Durante los primeros seis meses de vida el bebé solamente necesitará tomar leche (materna o artificial), pero a partir de esta edad se podrán ir introduciendo en la dieta nuevos alimentos poco a poco. Uno de los motivos por los que se debe hacer poco a poco es por las alergias. Te lo contamos todo sobre ellas y en especial sobre la alergia al huevo en bebés.
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Las frutas y las verduras van a aportar al bebé vitaminas, minerales y fibra. La carne, los pescados y los huevos aportarán, por su parte, proteínas y minerales como el hierro. Se deberán, por tanto, ir introduciendo todos estos alimentos y muchos más poco a poco a partir de esa edad para que el bebé cuando haya cumplido un año haya probado ya casi de todo. También es importante en lo que respecta a la alimentación de bebés y niños que estos tomen la iniciativa y coman alimentos que ingieren otros miembros de la familia. Los padres deben, además, ofrecer siempre a sus hijos los alimentos más adecuados, aunque la cantidad que se ingiera la decida el niño. No se les debe forzar a que se lo coman todo ni tampoco a que se terminen todo lo que hay en el plato. Y, lo más importante, tener cuidado en no ofrecer al niño alimentos demasiado grandes o de consistencia dura para evitar que se pueda atragantar.
Una vez tenemos todo esto claro, hay que tener especial cuidado con las alergias. Además, el simple hecho de ir introduciendo los alimentos poco a poco hará que se identifique perfectamente qué alimento le ha podido producir una reacción alérgica al bebé o niño. Pero ¿qué es la alergia a los alimentos? Una reacción dañina desencadenada por un alimento que se produce porque el sistema inmunológico reacciona exageradamente ante un alimento que habitualmente sí suele ser bien tolerado por otros niños y adultos.
Por norma general hay que tener claro que la alergia a alimentos es mucho más frecuente en niños que en adultos. En los niños más pequeños los síntomas coinciden exactamente con la primera vez que el alimento es ingerido. Es por ello por lo que resulta tan importante ir ofreciéndoselos poco a poco.
El huevo y la leche de vaca son los alimentos que con más frecuencia producen alergia en ellos. Es alrededor del primer año de vida cuando esta última suele manifestarse porque es cuando los niños la empiezan a tomar, a partir de los doce meses, aunque algunos bebés sigan con la lactancia materna cuya recomendación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sea extender su consumo hasta los dos primeros años de vida del niño. Asimismo, el huevo, otro de los alimentos que más alergia suele causar junto a la leche de vaca, aunque la alergia a este alimento suele producirse entre el primer y el segundo año de vida, aunque también lo hará la alergia a las legumbres o a las frutas. La reacción que suele producir por comer un alimento, o por tocarlo ocurre casi de inmediato tras su exposición, y se manifiesta mayormente en la piel. Es lo que conocemos con el nombre de urticaria, que es el picor y el enrojecimiento de la piel. Los síntomas digestivos también suelen ser habituales.
La alergia al huevo en bebés y niños pequeños es más frecuente de lo que creemos. Esta se suele producir al comer el menor por primera vez la clara de huevo, aunque algunas veces aquellos que son muy alérgicos ya la presentan cuando los progenitores introducen la yema de huevo en la dieta del niño. La clara produce más alergia simplemente porque la cantidad de proteínas que tiene es muy superior.
No obstante, existen algunas excepciones ya que en algunos niños al tomar el huevo tal cual cocinado no se producen los síntomas. Sin embargo, cuando el huevo se cocina en tortilla sí se dan. Hay que tener en cuenta también que el niño que no tolera el huevo que procede de la gallina tampoco va a tolerar los huevos de otras aves como podría ser el pato.
Los principales síntomas de la alergia al huevo en bebés y niños.
El sistema inmunitario es el que normalmente combate las infecciones. Por eso cuando el bebé tiene alergia al huevo su organismo reacciona de forma completamente desproporcionada a las proteínas de este. ¿Por qué? Principalmente porque su cuerpo identifica esas proteínas como invasores nocivos, y aunque los síntomas y las diversas reacciones de la alergia al huevo varíen de una persona a otra en la mayoría de las ocasiones efectivamente se producen tras haber ingerido el alimento. Los principales son:
-inflamación de la piel (urticaria)
- cólicos, las náuseas y los vómitos
-tos y el silbido al respirar
-congestión nasal, moqueo y estornudos
-opresión en el pecho y falta de aire
Pero también otros, aunque algo menos comunes como:
-ronquera
-dolor de tripa
-vómitos
-diarrea
-ojos hinchados, llorosos y que pican
-manchas en forma de puntos rojos
-sensación de desmayo
Asimismo, se debe tener en cuenta también que existen una serie de factores que podrían incrementar el riesgo de presentar alergia al huevo como son la edad, ya que es más frecuente en niños que en adultos porque a medida que se va creciendo el aparato digestivo también lo va haciendo, es decir, va madurando y también las reacciones alérgicas a los alimentos son mucho menos probables; los antecedentes familiares, pues mayor riesgo tendrá el niño si alguien de su familia como su padre o su madre tuviera alergia al huevo; y la dermatitis atópica. Se ha demostrado también que aquellos niños con dermatitis atópica y reacciones en la piel son más propensos a padecer una alergia alimentaria. De hecho, la sensibilización más frecuente en niños con dermatitis o eccema atópico es la sensibilización al huevo.
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