Foodie

¿Cómo recuperar tu piel después del verano?

La exfoliación y la hidratación son dos de las fases importantes del tratamiento especial para recuperar la elasticidad de tu piel tras los efectos del sol.

El sol te permite lucir un atractivo bronceado cada verano, pero también mina tus fibras de colágeno y elastina. ¿Has percibido ese aspecto deshidratado y envejecido en tu rostro con el final de la temporada estival?

Necesitas detoxificar la piel para que tu dermis retorne a su estado original. Implantar hábitos deportivos adecuados, una rutina de descanso y una dieta saludable te ayudarán. Pero, a su vez, debes secundar el tratamiento que te indicamos a continuación.

Resetea tu piel con estas pautas.

Exfoliación de la piel
Las células muertas acumuladas en la superficie ejercen de barrera para que tu piel transpire. Recuperar la textura pasa por estimular la microcirculación sanguínea y la regeneración celular con exfoliantes faciales suaves y biológicos.

Con este primer paso iniciarás el camino para retomar la flexibilidad de tu rostro.
Hidratación: ¿cuál es la mejor crema hidratante para después del sol?
Restablecer el grado de humedad en la epidermis resulta vital no solo para gozar de mayor elasticidad, sino para protegerte de las agresiones externas.

Debes someter tu capa córnea (tu escudo), que es tu piel, a diferentes cuidados faciales y cuidados corporales.
Cara: cuidados y limpieza
Elige una mascarilla hidratante y aplícatela entre una y dos veces por semana. Añade al tratamiento unas gotas de serum antes de dormir. Para favorecer la circulación, incorpóralas a tu rostro a modo de automasaje.

Inicia la acción con cinco pequeños toques alrededor de tus ojos, otros tantos en cada pliegue de la sonrisa y a cada lado del mentón. Un tip para finalizar el automasaje: termina con unos toques en cada mejilla.

Por supuesto, no olvides escoger una crema hidratante adaptada a tus necesidades. ¿Cuándo debes usarla? De día y de noche, sobre la cara limpia.
Cuerpo: recuperación y tratamiento
El resto de zonas reclaman hidratantes nutritivas. Como en el caso anterior, debes aplicártelas tanto por la mañana como por la noche. Hazlo por todo el cuerpo.

Todas las áreas son importantes. Ahora bien: debes insistir en aquellas más castigadas, como los codos y las rodillas.
No olvides las manos y los pies
¿Sueles caminar con los pies descalzos en casa? ¿Utilizas zapatos abiertos o cuñas?

Debes saber que estos hábitos castigan en exceso tus pies, propiciando la deshidratación. Para subsanar este error has de utilizar una crema específica para esta parte del cuerpo.

Asimismo, no debes dejar de lado tus manos. De hecho, son una de las partes que más expones al sol sin darte apenas cuenta.

En este caso, lo mejor es optar por cremas con efecto antiedad enriquecidas con aceites. De este modo conseguirás una óptima regeneración de la piel.
Sigue protegiendo y cuidando tu piel
Pese a que el verano llegue a su fin, no debes guardar en el cajón el protector solar. Hay que recurrir a él durante todo el año, puesto que los rayos ultravioleta siguen impactando en tu epidermis incluso aunque no expongas tu cuerpo de forma tan directa a sus efectos.

Y especialmente en el rostro; para él existen protectores solares faciales específicos. Incorpora este producto a tu ritual de belleza como un componente más.

Si estableces estos hábitos de manera rutinaria en tu cuidado facial y corporal, tu piel se irá recuperando progresivamente de los excesos del verano. Detoxifica tu piel y rejuvenece tu aspecto con estos sencillos pasos.