en cruzar el Atlántico en 1927. Deportivo a la par que elegante, Longines es el cronometrador oficial del Abierto de Francia. La leyenda del tenis Andre Agassi y los actores Kate Winslet y Simon Baker son algunos de los embajadores de la marca Longines.
Auguste Agassiz fundó su empresa en 1832 en la localidad suiza de Saint-Imier, lugar donde aún hoy se encuentra la sede de la empresa. Junto con dos relojeros llamados Raiguel Henri y Florian Morel, Agassiz abrió su relojería y se especializó en una pequeña gama de servicios. En poco tiempo, el nombre Longines adquirió una buena reputación y, en poco tiempo, se convirtieron en piezas muy demandadas.
Las lluvias, los automóviles y el inicio de la aviación: el final del siglo XIX fue testigo del avance de la movilidad. No es de extrañar, sin embargo, que los fabricantes de Longines comenzaran a desarrollar su propio movimiento cronógrafo en 1879. Estos esfuerzos merecieron la pena, ya que Longines cosechó un gran éxito en la medición del tiempo a corto plazo. La empresa había desarrollado los movimientos cronógrafos Longines 13.33ZZ y 13ZN, que hoy en día se consideran calibres clásicos en el campo de la relojería.
El primer reloj colgante mecánico femenino de Longines se presenta en 1903, tres años después del fallecimiento de Francillon. En 1905, Longines fabrica su primer reloj para caballero, que desplaza gradualmente al reloj de bolsillo. Como resultado, Longines se consolidó como fabricante de relojes funcionales y fiables en todo el mundo. Ya sea en Nueva York, Londres o Berlín, los relojes Longines han adquirido fama mundial. En 1945, la célebre empresa lanza su primer reloj de pulsera de cuerda automática, el calibre 22A.
En 1954, Longines desarrolla el primer reloj de cuarzo, que se distingue por su extraordinaria precisión y recibe varios premios del Observatorio. A partir de ese momento, Longines presentó tanto relojes mecánicos como electrónicos, característica que sigue distinguiendo la colección actual de Longines. Además de los tradicionales relojes de cuerda automática y manual, Longines también fabrica relojes de cuarzo deportivos y, por lo tanto, ofrece una variada gama de productos para un amplio abanico de clientes.
Maurice Lacroix
Los mecanismos de lujo y las técnicas relojeras tradicionales suizas se consideran primordiales en el desarrollo de un reloj Maurice Lacroix. La empresa, fundada en 1975, es relativamente joven, a pesar de su saber hacer y su admirable y auténtico enfoque de la relojería. A lo largo de la década de 1990, aportó una contribución indispensable a la relojería mecánica y, desde entonces, ha centrado en ella sus esfuerzos. El año 2003 fue significativo para Maurice Lacroix, ya que marcó un hito importante para la manufactura de Saignelegier. Fue el año en que la marca creó un mecanismo muy complejo llamado Masterpiece Double Rétrograde. El diseño se desarrolló íntegramente en la casa, allanando el camino para el lanzamiento del Masterpiece Lune Rétrograde tan sólo dos años más tarde. Estas innovaciones catapultaron a Maurice Lacroix al reino de la ingeniería relojera suiza experta dentro de lo que se considera una industria en constante cambio y cada vez más competitiva.
Maurice Lacroix se fundó a partir de una empresa mucho más antigua, Desco von Schulthess, con sede en Zúrich. Originalmente especializada en el comercio de la seda, Desco se introdujo más tarde en el mercado de la relojería suiza de lujo, representando a prestigiosas marcas como Jaeger LeCoultre y Heuer. Con la creación de una planta de montaje en Saignelégier (Jura), se convertiría más tarde en la base relojera de Maurice Lacroix. Maurice Lacroix, que lleva el nombre de uno de los miembros del consejo de administración de Desco, se creó oficialmente en 1975.
La década de 1980 fue una época de éxito para la marca relojera, lo que provocó el cese de toda producción con marcas de terceros. La colección de relojes Les Mécaniques representa con exactitud el éxito de Maurice Lacroix entre los años 1990 y 2000. El reloj de pulsera de forma rectangular sería el precursor de lo que hoy se conoce como la colección Masterpiece.
Sólo dos años después del primer calibre mecánico de fabricación propia ML-106 en 2006, Maurice Lacroix lanzó el Memoire 1 en 2008. Este reloj de Gran Complicación fue el primero en incorporar una función de memoria. A continuación, la colección Masterpiece, una línea de relojes de pulsera mecánicos con indicación retrógrada de las fases lunares y esferas esqueletadas, permitió al usuario seguir la hora con precisión mientras observaba el movimiento desde el lado de la esfera en algunos diseños.
En la actualidad, Maurice Lacroix utiliza una combinación de tecnología CNC y métodos de relojería tradicionales para elaborar sus lujosos relojes.
Raymond Weil
Raymond Weil fundó su marca homónima en 1976 y se adelantó sabiamente a la curva de la relojería suiza. Nacido en 1926 en Ginebra, Weil se curtió trabajando en la empresa relojera Camy, a la que se incorporó en 1949. Llegó a ser director general de la empresa y permaneció 27 años en la marca. A los 50 años, Weil abandonó Camy Watch y se lanzó a la aventura por su cuenta, en plena crisis del cuarzo.
Pero Weil adoptó un enfoque totalmente novedoso para competir en este tumultuoso escenario. Mientras sus competidores se subían al carro de los relojes de cuarzo baratos o intentaban resistir con sus técnicas relojeras tradicionales, Raymond Weil introdujo y comercializó eficazmente el "reloj de lujo básico".
Los relojes de Raymond Weil funcionaban (y siguen funcionando en su mayoría) con cristales de cuarzo, pero se apoyaban en el caché de los relojes "fabricados en Suiza" e incorporaban los diseños y toques clásicos de un reloj suizo tradicional. Este enfoque único supuso un gran avance en un momento crucial de la historia de la industria y atrajo tanto a nuevos coleccionistas como a los más experimentados. Junto con el Grupo Swatch, a Raymond Weil se le atribuye en gran medida el mérito de sostener la industria relojera suiza hasta su renacimiento mecánico en la década de 1980.
Hoy en día, la marca Raymond Weil sigue siendo una de las últimas marcas suizas independientes de gestión familiar. Con la tercera generación de la familia Weil-Bernheim al timón, Raymond Weil se mantiene fiel a su identidad, construida en torno a un enfoque vanguardista: relojes suizos de diseño elegante a un precio asequible.
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