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Las nueve claves por las que el Samsung Gear S2 se ha convertido en el smartwatch más deseado
El Samsung Gear S2 es uno de los smartwatches que han hecho acto de presencia en los últimos meses dentro de la categoría de los relojes inteligentes, que a su vez se engloba dentro de otra más amplia como es la de los wearables, o “tecnología ponible”. Además, el interés hacia esta propuesta se ve acrecentado al provenir de uno de los fabricantes que tradicionalmente más han apostado por este tipo de productos: Samsung.
No es una categoría fácil, ni para quien fabrica smartwatches ni para quien los compra. El que los fabrica se enfrenta a la difícil tarea de integrar tecnologías complicadas de miniaturizar y a la de inventar una interfaz de usuario óptima para trabajar con una pantalla táctil tan pequeña como es la esfera de un reloj. El que los compra, por su parte, se enfrenta a un tipo de producto nuevo, que ofrece tecnologías muy interesantes en áreas como la salud o la gestión del tiempo, pero con mucho recorrido en apartados como la conectividad, la autonomía o la interfaz de usuario de las apps.
Con todo, el Samsung Gear S2 es un reloj inteligente en el que merece la pena pararse con detenimiento para identificar algunas de las claves que hacen que sea una propuesta con mucho sentido y capaz de encajar de un modo satisfactorio en el día de a día de los usuarios.
Samsung Gear S2: tan reloj como "smart"
Los relojes inteligentes, en estos primeros años de existencia, han exhibido diseños más condicionados por ingenieros que por relojeros. Las primeras generaciones de la familia Gear, por ejemplo, integraban hasta una cámara en la correa, usaban pantallas cuadradas como imitación de las de los móviles, y eran incapaces de funcionar sin antes "inicializarlos" a partir de un smartphone Samsung.
Con el Gear S2, sin embargo, Samsung da la impresión de haber empezado de cero, partiendo de una hoja en blanco, dando tanto protagonismo al reloj como a la inteligencia. La esfera es redonda, sin exhibiciones tecnológicas innecesarias, prestando especial atención a los materiales, e incluso usando correas estándar para la versión Classic. En conjunto, estamos ante una propuesta con un buen equilibrio entre tecnología y diseño, que puede coexistir perfectamente con otros relojes sin que sea un elemento discordante.
Una interfaz simple pero muy efectiva
Como elementos para interactuar con el reloj, Samsung ha optado por integrar dos botones en un lateral de la caja junto con el aprovechamiento del bisel giratorio en la esfera como selector de funciones. Se trata de un acierto notable, que convierte la experiencia de uso del reloj en una tarea cómoda y muy intuitiva que invita a aprovechar todas sus funciones de una forma muy fluida y natural, reduciendo considerablemente la necesidad de tocar la pantalla, lo cual no siempre es práctico si tenemos en cuenta su reducido tamaño.
El tacto del bisel giratorio es muy preciso, y en el caso del modelo Classic el bisel está dentado, lo que añade un "plus" de comodidad a su uso. También se contempla el uso de gestos, como el del giro de muñeca para ver la hora.
Es resistente y fiable
A pesar de que es un reloj con un tamaño muy comedido y sin ánimo de aparentar, integra protección IP68, lo cual implica que está sellado frente al polvo y que puede sumergirse completamente hasta un metro y medio de profundidad. No es apto para buceo, pero sí para actividades acuáticas. La ducha la aguanta sin problemas, por supuesto. Parece mentira, pero lo cierto es que esta certificación sigue sin ser tan habitual como sería de esperar en esta categoría de productos.
La pantalla, por su parte, aunque no usa zafiro como material, emplea Gorilla Glass 3, con una buena protección frente a arañazos accidentales.
En cuanto a materiales, el modelo Gear S2 Classic combina metal y cerámica, frente al modelo convencional con caja de acero.
Una conectividad muy completa
En España, de momento, solo se comercializan los modelos Gear S2 con conectividad WiFi, Bluetooth y NFC, pero dentro de la gama hay también un modelo 3G un poco más grueso y con una batería de 300 mAh en vez de 250 mAh. Así pues, estamos ante un reloj con uno de los repertorios de conectividad más completos, que puede funcionar de forma autónoma aunque no tengamos el smartphone cerca.
El modelo 3G lleva una tarjeta SIM integrada sin acceso por parte del usuario, y de momento en España no es posible comercializar este tipo de soluciones. Además, el modelo 3G añade conectividad GPS, lo cual es otro atractivo adicional. Aunque como decíamos antes, no es un modelo que se pueda adquirir en nuestro país.
Una base de carga decente y rápida
La carga del Gear S2 es de tipo inalámbrico, compatible con el estándar Qi. Además, la base es magnética y permite ver la esfera sin problemas mientras se está cargando, lo cual permite comprobar fácilmente que no hemos dejado el reloj mal instalado creyendo que está recibiendo energía. Además, la batería se llena en apenas dos horas, con una autonomía en condiciones normales de uso de hasta un día y medio.
Como es habitual en este tipo de relojes, es preciso acordarse de meter la base en la maleta cuando nos vayamos de viaje. Lo más práctico es adquirir una segunda base para dejar en el trabajo o usar en el coche si tenemos que hacer viajes largos, por ejemplo.
Tizen, el sistema operativo de Samsung
El sistema operativo de este reloj es Tizen, una propuesta diferente a la de Android Wear o Apple Watch, sobre todo por lo que a las aplicaciones se refiere, con un menor número de ellas donde elegir. A cambio, deja a Samsung margen para diseñar una interfaz a la medida de sus necesidades y adaptada a elementos como el bisel giratorio. De todos modos, se están desarrollando apps para los Gear S2 en diferentes frentes. Por ejemplo, para la de gestión de billetes de avión o tren.
Además, a la vista de la autonomía que exhibe, Tizen exprime mejor las posibilidades de la batería de 250 mAh. (300 mAh en el modelo 3G). A modo de comparación, los 250 mAh de su batería rinden tanto como los más de 400 de smartwatches con otros sistemas operativos.
S-Health funciona, S-Voice no tanto
En pasadas generaciones de la familia Galaxy S, Samsung se puso manos a la obra para desarrollar sus propias apps en áreas como el fitness o las interfaces de voz. S-Health y S-Voice fueron dos de esas aplicaciones que posteriormente se adoptarían en los wearables Gear. De ellas, S-Health se muestra muy efectiva en el Gear S2 como herramienta cuantificadora de actividad. Funciona bien, es fácil de usar y ofrece una visión muy completa de nuestros movimientos y nuestros descansos, incluyendo un pulsómetro de muñeca por pulsos de luz con una buena precisión para actividades cotidianas.
S-Voice, como interfaz de control por voz, no está tan afinada, y como es habitual en estos casos, aspectos como el ruido de fondo o ambientes donde haya mucha gente hablando interfieren con su funcionamiento.
En cualquier caso, el Gear S2 es un buen cuantificador de actividad para la mayor parte de los usuarios y siempre y cuando no cambies de reloj, es capaz de sustituir a las pulseras medidoras de actividad.
Con capacidad para cientos de canciones y fotos
El Gear S2 puede almacenar canciones en su memoria interna para escucharlas a través de auriculares Bluetooth. De este modo podrás dejar el móvil en casa mientras realizas alguna actividad física sin tener que prescindir de la música. Además, gracias a la tecnología WiFi podrás seguir conectado y recibiendo notificaciones si encuentras puntos de acceso abiertos o con acceso público.
También se puede usar el espacio disponible para almacenar fotos junto con una app de galería. Su pantalla no es la más indicada para ello, pero sí es agradable tener una selección de nuestras instantáneas más entrañables y memorables para dar un toque personal a nuestro smartwatch.
Podrás pagar con el reloj
En la hoja de ruta de Samsung está la de hacer que su sistema de pago Samsung Pay llegue a España. Cuando lo haga, según está previsto en 2016, el Gear S2 podrá usarse como medio para pagar a través de la conexión NFC.
Con todo, también es justo advertir que hay algunas ausencias en el Gear S2. Por ejemplo, de momento, no hay aplicación para smartphones o tabletas con sistema operativo iOS, aunque está previsto que haya una en el futuro cercano. Además, el número de apps disponibles para los Gear es menor que para los modelos con Android Wear, aunque las que hay abarcan la práctica totalidad de actividades que puedas realizar con el reloj, eso sí. En cualquier caso, es uno de los smartwatches del momento con más argumentos para su adopción.
Samsung Gear S2 Classic
La versión clásica de este smartwatch, con correa de cuero y caja de acero y cerámica. El bisel giratorio es dentado, y las correas son estándar, de modo que se pueden cambiar por otras en caso de que prefiramos otro estilo para el reloj.
La pantalla es de 1,2”, con cristal de Gorilla Glass 3 y con un acabado resistente y duradero. Está certificado como IP68, lo cual significa que es sumergible hasta 1,5 metros y resistente a polvo.
Samsung Gear S2
La versión estándar del Gear S2 tiene caja de acero y correa de material plástico, con un bisel liso en vez de dentado. Por lo demás, comparte características con el modelo Classic. La conectividad contempla WiFi, Bluetooth y NFC, e integra un medidor de pulsaciones mediante luz.
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