El primer paso para elaborar nuestra receta es preparar la sopa. Para ello, en el vaso de la batidora introducimos el contenido del bote de espárragos, incluyendo también el líquido, junto al yogur, el quesito, el ajo, sal al gusto y un chorrito de aceite. Batimos bien y vamos ajustando de sal y aceite. Lo dejamos en la nevera unas cuantas horas –o incluso toda la noche– para que esté muy frío y que el sabor se asiente. Pero si lo vais a tomar casi inmediatamente, un buen truco es meterlo en el congelador unos 20 minutos.
Una vez esté a la temperatura que deseamos, servimos nuestra sopa en un bol y ponemos las nueces muy picadas por encima, las alcaparras también picadas mendas y el salmón partido en tiras finas. Adornamos con un poco de eneldo y unas gotas de aceite. Ya tenemos lista nuestra sopa, fresca, saludable y deliciosa.
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Lidia de la O "Podemos añadir a la crema, en lugar del agua de los espárragos, un poco de mostaza, de la variedad que más nos guste. Le aportará un sabor más potente, un color maravilloso y además combina estupendamente con el resto de los ingredientes. Seguirá siendo una receta ligera ya que la mostaza es de las salsas menos calóricas que podemos encontrar en el mercado."
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