COLDPLAY
Coldplay (Londres, Reino Unido, 1996) es el grupo liderado por el cantante Chris Martin que saltó a la fama con un puñado de canciones intimistas llenas de color y optimismo. "Yellow" descubrió el sincero Parachutes, número uno en la escena independiente desde su aparición en las tiendas de discos.
El éxito de Coldplay es el éxito de esa gran hornada de bandas como Starsailor, Keane o Travis, que trabajan al margen de los focos y las portadas de las revistas de música esmerándose en componer buenas canciones que lleguen por el camino más corto al corazón del oyente, sin afectación, con sigilo, desvelando algunos de los hilos que forman la tela de araña de los sentimientos. Con cierta melancolía también, por supuesto.
Formado como grupo desde la universidad, Chris Martin, Jon Buckland, Guy Berryman y Will Champion empezaron a tocar por los clubes de Londres bajo el nombre de Pectoralz, luego Starfish y finalmente Coldplay. Los tres EP que saca la banda, Safety (1998), Brothers and Sisters y The Blue Room (1999), junto a la atracción que generan tras actuar en el festival más aclamado del Reino, Glastonbury, convencen a la discográfica Parlophone, la misma que la de sus ídolos Radiohead, para que los meta en el estudio de grabación con la intención de editar su primer disco.
Ken Nelson, que también será el productor de su segundo trabajo, da forma a Parachutes (2000), un disco que suena a encantamiento por su sencillez en temas como "Shiver", "Yellow" o "Trouble". El álbum gana un Grammy, al igual que A rush of blood to the head (2002), con el que inician una gira mundial en la que tocan "Clock", "In my place" y "The scientist", las canciones más escuchadas en las emisoras de radio.
Para el siguiente trabajo, más ambicioso, se toman dieciocho meses de elaboración, lo que les permite obtener una recompensa oportuna en clave de ventas. Más de ocho millones de copias para cerrar esta trilogía de Coldplay con X&Y (2005), también con tarareables melodías en "Speed of life" o "Fix you".
Las señales de la cultura hispana, que tanto llaman la atención de los componentes del grupo, se plasma en el disco más famoso de Coldplay, Viva la vida or Death and all his friends (2008), título sugerido a partir de un cuadro de la mexicana Frida Khalo. Este trabajo supone un giro en la trayectoria de Coldplay, convertido ya en fenómeno de masas y capaz de disfrutar del reputado Brian Eno en la producción de un disco con canciones tan seductoras como "Violet hill".
Tres años después Coldplay publica Mylo Xyloto y lo presentan en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. En el coso taurino resuenan con agrado "Paradise" o "Princess of China", esta última cantada en el disco junto a Rihanna. La extrema popularidad del grupo afecta también, de mil formas, a sus componentes, que rechazan los contornos de ídolos. Después de lanzar los adelantos "Magic" y "Midnight", y de que Chris Martin volviera a encontrar su equilibrio con el mundo, Coldplay publica en la primavera de 2014 Ghost stories, otro buen puñado de canciones directas al motor de circulación del ser humano.
Tan solo un año más tarde, en 2015, el grupo lanza su séptimo de estudio, A Head Full of Dreams. Vendieron casi dos millones de copias y fue número uno en Reino Unido y número dos en otros tantos países como Estados Unidos, Canadá o Países Bajos. Para sorpresa de todos sus seguidores y tras un largo parón creativo, en 2019 editan Everyday Life, cincuenta y tres minutos de música divididos en dos partes: Sunrise y Sunset con ocho temas cada una.



