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No solo nosotros sufrimos el aumento de las temperaturas del verano. Los electrodomésticos no son ajenos al calor y esto el frigorífico lo sabe bien. Veamos las causas por las que nuestro mayor aliado en esta estación del año deja de funcionar bien y cómo resolverlo.
Se levanta un día de calor extremo. Aún desperezándonos, abrimos el frigorífico en busca de una bebida fría para calmar un poco la sed y, de paso, bajar la temperatura corporal. Pero algo ocurre: ni nos recibe esa habitual bocanada de frío al abrir la puerta ni la bebida está a la temperatura que debiera. Es entonces cuando comienzan a saltar todas las alarmas.
Razones comunes por las que un frigorífico deja de enfriar
Os contamos a continuación algunas de las principales razones por las que un frigorífico puede dejar de enfriar bien los alimentos. Así, una vez que hayas detectado el origen del problema, podrás actuar en consecuencia.
Mal uso del frigorífico
Dos son las principales causas por las que el frigorífico no mantiene los productos fríos por un mal uso del mismo: una, que dejemos la puerta abierta más de lo necesario y dos, que lo llenemos demasiado o coloquemos mal los alimentos obstaculizando el flujo de aire del sistema de frío.
Cuanto más tardemos en decidir lo que queremos y la puerta del frigorífico permanezca abierta, los alimentos acusarán mayor pérdida de temperatura, que el frigorífico tendrá que corregir.
Eso sí, también debemos asegurarnos de que la junta de goma de la puerta se encuentre en buenas condiciones y realice bien el trabajo de sellado, sin que quede deformada o con huecos. Si no queda completamente cerrada, será hora de cambiarla.
Por otro lado, tanto la manera en la que colocamos nuestros productos como la cantidad de ellos que introducimos es vital para su perfecta conservación, pues podremos obstaculizar la correcta circulación de aire frío en el interior.
Afortunadamente, los nuevos modelos incorporan sofisticadas funciones que nos ayudan a gestionar el correcto funcionamiento del frigorífico en distintas situaciones. Por ejemplo, el combi Haier A3FE837CGJ posee lo que ellos denominan MyZone, un compartimento en el que se pueden regular distintas zonas de temperatura para adaptarlas a las necesidades del usuario.
Otros han optimizado su diseño para facilitar el acceso a los alimentos (compartimentos específicos por altura, puertas transparentes al tocarlas, etc.) y además cuentan con alarmas acústicas para alertarnos de que hemos dejado la puerta abierta.
Igualmente, hemos avanzado mucho en automatización para ajustar las prestaciones del electrodoméstico a nuestras necesidades y no solo prevenir averías, sino también ahorrar energía.
Así, el modo Vacaciones, presente en los modelos de gamas más altas, configura el sistema para que este ralentice su rendimiento mientras estamos fuera, parando la actividad del frigorífico pero no la del congelador en muchos casos.
Debes conocer el frigorífico que usas
Cuando compramos este electrodoméstico, uno de los aspectos a tener más en cuenta es la llamada clase climática.
Este término se refiere a la temperatura ambiente que los fabricantes del frigorífico marcan para que aquellos funcionen de manera correcta.
Clase climática SN (templada extendida): +10 a +32ºC
Así, según el clima de la zona en donde vivamos, nuestro frigorífico estará mejor o peor preparado.
También es importante que el usuario conozcael interior del modelo que vaya a adquirir y sepa en qué lugar debe ir cada alimento para que el frío llegué como corresponda y sus propiedades se mantengan.
Según los fabricantes, la temperatura media ideal se encontraría entre 4º y 5º, mientras que la del congelador se sitúa en -18º.
No obstante, el interior del frigorífico está dividido en zonas y cada una de ellas ofrece unas determinadas características que son propicias para unos alimentos específicos.
Por ejemplo, la parte más baja es la zona más fría del electrodoméstico. Por eso, aquí hemos de guardar los alimentos perecederos como carnes, pescados y otros que precisen temperaturas bajas. En este sentido, el frigorífico Whirlpool W7 931T OX dispone de un cajón especial cero grados.
La puerta, que permanece a unos 7º, es ideal para aquellos alimentos que no necesitan tanto frío, como salsas, mantequillas, huevos, conservas y zumos y leches.
En la zona media van colocados los embutidos y productos lácteos. En este caso, es el AEG RCB736D3MX TwinTech el que destaca por su cajón Extra Chill, para ralentizar la maduración de alimentos frescos y delicados como el queso o embutidos.
Un mantenimiento escaso o inadecuado
La falta de mantenimiento es otra de las grandes razones deldeterioro de nuestro frigorífico y sus problemas de enfriamiento. Esta puede ser una buena hoja de ruta para cuidar de este electrodoméstico y que funcione perfectamente durante años:
Limpiar el frigorífico cada tres meses.
Mantener una temperatura constante: según la OCU “una temperatura interior de 5ºC en el frigorífico, y de -18º C en el congelador es suficiente para conservar la mayoría de los alimentos”.
Cambiar los filtros del agua un par de veces al año.
Limpiar por detrás del frigorífico.
No mantenerlo pegado a la pared.
Descongelarlo de vez en cuando.
Limpiar las gomas adherentes de la puerta de manera frecuente
Las averías técnicas más comunes del frigorífico
A pesar de tomar todas las precauciones posibles para cuidar nuestro frigorífico convenientemente, no estamos libres de experimentar alguna incidencia.
Un síntoma bastante claro de que algo no marcha bien es que el combi congele pero no enfríe. En los modernos modelos No Frost se genera un aire seco en el congelador que es impulsado por un ventilador hacia la zona del frigorífico.
Si hemos descartado la obstaculización de las salidas de aire y los conductos, el problema puede residir en un fallo del ventilador o de otros componentes.
Estas son las averías que más suelen aparecer a lo largo de la vida de este electrodoméstico:
Fallo del compresor. Si el compresor del frigorífico falla, la pérdida de frío dentro del electrodoméstico es total. Las causas pueden ser varias, como la propia rotura del compresor, un corte en la bobina o un problema en el pistón.
Fuga de gas. Una de las averías más graves de nuestro frigorífico, ya que puede llegar a ser irreparable, sobre todo porque a veces es muy difícil localizar la fuga.
Obstrucción de hielo. Este es el motivo más común por el que los frigoríficos acaban estropeándose. No obstante, no suele ser una avería muy costosa de arreglar, con un precio de entre 40 y 80 euros.
Tarjetas o circuitos electrónicos. La sustitución podría oscilar entre los 120 y 500 euros.
Termostato. Una avería rara de encontrar en los frigoríficos modernos, ya que afecta a un tipo de termostato, el electromecánico, que ya no suele usarse. Estos han sido reemplazados por los electrónicos, cuyo coste de sustitución oscila entre los 70 y los 100 euros.