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¿Qué puedo comer y qué no si estoy amamantando a un recién nacido?

¿Cómo debo alimentarme ahora que estoy dando el pecho a mi bebé? ¿Qué alimentos son los que más favorecen la calidad de la leche materna? ¿Hay algo que no pueda tomar?

Recientes estudios revelan que lo que come una madre durante la gestación influye en los gustos que tendrá el pequeño en un futuro y, más importante, es la alimentación de la madre la que ayuda a crecer sano y fuerte al pequeño, en el embarazo y también durante la lactancia materna, ya que los nutrientes que toma la madre llegan al bebé a través de la leche. Por eso, es importante seguir una dieta equilibrada, saludable, baja en azúcares industriales y alimentos procesados.

¿Cómo influye la alimentación de la madre en la lactancia?

Durante el embarazo no se recomienda hacer ningún tipo de dieta, por eso, de tener sobre peso, habría que perderlo antes de empezar a buscar al bebé. Lo mismo sucede durante la lactancia, no es momento de centrarse en recuperar la figura que se tenía antes ni de contar calorías y, de hacerlo, sería para incrementarlas; según el peso y estatura de cada una, unas 500 diarias para consumir, aproximadamente, 2.500 calorías y así garantizar los requerimientos de leche y de tu salud.

Pero no, no hace falta que lleves una cuenta detallada, con que tu alimentación sea siendo sana, variada y equilibrada, será más que suficiente. Recuerda que, cuanto más refinado y procesado es un alimento, menos nutrientes aporta; al contrario que los alimentos naturales y frescos que son ricos en vitaminas, minerales, fibra, etc. Reduce, por lo tanto, el consumo de bollos, refrescos, alimentos ultra-procesados o comida rápida o ‘basura’ y apuesta por tener siempre en tu cocina frutas y verduras de temporada, cereales integrales, pescado, carnes magras y legumbres.

Tan importante es lo que comes como lo que bebes, por lo que, aquí va otro consejo importante, debes incrementar la ingesta de agua, sobre todo en las primeras semanas, el organismo es sabio y tú misma notarás que tienes más sed que antes. El agua es la mejor opción, aunque también puedes consumir infusiones, zumos naturales, caldos, etc.

En tu menú semanal no puede faltar

Recuerda, en tu plan semanal de desayunos, comidas, meriendas y cenas incluir recetas en las que no te puede faltar los siguientes grupos de alimentos:

Minerales y vitaminas: 5 raciones diarias de frutas y verduras, preferiblemente de temporada, ya que son las que más vitaminas y minerales aportan.
Fibra: La fibra se encuentra en alimentos como los cereales integrales, las verduras, las legumbres y las semillas, idóneas además para favorecer el tránsito intestinal.
Hidratos de carbono: ¡Te darán la energía que necesitas! Que no te falta pan a diario (de vez en cuando que sea integral) y pastas, arroz o patatas para tomar dos veces a la semana.
Proteínas de origen animal: En esta lista anotamos las carnes magras, el pescado blanco y azul (salmón imprescindible por ser fuente de ácidos grasos omega 3), huevos y lácteos. Ten presente que los lácteos son la principal fuente de calcio, componente indispensable de la leche, por lo que debes tomar unos 2 vasos de leche diarios y otros productos lácteos derivados como yogures, quesos, etc.
Hierro: Tras el parto es posible que tus niveles de hierro estén un poco bajos, por lo que debes consumir alimentos ricos en este mineral como legumbres, vísceras, verduras de hoja verde, etc.

¿Hay algún alimento que no se pueda tomar durante la lactancia?

Las recomendaciones son las mismas: comer lo más sano posible y evitar los alimentos como los que hemos mencionado antes tipo los azúcares industriales y las grasas saturadas. Más allá de eso, podrás tomar cualquier alimento sin preocuparte de que la calidad de tu leche disminuya o tu bebé no esté bien alimentado. Con lo que sí debes tener cuidado es con las siguientes sustancias:

Consumo de cafeína: Trata de limitar el consumo de cafeína diario ya que llega a tu leche materna. Las recomendaciones oficiales son no tomar más de 200 mg de cafeína al día (una taza no muy cargada) y esperar un rato después de tomar el café y antes de dar el pecho.
Bebidas alcohólicas: En cuanto al alcohol, el comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría aconseja no beber alcohol durante los primeros tres meses de la lactancia, cuando el bebé necesita que le pongas al pecho cada poco tiempo. Pasado este tiempo, puedes beber de manera ocasional y justo después de la toma y cuando estas estén espaciadas entre 3 y 4 horas.
Consumo de tabaco: Además de la alimentación hay que prestar atención a otros hábitos nocivos para la salud como el consumo de tabaco. La leche de una madre fumadora pierde calidad y cantidad. A su vez, que el bebé viva ‘entre humos’ aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante.

Ahora que ya sabes cómo debes cuidarte, en especial durante la lactancia, ¡no hay excusa que valga!

Y los probióticos, ¿están recomendados durante la lactancia materna?

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Fuentes:

La guía de las futuras mamás, Ed. Pearson Alhambra.

Guía de lactancia materna, Asociación Española de Pediatría.

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