Te explicamos cómo sacar el máximo partido al GPS de tu smartwatch más allá de las funciones más evidentes. La tecnología ha mejorado mucho en los últimos años y se ha convertido en una excelente herramienta para el deportista.

Los smartwatches, casi sin darnos cuenta, llevan entre nosotros casi una década. Surgen en el año 2012 de la mano de fabricantes como Pebble, que sigue estando presente bajo los auspicios de Fitbit, que la adquirió en 2016 para dar el salto de las pulseras de actividad a los relojes inteligentes.

Los modelos de Samsung, los Galaxy Gear, vinieron después, así como los relojes con Android Wear/Wear OS o los Apple Watch en 2015.

Durante los primeros años, los smartwatches se centraban en las funcionalidades “smart”, pero poco a poco han ido han ido “sportizándose”.

Al fin y al cabo, la actividad física y deportiva es uno de los campos que más se benefician de la integración de sensores, y a ello se une la medición de sueño y el control de parámetros relacionados con la salud.

También el GPS se ha convertido en un componente habitual de los smartwaches una vez que la tecnología ha hecho que su consumo energético sea muy reducido sin sacrificar la precisión.

Como ves, existen muchas funciones que puedes hacer con un reloj inteligente.

Cómo sacar partido al GPS de tu smartwatch

Ahora bien, un GPS, ¿para qué? Los deportistas más avezados no tendrán problema para responder a esta pregunta: con un GPS los entrenamientos son mucho más precisos que sin él. Y, al llevarlo integrado en el reloj, no será necesario usar el smartphone para registrar la distancia, el ritmo y la ubicación de nuestras carreras.

Pero, además de su uso para entrenamientos, el GPS tiene otras aplicaciones interesantes y menos evidentes, aunque también es conveniente conocer sus limitaciones.

Más allá del uso evidente del GPS para capturar los datos de posicionamiento, los relojes actuales permiten también seguir el trazado de rutas desde la propia pantalla del smartwatch.

El GPS se usa para medir la zancada

En algunos relojes que cuentan pasos, cuando registramos actividades deportivas con el GPS, estos datos se usan para calcular con más precisión la longitud de nuestra zancada, por lo que los datos de distancia/pasos serán más exactos.

Fitbit, sin ir más lejos, recomienda el uso del GPS para afinar la longitud de la zancada como parte del proceso de puesta a punto de algunos de sus dispositivos. Es cierto que también se puede hacer usando el GPS del móvil en modo tethering, pero es más inmediato usar el del dispositivo.

El GPS, también para pasear

Si activamos el GPS para registrar nuestra actividad, tendremos también un registro de nuestros movimientos sobre un mapa, lo cual puede ser útil y práctico para, por ejemplo, tener un recuerdo de nuestras vacaciones o de lugares que podemos estar interesados en volver a explorar independientemente de nuestro rendimiento físico.

Podemos exportar nuestros recorridos

La información de nuestras rutas GPS puede exportarse, dependiendo del dispositivo que tengamos, para llevarla a otras plataformas de visualización.

Por su parte, en las plataformas de gestión de los registros de actividad, como las de Fitbit, Garmin o Suunto, encontraremos opciones para exportar nuestros datos en formatos compatibles con aplicaciones como las que mencionábamos antes.

El modo de actividad puede afectar a la precisión

En algunas modalidades de uso del GPS, como puede ser el senderismo, el registro de ubicaciones puede espaciarse más o el GPS puede usar un modo más conservador de registro para ahorrar batería y obtener hasta más de 70 horas como en los Garmin Fénix o más de 120 con los Suunto 9.

Si optamos por ese modo en ciudad, al usar modos de conexión con los satélites menos costosos energéticamente, la medición puede verse afectada. Los modos de tipo “senderismo”, mejor si los usamos en campo abierto.

En excursiones largas, lleva un power bank

Hoy en día, dispositivos como los de Amazfit, Huawei, Garmin o Suunto más completos cuentan con más de 20 horas de autonomía con el GPS. Pero otros tienen una autonomía con GPS de unas 5-6 horas.

Esto quiere decir que hay que tener precaución, en el caso de afrontar rutas de senderismo o carreras especialmente largas a pie o en bicicleta, podemos “dejar temblando” nuestro smartwatch y no tener autonomía para acabar el día.

Sin embargo, es posible resolver la papeleta con un power bank de pequeña capacidad y acordarnos de llevar el cargador de nuestro reloj encima. De ese modo, tendremos la oportunidad de cargarlo fácilmente sobre la marcha.

Cuando vayas de vacaciones, acuérdate del cargador

Hay modelos que ofrecen autonomías de uso como reloj de actividad de hasta varias semanas, lo que puede hacernos pensar que no vamos a necesitar el cargador si nos vamos de escapada durante unos días.

No obstante, si usamos el GPS para registrar alguna actividad que realicemos, la batería puede agotarse bastante más rápido de lo esperado. Por tanto, mejor si no olvidamos el cable.

Sigue rutas en el propio reloj

En modelos avanzados como el Polar Grit X tenemos hasta la posibilidad de ir siguiendo una ruta en el propio reloj. Los tracks se cargan desde la aplicación correspondiente y el reloj se encarga de ir avisándonos si nos desviamos de la trayectoria.

Otro tanto se puede hacer con modelos como los Garmin Fenix o los Suunto. Dependerá del modelo concreto que tengamos esta funcionalidad o no, pero es muy práctica y conveniente para los deportistas más aventureros.

Usa el GPS para geolocalizar fotos

Cuando “trackeamos” una ruta con el smartwatch, tenemos la opción de usar esa ruta, una vez exportada desde la aplicación de cada fabricante (si esa opción está disponible), para combinar los datos de posición con la información EXIF de las fotos.

Hay muchas aplicaciones que pueden servir para ello. Lo único que necesitamos es el track de nuestra ruta y las fotos de la cámara y sincronizar el reloj de ambos dispositivos (antes de hacer la ruta o después, calculando el offset).

Hoy en día, la integración de un GPS ya no es un lastre para la batería en muchos dispositivos, y permite habilitar aplicaciones que antes solo eran abordables desde un smartphone. Hay infinidad de modelos donde elegir en diferentes categorías y con aplicaciones diferentes dependiendo de nuestros gustos, aficiones o dedicaciones.