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Análisis del drone más avanzado de Parrot: el Bebop Drone 2 con el mando Sky Controller
El nuevo dron de Parrot, tiene unos de los mayores avances del mercado hasta la fecha, en lo que a drones se refiere. Prestaciones profesionales para todos los públicos.
Los drones están de moda. Se habla de ellos en las noticias, los periódicos, las redes sociales y es raro el día en el que no aparecen nuevos usos y aplicaciones para estos dispositivos voladores sin piloto. Son populares tanto en ámbitos, como el de los juguetes, con modelos asequibles al alcance de todos los bolsillos, como en entornos profesionales donde se usan equipo de muchos miles de euros en aplicaciones de seguridad o en producciones de cine o televisión.
En un rango intermedio están los drones con funcionalidades propias de equipos profesionales, pero con precios al alcance de usuarios entusiastas o de presupuestos menos ambiciosos que los de grandes proyectos. Se trata de equipos entre los 1.000 y 2.000 euros, con habilidades multimedia interesantes y posibilidades avanzadas de control.
Parrot y los drones
Parrot ya en 2010 presentó su primer drone, el AR. AR parecían ser las siglas de Augmented Reality o Realidad Aumentada, dando los primeros pasos en un campo que por aquel entonces era un ejercicio más propio de un visionario que de un empresario.
En 2014, llegó el Bebop, o AR Drone 3.0, un drone con un cambio morfológico importante, con una aviónica mejorada, una app de control también evolucionada, y con un accesorio de gran relevancia: el Sky Controller, un dispositivo de control capaz de convertir al Bebop en un dron con habilidades muy serias y en un dispositivo de ocio sumamente divertido y creativo.
El Bebop Drone 2 de Parrot supone un paso evolutivo importante en la gama de drones de la compañía. Tiene una mayor robustez que sus predecesores, con un chasis mejorado, hélices flexibles y con un acoplamiento de la batería mucho más adecuado y profesional que en el Bebop de primera generación.
Gana en dimensiones, eliminando el carenado de espuma opcional de los AR y el primer Bebop, con una disposición de las hélices optimizada hasta el punto de incrementar la práctica totalidad de sus habilidades de vuelo. La velocidad máxima es de 60 Km/h, con una velocidad de ascenso también mejorada de hasta 6 m/s. Es capaz de mantenerse estable en vuelo con vientos de más de 60 Km/h, y responde bien a los mandos. También gana en autonomía, posicionándose como uno de los drones actuales más solventes en este campo.
Para que te hagas una idea en el siguiente vídeo podrás ver cómo se defiende el Bebop 2 en condiciones desfavorables de viento. Lo grabamos en un día sumamente desapacible con lluvia (poca) y ráfagas notables de aire como puedes ver a partir del movimiento de los árboles. El dron se mantuvo estable y pudimos hacer más de una cabriola y llevarlo alto sin que perdiera la posición en exceso.
En el vídeo a continuación puedes ver cómo grabó vídeo el Bebop con viento. La calidad no es la máxima de la cámara, así que solo fíjate en la estabilización y en cómo vuela el drone en medio de ráfagas de viento.
Como ayuda para la aviónica, integra sensores de presión de aire, GPS y GLONASS, compás, así como una cámara en la parte inferior que se usa para control de los ascensos, que entran a funcionar cuando el dron se encuentra cerca del suelo o para mantener su estabilidad compensando las variaciones de presión en su entorno.
Además, por su estilizado diseño y ligereza, es capaz de hacer acrobacias en el aire tales como loops o volteos horizontales, con una presencia en vuelo menos contundente que la de otras propuestas con monturas (gimbal) para cámaras externas.Se ha mejorado también la intensidad del LED trasero, visible incluso a larga distancia. Puede parecer un detalle mínimo, pero cuando se lleva lejos el dron, el LED permite localizarlo en la distancia. Además, claro está de hacerlo visible para otros.
Peculiaridades del Bebop
Los drones de Parrot presentan varias peculiaridades comparados con otros drones del mercado. Una de las más notables es la del uso de la tecnología WiFi para manejarlos mientras que en otros productos similares se emplean tecnologías de radiofrecuencia RF como las de los modelos teledirigidos.
El uso del WiFi presenta ventajas como la de poder usar dispositivos móviles como tabletas o smartphones para controlar los drones, incluyendo la transmisión de vídeo procedente de las cámaras integradas. De este modo, no es necesario usar accesorios tales como los mandos de control RF, ni sistemas para modular en radiofrecuencia la señal de vídeo de las cámaras a través de las frecuencias de radio.
Como desventaja, está el menor alcance del WiFi frente a otras tecnologías de radio. El alcance de un móvil o una tableta como mando de control para el Bebop es de un máximo de 300 metros en condiciones ideales. Para un dron de juguete está bien, pero para usos más serios, es insuficiente.
De ahí que Parrot haya desarrollado un mando especial para aplicaciones donde sea conveniente volar el Bebop a distancias de hasta 2 Km, el Sky Controller. Se caracteriza por integrar una antena WiFi con más alcance que la que puedas tener en un smartphone o una tablet, así como palancas de control ergonómicas y más fáciles de usar que los mandos en pantalla de la app Freeflight 3.
Un dron, dos identidades
El Bebop Parrot, dependiendo de si se acompaña del Sky Controller o no, muestra dos identidades diferentes. Sin el Sky Controller es más un juguete o un instrumento lúdico que una herramienta profesional. Con el Sky Controller es tanto un juguete de gama alta como una herramienta muy capaz para capturar vídeo y fotografía aérea.
También puede usarse en otros campos como instrumento para inspeccionar visualmente tejados, fachadas, infraestructuras o lugares a los que de otro modo sería complicado acceder. La calidad de la cámara es la que marca la utilidad o no del Bebop 2 como herramienta al no poder cambiarse por otra. Aunque a cambio es mucho más fácil de usar y configurar, y con una ligereza mayor.
La app Freeflight 3 es común a estas dos facetas de uso. Es una aplicación que además tiene respaldo en la nube para llevar cuenta de nuestros vuelos y sus correspondientes estadísticas sobre tiempo en el aire, batería usada, altura o velocidad. También queda registrada sobre un mapa la trayectoria del dron durante los vuelos, así como los vídeos y fotos que hubiéramos hecho durante la sesión.
Gracias a dichas estadísticas, podemos comparar la autonomía del primer Bebop con la del segundo. Como se puede ver en la captura inferior, la ganancia es notable y hace que estemos ante un dron muy atractivo en cuanto a usabilidad. El Bebop 1, en menos de 10 minutos tenía agotada la carga. El Bebop 2, con casi 15 minutos de vuelo aun tenía un 30% de batería disponible.
Con esta app, se pueden configurar los parámetros de vuelo del dron. Desde la velocidad de ascensión hasta el ángulo de vuelo que determina la velocidad máxima que se puede alcanzar, o la velocidad de giro. También se puede limitar la altura máxima o la distancia a la que puede volar el Bebop respecto al punto de partida.
Como herramienta de diagnóstico, Freeflight 3 también permite conocer el estado de los componentes críticos del dron. Cuando se conecta al mando Sky Controller, también hace las veces de configurador del mismo en apartados como la asignación de funciones a algunos de sus botones y palancas, o la configuración de la respuesta de los mandos, sea lineal o exponencial.
El Sky Controller
La estación de control Sky Controller es una solución óptima de cara a simplificar el diseño de los drones de Parrot. Gracias al uso de WiFi, se evita tener que instalar moduladores de RF para la señal de vídeo de la cámara del dron.
Es cierto que RF es la tecnología de facto para la mayoría de los drones del mercado, y permite la instalación de cámaras de diferentes fabricantes usando monturas estándar de tipo "gimbal" estabilizadas. Pero Parrot, con el Bebop, consigue una solución de compromiso notable entre versatilidad, precio y prestaciones.
Con una tableta o un smartphone, el alcance máximo es de 300 metros, pero con el Sky Controller, usando frecuencia de 2,4 GHz y el canal 6 de transmisión, se consiguen alcances de hasta 2 Km en condiciones ideales. En la práctica, tenemos margen para hacer vuelos a distancias y alturas ambiciosas.
El mando tiene espacio para alojar una tableta o un smartphone sin problemas. También se incluye un kit para hacer una visera protectora para la luz ambiente, y así ver la pantalla sin problemas a pleno sol. Para hacer loops y piruetas tendremos que usar la interfaz en pantalla, eso sí, pero para el control del dron y de la cámara, tenemos mandos muy precisos y bien pensados.
Además, el mando cuenta con salida HDMI para usar accesorios como gafas inmersivas de visión en primera persona (FPV), o pantallas externas. La conexión USB sirve tanto para actualizar el firmware como para conectar un ordenador y controlar el dron mediante apps programadas con el SDK de desarrollo de Parrot para sus drones.
Una cámara con muchas posibilidades
La cámara del Bebop no se puede cambiar. Está integrada dentro del chasis, pero tiene argumentos suficientes para satisfacer a los usuarios que busquen capturar fotos y vídeos con una calidad correcta. Con apertura F2.3 14 Mpx, compatibilidad con formatos de foto esférica de 180 grados, 4:3 o 16:9, así como archivos DNG y vídeos Full HD H.264 con una tasa de bits de 20 Mbps, ofrece posibilidades muy amplias en el apartado creativo y lúdico.
En cuanto a tasa de bits, de unos 20 Mbps, se queda un tanto por detrás de las cámaras GoPro Hero que se usan en modelos de la competencia, capaces de alcanzar tasas de bits de más de 30 Mbps y resoluciones 4K, pero para compartir en canales como YouTube es más que suficiente, así como para obtener un resultado correcto de cara a la visualización en pantallas convencionales.
La cámara puede controlarse de forma independiente al movimiento del dron (dentro de ciertos márgenes) para seleccionar encuadres diferentes a los del punto de vista de vuelo del Bebop. Se agradece que ahora se puedan hacer tomas casi cenitales, lo cual permite añadir a nuestras composiciones un toque bastante atractivo. También pueden configurarse secuencias de tipo “Time Lapse”, de utilidad para crear efectos muy atractivos visualmente. La estabilidad en vuelo del dron ayuda a conseguir un buen resultado.
Con todo, es necesario practicar y seguir algunos consejos de los cuales ya os hemos hablado anteriormente en esta serie de especiales. Sobre todo, tener cuidado con la gente, que en algunos casos se pueden asustar. En el vídeo hemos dramatizado “un pelín” la secuencia del “mini susto” en el vídeo a continuación, pero es conveniente ser precavidos. Además, no está permitido legalmente volar sobre grupos de personas.
En cuanto a fotos, mientras grabamos vídeo podemos hacer capturas de imagen, aunque con calidad de 1.920 x 1.080 píxeles. Para aprovechar los 14 Mpx de la cámara tendremos que parar de grabar vídeo y dedicarnos sólo a las fotos. En este caso, podemos capturar imágenes en formato DNG de gran calidad, o bien en formato JPG. Las tomas de tipo “ojo de pez” también son posibles.
Divertido y útil
Algo que diferencia al Bebop 2 de otros drones, es su dualidad como herramienta lúdica e instrumento para dedicarnos a tareas más serias. Por su diseño y prestaciones, es un dron muy divertido de volar. Es muy rápido y maniobrable, y especialmente con el Sky Controller la experiencia de uso es muy satisfactoria. Si tienes una mascota, puedes competir con ella y jugar con ella de un modo diferente. Y el mantenimiento es sencillo, salvo que ocurra un accidente serio.
El Bebop es robusto, y las hélices, por ejemplo, son flexibles de modo que no se romperán tanto como antes. Se pueden doblar, pero es posible devolver las aspas a su sitio si el golpe no ha sido muy severo. Las de repuesto se cambian con suma facilidad.
Dentro de las anécdotas, comentar que para observar aves grandes también tiene un punto. En las pruebas pasamos al lado de un Milano, y fue una pena no tener más tiempo y habilidad para dedicarnos a observarlo con más calma. El vídeo que sigue contiene la secuencia de vuelo al lado del Milano en cuestión.
El Bebop 2, en general, da mucho juego, y se transporta con suma facilidad. Pesa tan solo 500 gramos y ocupa muy poco espacio. Como comparación, decir que el Phantom 3 de DJI pesa casi 1,3 Kg. Es una gran diferencia, sin olvidar que en el Phantom tenemos que usar una cámara adicional y montarla en el gimbal, conectándola a la emisora de vídeo RF.
A modo de truco, y si tienes el Sky Controller, puedes beneficiarte de ello para tener más tiempo de vuelo. Si no agotas la batería del Bebop y dejas un 20% – 30%, podrás usar la del Sky Controller en el Bebop y la del Bebop en el Sky Controller. El mando consume menos batería y con ese 20% – 30% tendrás carga para volar otros 25 minutos con el Bebop. Que su batería sea del mismo tipo es un grandísimo acierto.
Como accesorio recomendado, si sales a hacer tomas con el dron a lugares poco civilizados, es buena idea llevar un inversor en el coche, podrás cargar las baterías en el tiempo que editas las fotos o los vídeos de los primeros vuelos desde el móvil gracias a la integración de la transferencia de archivos en la app Freeflight 3.
También es interesante comprar baterías adicionales si nuestra afición se consolida. Con una o dos adicionales bastará para casi todos los casos, ya que se carga en poco tiempo más de lo que podamos estar volando con otra.
En realidad, existen repuestos para todas las partes del Bebop. Parrot tiene en este producto un niño mimado, por decirlo de algún modo. Y está consiguiendo un resultado estupendo. Para profesionales hay soluciones más ambiciosas, pero también más caras, con una logística más complicada, y con una estética menos versátil.
Además, puedes hacer una inversión fraccionada. El Bebop sin el Sky Controller es una forma de adentrarse en el mundo de los drones con dignidad y con una inversión menos importante que la de otros modelos. Y si te animas, puedes dar más adelante el salto al Sky Controller para hacer una incursión más seria en el mundo de los drones, sus posibilidades y su pilotaje, pero sin dejar de lado la dimensión lúdica.
Un dron serio que da mucho juego
En conjunto, estamos ante un dron diferente. A los usuarios de otros modelos como el Phantom 3 de DJI o los Typhoon de Yuneec les suele perecer un modelo inferior, aunque en la práctica, el Bebop 2 ha conseguido adquirir habilidades que se acercan a la de estos modelos pensados para usos más “serios”, por no decir semiprofesionales.
Aún hace falta pulir algunos detalles. Por ejemplo, si cortamos el WiFi en el Sky Controller o el smartphone, el Bebop se queda quieto pero fuera de nuestro control directo. Tiene un botón de vuelta a casa, eso sí, aunque sin conexión WiFi no podemos activarlo. Tampoco tiene un modo de seguimiento automático, por ejemplo.
La app Flight Plan es una buena noticia, al permitir la automatización de rutas, pero cuesta casi 20€ adicionales. De todos modos, estamos ante una apuesta que Parrot cuida especialmente, y es de esperar que introduzca mejoras en el software progresivamente. De momento, tal y como está, es un producto divertido, con potencial para adentrarse en el mundo de la grabación de vídeo y pilotaje de drones con una inversión adecuada a lo que se consigue, y con una dimensión lúdica que no se puede desdeñar.
Lo que nos gusta del Bebop 2
Robustez
Autonomía de la batería de hasta 25 minutos reales. Sus 2.700 mAh dan mucho de sí
Cámara (resolución, estabilización, modo cenital, modos de fotografía)
Diseño, parecido al de los drones de carreras
Compatibilidad con el mando Sky Controller
Integración con el portal Drone Academy donde se registran los vuelos y estadísticas de uso de nuestros drones y se tiene acceso a los de otros usuarios
Las baterías cargan muy rápidamente
Compatibilidad con la app Fligt Plan para programar vuelos desatendidos
Mantenimiento sencillo. Las hélices se cambian con suma facilidad usando la herramienta incluida, y no hay posibilidad de equivocarse colocándolas donde corresponden
Lo que es susceptible de mejora
El alcance, sin el Sky Controller es limitado
La cámara no se puede cambiar por otros modelos
En caso de desconexión del WiFi en el control (sea el Sky Controller o el smartphone/tableta) el dron se queda quieto pero no regresa a su punto de origen
En los vídeos aparecen algunos artefactos visuales en ocasiones puntuales
La app Flight Plan tiene un coste adicional de 19,99€
Parrot Bebop Drone 2
El dron más avanzado de Parrot, con notables mejoras en aspectos tan críticos como la autonomía. Ahora tenemos hasta 25 minutos de vuelo, con grabación de vídeo, captura de fotos y modos de vuelo súper rápidos con acrobacias incluidas. Podemos alcanzar hasta 60 Km/h de velocidad y ascender en pocos segundos a más de 100 metros de altura.
Se maneja desde la app Freeflight 3 para iOS y Android, desde la cual se puede configurar todo lo relacionado con la aviónica o nuestro perfil de usuario en la Drone Academy. Las estadísticas de los vuelos se registran en nuestro perfil, y podemos hacer un completo análisis de las sesiones de pilotaje.
Las grabaciones de vídeo y fotos son de una calidad correcta, con diferentes modos de captura de imágenes y secuencias en movimiento, que podremos transferir al smartphone o tableta sin salir de la app.
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Análisis del drone más avanzado de Parrot: el Bebop Drone 2 con el mando Sky Controller