Imagina por un segundo que existieran obras de arte que no sólo puedes ver, sino que también viven y cambian. Pues, por fin, puedes dejar de imaginarlo, ya que esto existe en realidad y se conoce bajo el término arte cinético. Una fascinante corriente dentro del arte moderno es la que se incorpora al movimiento real o aparente como parte de un elemento esencial. Desde esculturas que giran hasta instalaciones luminosas. Sin duda, una nueva forma de entender la creación artística que está ganando gran popularidad entre los apasionados a las exposiciones de arte.
Si tú eres uno de ellos y te intriga el sumergirte en este tipo de arte contemporáneo, sigue leyendo junto a nosotros y descubrirás exposiciones innovadoras de la mano de los mejores artistas cinéticos.
¿Qué es el arte cinético?
Conocido también como cinetismo, el arte cinético surge a mitad del siglo XX como una respuesta al arte estático tradicional. Su esencia reside en el movimiento que puede ser físico, generado por motores, viento o incluso gracias a la interacción del público.
Este enfoque tan dinámico permite que cada obra se viva como una experiencia viva, donde el espacio, la percepción y la temporalidad se convierten en componentes activos a lo largo de todo el discurso artístico.
Clases de movimiento en el arte cinético
En función de su funcionamiento, las piezas pueden llegar a clasificarse en tres tipos:
- Estables: obras estáticas que requieren que el público que les rodea puedan percibir parte de este movimiento.
- Móviles: esculturas con movimiento real. Seguro que te suenan bastante si mencionamos a las obras creadas por Alexander Calder.
- Penetrables: instalaciones inmersivas donde el espectador transita por dentro, convirtiéndose así en parte de la obra.
Artistas cinéticos que marcaron historia
Alexander Cander está considerado como uno de los maestros de los móviles en movimiento suave. Todo un visionario que impulsó este arte cinético. Pero no es el único, a él se suman artistas de la talla de Jean Tinguely, creador de esculturas mecánicas que incorporan elementos de destrucción y recreación, Víctor Vasarely, pionero en el arte óptico y cinético con estructuras que emulan ilusión de movimiento, y Rafael Parra Toro. Uno de los mayores artistas en la actualidad cuyas obras se caracterizan por combinar arte cinético con realidad aumentada y efectos visuales digitales.
El legado inmersivo del arte cinético
Cada vez son más las exposiciones contemporáneas que se unen a este tipo de concepto. En ellas se reúnen piezas de todo tipo donde se fusionan arte, luz y tecnología, destacando así la evolución del movimiento artístico en el siglo XX.
El fin de este tipo de obras es que nos convirtamos en participantes activos y no únicamente meros espectadores. Activan nuestra curiosidad, desafían nuestros sentidos y ofrecen una experiencia estética envolvente única e irrepetible. El arte cinético es capaz de reavivar nuestra conexión con el espacio y el tiempo, recordándonos que el arte también tiene vida y se puede mover.
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