¿Necesitas una entrega rápida?Entrega inmediata en menos de 2 horas o en el tramo que tú elijas, de hasta 22 productos diferentes en una gran selección de artículos y marcas.
Teletrabajar y cocinar puede ser fácil: 5 trucos para sacar todo el partido a una Crock-Pot
Es curioso cómo una olla de cocción lenta nos puede ahorrar tiempo y esfuerzo en la cocina para afrontar los retos del trabajo a distancia sin morir en el intento. Así es cómo me ha ayudado a mí.
EN COLABORACIÓN CON
Tiempo. Como su propio nombre indica, las ollas eléctricas de cocción lenta necesitan tiempo, pero eso no significa que durante el mismo precise nuestra supervisión. Lo único que se requiere es introducir los ingredientes, programar el dispositivo y esperar que llegue la hora de comer.
Una de las grandes ventajas de la Crock-Pot es que posibilita la cocina desatendida. Qué maravilla confiar en un dispositivo que irá cocinando a baja temperatura todo tipo de platos, mientras que salimos a hacer algún recado, paseamos con nuestros hijos o teletrabajamos en la habitación de al lado.
Como se ha podido comprobar durante los últimos meses, trabajar desde casa no significa que tengamos más tiempo del habitual para cocinar. Así que contar con una olla de cocción lenta, tipo Crock-Pot que prepare recetas como unas legumbres o un guiso de ternera, mientras nos enfrentamos a nuestra jornada laboral, no estará de más. Teletrabajar y cocinar puede ser fácil con una Crock-Pot, y un poco más fácil si echamos mano de algunos trucos. A continuación os dejo los que a mí me resultan más útiles.
1. Recetas que se hacen solas
Cualquiera que haya hecho alguna vez unas croquetas sabe que no se hacen solas. Habrá que echar unas cuantas horas en la cocina preparando la bechamel, el relleno, formándolas, con el rebozado y, finalmente, friéndolas. Menos mal que la mayoría de platos no llevan aparejado tanto tiempo y atención por nuestra parte. Si fuera así, seguro que el número de “chefs hogareños” disminuiría.
La Crock-Pot permite elaborar una serie de recetas que lo único que requieren es que tengamos los ingredientes a mano, los limpiemos, pelemos, cortemos en algún caso y los pongamos dentro de la olla. Nada más.
Las legumbres, los pescados o las patatas gajo son un buen ejemplo de que, aunque la dificultad sea “cero”, el plato no defraudará a nadie. Por eso, si estamos algo agobiados o queremos cocinar, pero no encontramos el momento, un buen truco es elegir recetas que se hacen solas.
Una de las que a mí más me gusta son las costillas con patatas. Solo necesitamos sazonar la carne y las patatas con aquellas especies que más nos encajen, regar por encima con un poco de aceite, et voilà: conseguiremos un reconfortante plato en tres horas y media mientras despachamos el trabajo que tengamos sobre la mesa.
2. Más vale preparar antes de cocinar
No todas las recetas son tan fáciles de preparar como la anterior, por lo que es importante tener claro qué ingredientes necesitamos. Además, el slow cooking no entiende de prisas, así que tomémoslo con calma, compremos todo lo que necesitemos, leamos bien los tiempos y, si es la primera vez que preparamos ese plato,sigamos alguna receta del libro que viene con la Crock-Pot o de alguna página web que nos convenza. No nos arrepentiremos.
Y es que es normal que, si vamos a cocinar legumbres, tengamos que ponerlas en remojo la noche anterior; o si vamos a preparar un guiso de ternera, sea preciso enharinar y dorar la carne como paso previo a introducirla en la Crock-Pot. Antes de dar por hecho que lo único que se requiere es poner todo dentro de la olla, comprobémoslo con tiempo.
Uno de los platos estrella que aconsejo preparar sí o sí con una olla de cocción lenta es un clásico de la cocina francesa, boeuf bourguignon. Para su elaboración, grosso modo, necesitaremos que la carne marine toda la noche empapada en vino tinto, junto con las zanahorias, cebollas, ajos, tomillo y perejil, dentro de la nevera.
A la mañana siguiente, la secaremos con un poco de papel de cocina, enharinaremos y freiremos por tandas. Sí, lleva su tiempo, pero el resultado merece la pena. Os lo aseguro. Con todo, es posible reducir sustancialmente el tiempo en el proceso de marinado gracias a la envasadora al vacío FoodSaver VS3190X. Durante el proceso de extracción del aire que realiza este electrodoméstico, la pieza abre sus poros y permite que la mezcla se impregne de forma mucho más rápida y directa. Lo que podría llevarnos horas, se reduce a minutos.
3. Para dos días mejor que para uno
Para elaborar este artículo, he tenido la posibilidad de probar durante un par de semanas la CrockPot TimeSelect CSC066X. Este dispositivo cuenta con 5,6 litros de capacidad, así que es tontería no aprovechar y cocinar más de lo que nos vamos a comer ese día. Para eso está el congelador, ¿o no? Y también en este caso, podríamos contar con la genial aportación de la envasadora al vacío de FoodSaver para prolongar la duración de los alimentos en perfectas condiciones hasta cinco veces más.
Por eso me animé a preparar pollo korma, una receta india espaciada que podemos guisar con algunas patatas para comer ese mismo día. ¿Qué hacemos con el resto? Lo congelamos (ya sin el tubérculo) y, cuando llegue el momento, podremos completarlo con una guarnición de arroz basmati que redondeará el menú.
La elaboración de este plato es sencilla, aunque esta vez sí necesitaremos saltear un poco los trozos de pollo (8 contramuslos). Los reservaremos y también pasaremos por la sartén dos cebollas, tres ajos y un trozo de jengibre previamente triturados.
Los mezclaremos en la sartén con las especias (una cucharadita de cúrcuma y otras de garam masala, pimentón dulce y comino), 50 gramos de tomate concentrado, 300 ml de caldo de verduras y un poco de sal. Programamos la Crock-Pot cinco horas y media a baja temperatura. Cuando lleve cinco horas, agregamos un par de yogures naturales y 50 gramos de almendras molidas, y dejamos que se haga la media hora que falta sin poner la tapa.
4. En cocina también hay básicos
A lo largo de los dos últimos años se ha hablado mucho de batch cooking. Se trata de un método que aboga por dejar preparado en unas pocas horas todo lo que se va a comer durante el resto de la semana.
¿Cómo puede ayudarnos la Crock-Pot en esta planificación? Es evidente que si lo que caracteriza a este dispositivo es la posibilidad de cocinar a baja temperatura, no podremos emplearlo para que nos ayude a cocinar muchos platos en muy poco tiempo.
Eso sí, como acabamos de ver, gracias a su capacidad, sí que nos puede servir para cocinar grandes cantidades de un mismo plato, congelarlo en distintos tuppers e ir sacándolos cuando queramos. También puede convertirse en el aliado ideal a la hora de preparar “básicos” de los que echar mano en muchos de los platos típicos de nuestro recetario.
En este sentido, a mí me parece estupenda para la salsa de tomate, caldos de todo tipo o a una amplia variedad de salsas que podemos preparar y congelar para ir sacando del frigorífico a medida que se vayan necesitando. Otro clásico es nuestro sofrito, base de tantas y tantas recetas.
Como de lo que se trata es de hacer una gran cantidad, podemos lavar y trocear 6 cebollas, 12 dientes de ajo y 4 zanahorias. Colocamos todo en la Crock-Pot, regamos con un poco de aceite y programamos 4 horas a baja temperatura. Cuando esté listo, lo pasamos por la trituradora. En el momento que esté frío, podemos dividirlo en tuppers y congelarlo hasta nuevo aviso.
5. La cocción lenta también puede ser "rápida”
A cualquiera que le digamos que hemos tardado 10 horas en hacer unos garbanzos o 20 en un consomé se llevará las manos a la cabeza y nos tachará de exagerados. Pero os aseguro que es verdad, que su coste energético no superará al de tener la vitro encendida para prepararlos en una olla tradicional y, por encima de todo, que lo agradeceremos en el momento que nos llevemos la cuchara o el tenedor a la boca. El sabor importa, y mucho.
No obstante, no todas las recetas que hagamos en la Crock-Pot deben superar las cuatro horas. En las instrucciones que acompañan al modelo TimeSelect CSC066X, se especifican que aquellas que solo lleven normalmente entre 15 y 30 minutos, en cocción a temperatura baja precisarán de 4 a 6 horas, pero en alta podrán estar listas para comer entre una hora y media y 2 horas.
Así que si nos hemos puesto a trabajar y no hemos pensado qué vamos a preparar hoy para comer, a media mañana, mientras que nos tomamos un café o una fruta, podemos preparar algún plato que no lleve tanto tiempo. En mi caso, lo más habitual es optar por algún pescado (sardinas en aceite, caballas con tomate y tomillo, curry de pescado…), pero también podemos sorprender a los más pequeños con una fondue de queso, que podemos preparar en una hora y media, y comer con verduras, pan o incluso fruta. Todos los que la prueban, repiten.