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Cuidado del cabello: evolución tecnológica desde el clásico secador hasta el alisador iónico
Los tiempos en los que tenías que acudir a la peluquería para presumir de una melena perfecta han pasado a la historia. La tecnología aplicada a la belleza personal y el cuidado del cabello nos permite obtener resultados profesionales sin salir de casa.
Arnel Hasanovic
A todos nos gusta lucir un pelo saludable, bien cuidado y estiloso, sin repetir el mismo peinado aburrido y adaptando las tendencias del momento a nuestro estilo personal. Saber cómo cuidar el cabello es hoy un pilar básico de nuestras rutinas de belleza, y gracias a la tecnología ya no tenemos que soñar con acudir a centros especializados cada mañana para presumir de melena.
Pero las cosas eran muy distintas hasta hace apenas unas décadas. Aunque nos parezca difícil imaginar la vida sin secador de pelo en el baño, para nuestros abuelos eran todo un lujo más propio de famosos y estrellas de cine. Y es que los primeros aparatos para secar o moldear el cabello parecían más bien máquinas de ciencia ficción, aparatosos, tremendamente caros y muy poco eficientes.
En pleno siglo XXI, los avances en tecnología no solo nos ofrece smartphones, ordenadores o televisores de última generación; también tenemos que agradecer a la innovación de la grandes compañías el poder disfrutar de gadgets de tecnología beauty que nos hacen la vida mucho más fácil para mimarnos en casa.
Súbete a nuestra máquina del tiempo para comprobar cómo ha evolucionado este sector y descubre las últimas novedades del sector que son objeto de deseo hoy en las listas de regalos.
Todo empezó con una aspiradora
Wikimedia Commons
La segunda revolución industrial cambió para la forma de vida del ciudadano medio. En gran parte, por la creación de todo tipo de aparatos que no estaban ya diseñados para aumentar la productividad en el trabajo, sino para aligerar la carga de las tareas domésticas. Fue así como aparecieron los primeros electrodomésticos de limpieza y cocina.
Lo curioso es cómo los primeros aparatos de belleza personal tienen sus raíces en la limpieza. Algunos inventores muy agudos se percataron de que las primeras aspiradoras emitían un enorme volumen de aire caliente durante su funcionamiento, y así apareció el primer secador de pelo en 1890, diseñado por el francés Alexandre-Ferdinand Godefroy. Su primitivo diseño adaptaba una silla en la que situó una campana conectada a una estufa de gas.
Godefroy no hizo más que adaptar el funcionamiento de una aspiradora a algo apto para las clientas de su salón de belleza de París. Y aunque no debía ser precisamente cómodo ni eficiente, puso la primera piedra para multitud de diseños que llegarían en la primera mitad del siglo XX.
Del tubo a la campana de los secadores profesionales
iStock.com/arogant
Aunque ya en la década de 1920 aparecieron algunos tímidos prototipos de secadores portátiles, resultaban pesados, eran muy caros, incómodos e incluso peligrosos, ya que podían provocar cortocircuitos en contacto con el agua. Hasta los años 70, el cuidado del cabello se reducía a los salones profesionales, donde la típica silla de secado vivió su propia evolución.
Al principio consistían en enormes tubos conectados a una bobina generadora de calor, que el estilista debía colocar directamente sobre el cabello a secar. Apenas eran capaces de generar unos 100-150 W de calor; una insignificancia si los comparamos con los modelos de secadores más potentes actuales, que alcanzan los 2.400 W, como el Rowenta CV7460 Premium Care Pro.
Poco a poco los diseños se fueron especializando hacia un uso más cómodo y eficiente, aunque hoy nos parecerían máquinas de una película espacial. Poco después aparecería el modelo de casco o campana, que permitía dirigir directamente el calor a la cabeza, con diferentes diseños más o menos fantasiosos, buscando aprovechar al máximo el aire.
Rápidamente, como todos los avances tecnológicos modernos, los secadores de pelo fueronganando en potencia y ligereza. Incluso aparecieron propuestas para secar mediante lámparas de luz, pero apenas alcanzaban buena temperatura. A mediados de siglo las mujeres que tenían el pelo rebelde solo tenían la opción de colocarse rulos para fijar el peinado bajo la campana de aire caliente; el alisado y las ondas tendrían que esperar un poco más.
Hacia la revolución capilar
iStock.com/arogant
Entre las décadas de 1960 y 1970 se produjo la eclosión de la cultura popular de masas, con enormes avances tecnológicos en todos los ámbitos muy enfocados a la vida doméstica y el ocio familiar. Así aparecieron los primeros secadores de pelo portátiles, que imitaban las “campanas” de los salones. Pero la revolución llegaría con los secadores de mano.
Las mujeres querían imitar a las estrellas del cine y de la moda, y el secador se convirtió en un aliado imprescindible para lograr esos peinados de las revistas. Más potentes, livianos y asequibles, el diseño era muy similar a los modelos más convencionales actuales, pero más aparatosos, menos eficientes y aún peligrosos; los sobrecalentamientos y las quemaduras eran habituales.
Los salones de belleza fueron perdiendo clientes y tuvieron que reinventarse apostando por la profesionalización de los estilistas. Podías secarte el pelo en casa, pero el profesional sabía cómo cambiar tu estilo a la moda del momento y era capaz de peinarte como tú quisieras. También cumplían un papel de ocio social para las amas de casa que no trabajaban fuera del hogar.
Esa situación también iba a cambiar drásticamente.
Secadores de última tecnología, alisadores y rizadores: la peluquería en casa
Los modos de vida han cambiado mucho y ahora nadie quiere renunciar a sentirse a gusto, luciendo cabello y peinados sin las complicaciones de tener que acudir a un profesional. Nadie tiene tiempo de ir a diario a la peluquería, ni falta que hace. Ahora nos maquillamos y nos depilamos en casa, y también cuidamos con mimo de nuestro propio cabello.
Así contamos con secadores de pelo de última generación que ya no solo son ligerísimos, extremadamente sencillos de usar y muy potentes: también incorporan tecnologías revolucionarias para mantener el pelo más saludable, y no tenemos por qué elegir solo un peinado.
Los rulos han pasado a la historia; ahora con un secador o con una plancha es muy fácil imitar los peinados de moda para crear ondas muy naturales que huyen de la artificialidad. Sin dañar las fibras capitales, se adaptan a cualquier tipo de pelo y corte para lograr rizos, ondas, tirabuzones o melenas totalmente lisas desde la comodidad de casa.
Al mismo tiempo, la tecnología iónica se ha convertido en la mejor apuesta de estos aparatos, que ofrece resultados más eficientes y permite neutralizar la electricidad estática. De esta forma se facilita el peinado y proporciona un acabado más brillante y saludable.
La misma marca nos ofrece un secador de calidad profesional muy compacto con su modelo Ultimate Experience CV9820, que incorpora la exclusiva tecnología Air- To-Care con emisión de iones negativos y positivos que evitan el encrespamiento, proporcionan brillo y protegen de la acción de agentes externos como la contaminación o el polvo.
Asimismo, los aparatos multifuncionales son cada vez más populares. Por eso este secador permite pasar al moldeado fácilmente con un solo clic mediante el sistema Switch & Style, aprovechando el diseño de su boquilla concentradora de alta precisión.
Valerie Elash
La amplia gama de temperaturas y velocidades también son fundamentales hoy para crear el estilo deseado, algo que era impensable en los primitivos secadores. El secador Babyliss ShinePro 6713DE incluye tres niveles de temperatura incluyendo el ya imprescindible modo de aire frío para terminar de ajustar cada peinado, y cuenta con un motor AC profesional de máximo rendimiento.
De la misma forma, las planchas apuestan por la tecnología iónicapara no dañar el cabello a la hora de alisar o moldear los mechones directamente. El modelo BaByliss Salon Straight 235 ST391E además cuenta con placas de cerámica de turmalina para una mejor protección, y todo sin perder potencia ya que se calienta al instante y cuenta con 6 niveles de temperatura regulable.
La plancha Bellissima My Pro Steam B28 100 incluye tecnología de vapor para un efecto antivolumen y antiencrespamiento, estirando las fibras sin dañarlas, manteniendo la hidratación natural para potenciar el brillo. Con las placas basculantes se puede obtener un peinado liso u ondulado personalizado al gusto.
También podemos ir más allá con modelos como la BaByliss Sensitive Pearl ST460E, con revestimiento Deep Black Ceramic, peine removible y una tecnología que detecta el tipo de cabello para ajustar la temperatura automáticamente.
Si nuestras abuelas tenían que conformarse con llevar el mismo peinado día tras día, ahora podemos cambiar de look casi al instante aunque vayamos con prisas por las mañanas. Con un moldeador avanzado como el Multistyler Rowenta CF4512, es muy sencillo alisar, rizar, ondular o dar volumen a cualquier tipo de cabello. El generador de iones y el revestimiento cerámico garantizan la máxima protección, dando un acabado sedoso y potenciando el brillo natural.
En cuestión de unas pocas décadas hemos pasado de tener que acudir al salon de belleza solo para refrescar la melena a poder tener la peluquería en casa; pequeños grandes avances en materia de cuidado personal que han logrado aunar rapidez, seguridad, funcionalidad y comidad. No debería sorprender por tanto que estos aparatos se hayan convertido en uno de los regalos estrella cuando se trata de sorprender.