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Guía de compra de ordenador gamer: todo lo que necesitas saber
Montar un PC de primer nivel no es nada difícil si sabes bien lo que buscas. Te enseñamos a configurar tu ordenador gamer completo para que dure años y años jugando como el primer día.
ASUS ROG
Las videoconsolas son para jugar, de eso no hay duda. Reinas de este mundillo, a veces nos olvidamos que junto a ellas, o por encima según a quién le preguntes, están los ordenadores. Auténticas máquinas que cuando están configuradas correctamente ofrecen un rendimiento difícil de superar.
El videojuego en el ordenador está viviendo una nueva época de oro con un montón de juegos exclusivos: Call of Duty: Warzone, Valorant, Flight Simulator, Half-Life: Alyx... Además, nos permite disfrutar de algunos títulos de consolas como Call of Duty o Battlefield con muchos más detalles. ¿Quieres comprarte un ordenador gamer y no sabes por dónde empezar? Echa un vistazo a nuestra guía de compra.
El hardware
Una de las primeras cosas que tenemos que tener en cuenta cuando compremos nuestro ordenador para jugar es el presupuesto. Disfrutar de la mejor calidad gráfica del momento tiene un precio que si bien es cierto merece la pena, no está de más recordar que se trata de una inversión. Recuerda que en El Corte Inglés podrás financiarlo sin ningún problema.
Procesador
Christian Wiediger
Empecemos por lo más básico: el procesador. Aquí lo mínimo es partir de un AMD Ryzen 5 o un Intel Core i5, que ha demostrado ser chips muy potentes y veloces. Perfectos para jugar, es una solución asequible que ofrece un buen rendimiento, es compatible con todos los juegos y está orientado a este tipo de usos: aplicaciones pesadas, multitarea...
Si queremos prestaciones para aguantar el tipo durante años, la respuesta está clara: Ryzen 7 o Intel Core i7. La diferencia puede parecer pequeña pero este procesador ha demostrado ser la elección preferida de todos los set up gamers profesionales. Su velocidad de cálculo es impresionante y por ello suelen encontrarse en equipos de gama alta.
Como detalle interesante, hasta hace poco lo normal era que los procesadores Intel fueran lo más potente en portátiles, pero durante este último año ha comenzado a despuntar AMD con sus Ryzen de alto rendimiento, que ofrecen prestaciones muy elevadas a precios ajustados.
¿Y por qué generación apostar? Intel actualmente tiene una amplia gama de procesadores de novena generación con un rendimiento elevado, pero de forma inminente aterrizarán los equipos dotados con chips Core de décima generación, mucho más eficientes y sensiblemente más rápidos. AMD, por su parte, lanzará de forma casi inmediata su respuesta en forma de los procesadores Ryzen 4000, que no van a quedarse atrás en ningún aspecto.
Otro elemento fundamental es la tarjeta gráfica. Aquí peude resultar difícil elegir entre AMD o NVIDIA. Los más jugones suelen preferir la última pero AMD tiene modelos que compensan un rendimiento ligeramente más bajo con precios muy agresivos.
En Nvidia las gamas gamer son las GTX 16 y RTX 20, estas últimas preparadas para sacar partido a técnicas más novedosas como el ray-tracing, apoyada en DirectX12. Gracias a esta tecnología, la iluminación de los juegos es mucho más natural y espectacular, con reflejos y sombras realistas para proporcionar una atmósfera increíble. Si hablamos de AMD, sus tarjetas más potentes y adecuadas para juegos son las Radeon RX Vega.
Otro punto importante es la memoria de estas tarjetas. En ordenadores de sobremesa lo ideal es que tengan al menos 6 GB de memoria integrada, pero si quieres jugar a tope, lo mejor es no bajar de 8 GB. Por último, y muy importante, la ventilación. Lo mejor es buscar un modelo que lleve un sistema activo para disipar el aire. Es decir, ventiladores integrados para ayudar a refrigerar nuestra CPU.
En cuanto a la memoria RAM del sistema lo ideal sería contar con 16 GB para arriba. ¿El tipo? Dependerá de nuestra CPU pero lo más posible es que sea DDR3. 32 GB también es una buena cifra pero para cargar la mayoría de los juegos con solvencia será suficiente con dieciséis, además lo bueno es que siempre podremos ampliar, en especial si nos inclinamos por un ordenador en formato torre.
Una muy interesante es montar una unidad SSD PCIe NMVe2, cada vez más asequibles, e instalar allí nuestros juegos y el sistema operativo. Este tipo de unidades no utilizan piezas mecánicas sino chips de memoria, por lo que el acceso a los datos es casi instantáneo, además de totalmente silencioso. Con una SSD conseguiremos que el PC arranque en un abrir y cerrar de ojos, mientras que los tiempos de carga de los juegos desaparecen.
El tamaño mínimo recomendable para una SSD es de 128 GB, aunque si metes muchos juegos posiblemente terminarás necesitando 256 GB.
Luego podemos dejar el disco duro de aguja para almacenar datos, música, fotos y películas. En suma, todo aquello que no requiera un acceso inmediato y rápido. Si hemos de hablar de capacidades, con 1 TB de almacenamiento en el disco duro tendrás de sobra para todo. Es suficiente incluso como para iniciarse en la creación de contenidos usando una capturadora de vídeo para subir tus partidas a YouTube.
Hablando precisamente del sistema operativo, Windows 10 es la mejor opción si hablamos de jugar. No obstante, y si ya tienes una licencia propia, algunos ordenadores se ofrecen sin un sistema operativo preinstalado o con FreeDos, una plataforma de línea de comandos que imita al clásico MS-DOS. Tan solo recuerda que deberás instalar Windows 10 para acceder a la inmensa mayoría de los mejores títulos del momento.
Jugar al tope de calidad significa poner tu ordenador a tope de rendimiento y por eso es fundamental cuidar la ventilación. ¿Qué es esto? Muy sencillo: las salidas de aire de la caja para que el calor que produce la máquina salga fuera rápido para poder funcionar siempre a tope. Normalmente las CPU vienen con un buen disipador y suficientes salidas de aire para garantizar su buen funcionamiento.
Una opción muy interesante, si somos manitas, es instalar un sistema de refrigeración líquida para reducir la temperatura del ordenador y que funcione igual de bien pero sin calentarse tanto. Se trata de un proceso apto para expertos que se ofrece opcionalmente en muchas torres gaming, preparadas con huecos y acoples para facilitar su instalación sin necesidad de modificar la estructura de la caja.
También es importante contar con una buena fuente de alimentación. Debe ser potente y tener suficientes vatios. La mayoría de los ordenadores que vienen ya montados cuentan con una de garantías, así que no tendrás que preocuparte por saber el consumo combinado de la CPU, la GPU y el resto de los componentes. Se trata de un componente modular y que siempre puede cambiarse en el futuro.
Accesorios: monitor, teclado y ratón
HP Omen
Además de un buen ordenador, es importante contar con accesorios a la altura de esa flamante CPU. Son muchos y nosotros nos vamos a centrar en los tres más importantes: el monitor, el teclado y el ratón. La pantalla del ordenador tiene que cumplir una serie de requisitos importantes.
Lo primero es la resolución, debemos asegurarnos que sea Full HD o superior, depende de la proporción de la pantalla. Hoy en día pueden encontrarse monitores 4K ya asequibles. El contraste también es importante y mientras más alto sea mejor, así podremos ver más tonos de luces y sombras para apreciar todo con más detalle. La velocidad de refresco, cuanto más alta mejor. Con 75 Hz podemos iniciarnos en juegos poco exigentes visualmente como MOBA y de estrategia, pero si vamos a jugar a títulos de acción en primera persona o carreras, mejor si vamos a por un monitor de 144 Hz.
Sobre el teclado hay muchos gustos y prioridades pero hay tres cosas a tener en cuenta. Primero que sea mecánico: son más duros y resistentes. La opción indiscutible de cualquier jugón. Que tenga teclas programables (macros) también es muy útil para ganar tiempo realizando acciones. Por último la retroiluminación nos permite ver todo de forma rápida. Si además te gustan los juegos de lucha o conducción, tal vez quieras complementar tu teclado con un volante de carreras o un gamepad, que proporcionan un manejo más intuitivo en estos géneros.
El ratón también es una decisión muy personal, pero lo importante es elegir un modelo que tenga mucha resolución (dpi) para que nuestros movimientos con la mano sean lo más precisos posibles. En ellos también podemos configurar macros a través de diferentes botones, de forma que todas nuestras órdenes estarán al alcance de un solo toque. Y por supuesto, no te olvides de usar una buena alfombrilla, porque de nada sirve tener un ratón de campeonato si luego no puedes moverlo con la suavidad necesaria.