Hay ocasiones en las que elegir el regalo de los invitados para agradecerles la asistencia a la boda resulta sencillo. Sin embargo, la mayoría de las veces es un pequeño quebradero de cabeza. Pensar en complacer a todos no es fácil. El abanico de opciones es inmenso. No dejan de sumarse más y más propuestas a cual más original, personalizada, práctica o bonita. Tanta variedad se agradece, pero también complica la elección. En la mente de los novios está dar con la fórmula del éxito: que guste a todos y que no lo consideren algo de lo que deshacerse al llegar a casa. ¿Queréis algo así? ¡Lo tenemos!
Pensad en un detalle gourmet. Será un producto exquisito. Si bien desaparecerá sin dejar rastro tras ser disfrutado, dejará el mejor sabor de boca. Será algo que recordar como una delicia de su paso por vuestra boda.
Hay innumerables opciones. Basta con darse una vuelta por el Club del Gourmet de El Corte Inglés para encapricharse de la extensa gama de bocados dulces o salados. ¿Qué tal si optáis por unos caprichos dulces? Dejaos llevar por las recomendaciones de los profesionales que atienden esta sección de delicatessen para dar con el mejor detalle dulce que regalar a los invitados de vuestra boda. Ellos tendrán en cuenta factores tan importantes como el estilo de la boda, el gusto de la mayoría o la estación del año para considerar cuál será el mejor producto en función de la temperatura del momento y los gustos mayoritarios.
Los regalos que ofrezcáis como recuerdos de vuestra boda no tienen por qué ser independientes. Vuestra elección podría estar en las estanterías de dulces y galletas. Por ejemplo, unos bonitos frascos de cristal con palomitas gourmet de cerezas y chocolate Love Popit; una selección de galletas artesanas y semillas de chía como las de Milola; un mini panettone tradicional Brerera Milano si vuestra boda está inspirada en Italia; unas coloridas gominolas multifrutas en forma de oso y con ingredientes naturales de Wonkandy que nunca fallan o un surtido de caramelos Jelly Belly para cosechar sonrisas de dulzura entre los invitados.
Si la boda se celebra en otoño o en invierno, en el chocolate puede estar el acierto. Las bodas de verano o de primavera, sometidas al calor estival no son el mejor momento para estos dulces. En chocolates y bombones quedaréis como reyes con los mini libros Venchi si las bodas son más íntimas y familiares y estáis dispuestos a cuidar al máximo los detalles; las tabletas de chocolate Puchero con croissant de mantequilla son también una delicia o las trufas de praliné rellenas de frambuesa Willie’s Cacao, que resultan ideales para bodas con aforo reducido y bodas civiles en formato pequeño. Y, para clásicos que nunca fallan, unas deliciosas moscovitas.
Por último, al margen de que el gran día se celebre en las estaciones más frías o en las épocas del año más cálidas, si lo que deseáis es tener un detalle dulce como regalo para los invitados, las mermeladas, mieles y siropes gourmet formarían la terna que quedaba para completar la lista más deliciosa de detalles posibles. Mermeladas de limón, de manzana con jengibre, mieles de acacia y trufa, surtidos ecológicos de eucalipto, castaño y brezo, de piña colada del Club del Gourmet...
Cualquier elección será un capricho con el que sumaros un rico tanto.
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