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Una boda es perfecta y memorable si el cóctel, la comida o la cena del enlace lo han sido. Nada como dejar a los invitados satisfechos y con un buen sabor de boca, en el sentido literal más estricto, para que durante meses se esté hablando del día en el que os distéis el “Sí, quiero”.
Qué mejor manera de conquistar a los asistentes al enlace que con una recepción suculenta de aperitivos que añadan notas de color y sabor a la celebración. Los bocados en pequeñas dosis, pero con elaboraciones exquisitas y vistosas, siempre gustan así es que no os privéis de alargar el aperitivo lo posible, más si vuestra boda se celebra en verano. El clima está de vuestra parte y las tertulias distendidas que se generan en ese momento son especialmente agradables y se disfrutan el doble.
Acompañad la degustación con una buena selección de vinos fresquitos, una estación de cervezas artesanas y limonada o aguas con aroma, como alternativa sin alcohol.
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Incluir un show cooking en la boda, bien en ese momento del aperitivo, bien como estación durante la celebración posterior, es otra apuesta segura con la que podréis sumar una buena dosis de espectáculo a vuestra boda. Y si no, contemplad tal vez un ‘corner’ de cocina interactiva y que sean los invitados los que tengan la oportunidad de montar, por ejemplo, unos tacos. Seguro que les resulta de lo más divertido y es una manera más creativa de pasar el rato y animar la interacción entre ellos.
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Ya hace tiempo que las bodas se han comprometido con el entorno y ese afán por ser más sostenibles se afianza en el sector. Elegir productos locales y de temporada mantiene su posición como tendencia gastronómica. Incluir vinos de la zona, quesos y embutidos de la tierra, salsas y mermeladas confeccionadas con materias primas próximas y artesanas no solo será una manera de mostrar también que sois comprometidos, sino que, además, estaréis añadiendo más sabor si cabe a aquello que habéis decidido poner sobre la mesa.
Un buen producto no sabe igual si la presentación no se ha cuidado de igual forma. Mimad al máximo la puesta en escena de vuestros platos, la mantelería, la vajilla, los accesorios decorativos, los centros de mesa y las sillas deben estar a la altura para llevar vuestra boda al nivel de perfección.
Jugad con las mesas mezclando formas y tamaños para dar dinamismo y este verano llevad al centro flores o frutas de temporada sobre manteles lisos. Así crearéis una atmósfera fresca y colorida que generará sensaciones de armonía y confort entre los asistentes al gran día. Y si habéis previsto una cena bajo las estrellas, entonces encended velas y guirnaldas. Las sensaciones que transmiten no pueden ser más acogedoras.
Por último, anotad esto: las tartas nupciales vuelven a estar de moda. Por lo tanto, si sois almas dulces recrearos con la guinda del pastel porque se llevan, y mucho, las tartas muy elaboradas y de dimensiones nada contenidas.
Con estas ideas vuestros invitados se llevarán el bocado más exquisito de vuestra boda. ¡Un brindis por esos momentos deliciosos!
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