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Llevas tiempo soñando con cultivar tus propios tomates, pero no sabes por dónde empezar. Que no cunda el pánico, aquí tienes una sencilla guía para montar un huerto urbano desde cero y paso a paso.
Antes de ponerte manos a la obra, echa un vistazo a la lista de materiales y herramientas básicos que necesitas para montar tu propio huerto urbano.
Pala. Para cavar agujeros o mover tierra y abono. Hay de diferentes tamaños, según tus necesidades.
Tijeras de jardinería. Similares a las de cocina, pero con hojas más grandes para realizar cortes más limpios.
Regadera. Además de regar te permitirá aplicar abonos solubles.
Semillas. Elige las de temporada o las de cultivo continuo.
Semilleros. Los más usados son los biodegradables de varias cavidades.
Señalizadores. Ideales para no olvidar el nombre de las plantas que hemos sembrado.
Macetas o mesa de cultivo. Será donde siembres y recolectes tus hortalizas.
PASO 1. Elegir el lugar adecuado
Puede parecer muy básico, pero las plantas necesitan luz y agua para crecer. Aunque, por supuesto, no toda la luz es buena ni cualquier tipo de agua. Por lo tanto, el primer paso para montar nuestro huerto urbano será buscar un lugar de la casa donde dé luz la mayor parte del día.
Es recomendable conocer la orientación de nuestro hogar ya que influye mucho a la hora de poder cultivar ciertas hortalizas. Aunque lo ideal sería tener un balcón orientado al sur, habrá que adaptar las plantas que vamos a cultivar en nuestra huerta en casa a las posibilidades del entorno. Si tu vivienda no tiene mucha luz solar, no te preocupes porque hay vegetales deliciosos que pueden crecer sin sol directo o con algo de sombra como la lechuga, la escarola, las espinacas, las acelgas o los berros.
PASO 2. Seleccionar los cultivos de temporada
Una vez tengas claro la ubicación adecuada donde instalar tu huerto urbano, el segundo paso será consultar un libro con el calendario de siembra para saber que se puede cultivar en cada momento del año. Si eres novato en esto del huerto urbano, te recomendamos empezar con cultivos de ciclo corto (como lechuga, guisantes o nabos) para poder recolectarlos en poco más de un mes. También hay algunos vegetales como la acelga, el pepino, el perejil o las zanahorias que son de cultivo continuo y se pueden cultivar durante todo el año con éxito asegurado.
PASO 3. Los semilleros
Aunque existe la posibilidad de comprar vegetales ya crecidos y trasplantarlos directamente al banco de cultivo, lo ideal será que germines las semillas tú mismo. Es muy satisfactorio, nada complicado y forma parte del proceso de cultivar tu propio huerto urbano. Lo primero que debes hacer es comprar las semillas y los semilleros, para estos últimos te recomendamos los biodegradables elaborados con fibra de madera. Una vez los tengas, rellénalos con el substrato especial para ello e introduce las semillas. Se recomienda poner entre 2 y 4 semillas por semillero o 1 o 2 si la semilla es de mayor tamaño. Recuerda que añadir un señalizador para saber qué has plantado en cada semillero e identificar tus cultivos puede ser de gran ayuda.
PASO 4. Germina las semillas
Las semillas necesitan humedad por lo es recomendable regarlas de 2 a 3 veces por semana o cuando notes que se está secando el sustrato. Para ello, utiliza un pulverizador ya que el uso de una regadera puede lastimar las semillas o los semilleros. Si vas a usar agua del grifo, déjala reposar en un recipiente abierto un par de días para que se evapore el cloro. En cuanto a la luz, no las expongas al sol directo pues podría ser perjudicial para ellas. Cuando veas que las semillas han crecido tanto como para tener algunas hojas verdaderas (no confundir con los cotiledones que son esas dos hojas diminutas muy similares en todas las plantas) es el momento de trasplantarlas a las macetas o la mesa de cultivo de tu huerto urbano y pasar a la siguiente fase.
PASO 5. La mesa de cultivo final
A partir de las cuatro o cinco semanas, dependiendo de la variedad, tus plantas estarán listas para ser trasplantadas. Es un momento crucial porque las ubicaremos en el lugar donde se van a desarrollar toda su vida, normalmente en una mesa de cultivo o en macetas, que habremos rellenado previamente con sustrato.
Para extraer la planta del semillero, presiona con delicadeza e intenta no dañar las raíces, que deberían salir enteras. Una vez tengamos el cepellón (hojas y raíces) fuera del semillero, se hacen agujeros en el sustrato de la mesa de cultivo para introducirlo, intentando que quede nivelado con la tierra del huerto urbano. Finalmente, presiona el sustrato con las manos para que no queden bolsas de aire y riega con una regadera para que las plantas no pierdan humedad y se fusionen con la tierra.
Hasta aquí, los primeros pasos para montar tu huerto urbano. Como ves, tan solo se necesita una pequeña inversión inicial y algo de paciencia. Ambas habrán merecido la pena el día que recojas la primera cosecha de vegetales y verduras con tus propias manos.