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7 consejos prácticos sobre cómo ahorrar energía en casa
Aprender cómo funcionan nuestros dispositivos, seguir unos sencillos consejos, escoger los electrodomésticos más eficientes e introducir la domótica en nuestro hogar, son claves para reducir considerablemente el consumo eléctrico.
Existen muchas situaciones cotidianas en las que podemos reducir el gasto de energía que tenemos en casa. Pequeños gestos y costumbres que se notan en la factura a final de mes.
El ahorro energético se ha convertido en una prioridad, y descubrir las ventajas de la domótica y de los dispositivos sostenibles nos ayuda a conseguirlo. El uso inteligente de los electrodomésticos y los nuevos avances en la automatización de los hogares pueden mejorar nuestra eficiencia energética y disminuir nuestro consumo entre un 25 y un 30%.
La tecnología, una vez más, es parte de la solución. Al igual que las siguientes recomendaciones.
1. CAMBIA TUS ELECTRODOMÉSTICOS POR MODELOS MÁS EFICIENTES
Los dispositivos eléctricos de mayor eficiencia energética, con el nuevo etiquetado, corresponden a las letras A y B. De entrada su precio es un poco más elevado, pero si los vamos renovando poco a poco nos compensará el ahorro energético, teniendo en cuenta que entre cada nivel de letra, por ejemplo de la B a la C, hay una diferencia de consumo del 10% - 15%.
¿Qué aparatos deberíamos priorizar a la hora de renovar? Los que más gastan. El primero de la lista es el frigorífico, pero le siguen de cerca el televisor, la lavadora y el lavavajillas.
Por otra parte, el ahorro que proporcionan estos aparatos se puede maximizar con patrones de uso responsable. Por ejemplo, cuando llegue el momento de limpiar, carga al máximo el lavavajillas. En el caso de la lavadora, si no necesitas agua muy caliente, lavar a 40º en lugar de a 60º ahorra hasta un 55% en tu factura energética.
Los nuevos electrodomésticos incluyen también un modo “eco” y mejores funciones de ahorro, como algunas lavadoras capaces de dosificar el detergente dependiendo del tipo de lavado o incluso pesar la ropa en el tambor para no gastar más agua de la cuenta.
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2. UTILIZA ENCHUFES INTELIGENTES Y EVITA DESPERDICIAR ENERGÍA
Aquí va una regla tan beneficiosa como sencilla, desenchufa los dispositivos que no vas a utilizar. Es importante olvidarse del stand-by, ya que es un falso apagado que se traduce en consumo silencioso y puede suponer hasta el 10% de tu gasto de luz anual.
Siempre será interesante agrupar los dispositivos en regletas que nos faciliten el apagado de zonas, así no tendremos que estar manipulando enchufes. Aunque si se trata de no caer en despistes, los enchufes inteligentes pueden convertirse en nuestros grandes aliados, sobre todo si somos de los que nos vamos dejando luces y electrodomésticos encendidos por toda la casa.
Podremos controlar el funcionamiento de forma remota, a través de una aplicación móvil o con nuestra voz usando unos altavoces inteligentes.
Un último elemento útil para zonas de paso son los sensores de presencia, que encienden nuestras luces solo y exclusivamente cuando estamos en la estancia. Y tampoco está de más conocer si alguno de nuestros gadgets cuentan con sensores integrados: hay televisores que se apagan de manera automática al no detectar movimiento o actividad.
El próximo gran cambio que hay que realizar tiene que ver con la iluminación, y lo básico es aprovechar todo lo posible la luz natural. Obviamente es imposible mantener esta situación todo el día, por lo que hay que encender las lámparas. En ellas no pueden quedar bombillas tradicionales, es vital realizar el cambio hacia modelos de bajo consumo basados en tecnologías LED. Son una fuente de ahorro inmensa sin perder ni un ápice de calidad de luz.
Y ya que nos introducimos en el mundo de la iluminación dentro de la domótica, podemos apostar por bombillas inteligentes que tengan control de intensidad y colores, para crear ambientes más confortables y adaptados al momento del día, que también podremos regular mediante la voz con un altavoz inteligente.
La cocina es una de las estancias de la casa en la que se consume más energía, pero podemos reducirla de forma significativa jugando con diferentes y novedosos métodos de cocción:
Al vapor con tu microondas: puedes cocinar pescados y verduras de forma diferente, gracias a la técnica de vapor, utilizando un estuche de papillote de Lékué.
A baja temperatura: las ollas eléctricas y de cocción lenta también destacan por su eficiencia. Al calentar los alimentos a baja temperatura consumen muy poca electricidad, y puesto que el recipiente de cocción está rodeado por una capa de aislante térmico, las pérdidas de calor son muy inferiores a las registradas usando una placa vitrocerámica y una olla.
A presión: las ollas a presión permiten cocinar en un 50% de tiempo, proporcionando agilidad en la cocina y un consumo de electricidad notablemente menor. Estas ollas son ideales para guisos, purés, y recetas de cuchara que facilitarán el menú diario a las familias más grandes.
Por inducción: las placas de cocina por inducción no generan calor residual, ya que funcionan por contacto, por lo que suponen un plus de eficiencia.
Sous-vide o al vacío: es una técnica de grandes chefs que puedes reproducir en casa con un cocedor al vacío o, si tu horno es apto para cocinar a baja temperatura, utilizando una envasadora al vacío. Las carnes y las verduras conservan todo su jugo, sabor y vitaminas.
Al margen de la técnica tambiénes importante cocinar varias raciones a la vez, especialmente cuando usamos el horno, que gasta una cantidad de energía importante. Se puede optimizar aprovechando el tiempo de precalentamiento encadenando varias recetas, o bajando la temperatura al final para cocinar con el calor residual.
Contar con ollas y sartenes del diámetro adecuado a cada fuego evita también el derroche de calor. Y si las usamos siempre con tapa el proceso de calentar los alimentos será más rápido.
5. REDUCE EL GASTO EN CALEFACCIÓN
El gesto de subir o bajar un par de grados la temperatura del termostato puede notarse mucho en la factura al cabo de un mes. Una buena idea es ceñirnos a un plan de contención energética para mejorar la eficiencia de la climatización.
Comprobar si en casa hay un mal aislamiento en puertas o ventanas. Colocar burletes adhesivos en las ventanas y debajo de la puerta de entrada es una solución rápida, económica y sin obras.
Mantener una temperatura adecuada en casa (alrededor de unos 20º), evitando ponerla al máximo para calentar la casa más rápido, un gesto poco eficaz que aumenta mucho el gasto.
Controlar mucho mejor la temperatura del interior de casa, regulándola de forma automática o usando el móvil.
Aminorar el calor en aquellas estancias menos usadas (si usas una válvula independiente para cada radiador).
Adaptar la temperatura a las tarifas más económicas o incluso apagar automáticamente la calefacción por la noche.
Además, muchos termostatos poseen funciones de detección de personas, de forma que si notan que no hay nadie en casa, minimizan la temperatura sin necesidad de que realicemos acción alguna.
6. VISTE TU CASA CON TEXTILES CÁLIDOS Y CONFORTABLES
Buscamos mantener la temperatura idónea de 21º sin renunciar a la comodidad de un hogar acogedor y confortable. ¿Cómo podemos lograrlo? Gracias a la decoración.
Cambia las cortinas de verano por unas de textil más grueso que eviten los puntos fríos cerca de las ventanas.
Coloca alfombras junto al sofá y al lado de las camas para sentir su calidez al pisar.
Utiliza sábanas bajeras térmicas o pirineo y un buen nórdico para cada cama, así podrás apagar la calefacción tranquilamente y dormir a una temperatura ideal. Aunque los más frioleros también pueden usar mantas eléctricas, calientacamas y hasta calientapiés eléctricos.
Distribuye varias mantas de texturas abrigadas por los sillones y sofás. Un extra de estilo que te ayudará a mantener el calor.
Otra forma de ahorrar energía en casa es vestir con prendas cómodas y agradables que mantengan la temperatura corporal. Aquí te traemos nuestra selección con tejidos suaves y confortables para sentirte cómodo en casa.
Por último, para ayudarte en tu planificación, recuerda que para los electrodomésticos a partir de 299 €, tanto comprando en nuestras tiendas como en nuestra web, tienes posibilidades de financiación fácil sin intereses. Infórmate aquí de las condiciones.
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