De compras con el editor de deportes: 12 artículos para activar buenos hábitos en enero
Creatividad: Paula Jara Xelmírez
Enero siempre me ha parecido un mes honesto. No promete milagros ni transformaciones exprés, pero sí algo mucho más valioso: la oportunidad de empezar bien el año. De moverse con calma, de entrenar con sentido y de recuperar esos hábitos que te hacen sentir mejor por dentro y por fuera. Sin prisas, sin castigos, sin discursos grandilocuentes.
Este mes me gusta rodearme de productos que acompañan de verdad. Piezas que ayudan a entrenar mejor, a recuperar con cabeza y a disfrutar del proceso sin convertirlo en una obligación. Hay tecnología pensada para durar, prendas icónicas que abrigan cuerpo y ánimo, equipamiento para interior y exterior y accesorios que marcan la diferencia cuando buscas constancia sin presión.
Esta es mi lista de enero. Lo que tengo en el radar, lo que ya uso y lo que me apetece estrenar para empezar el año moviéndome más y mejor.
Un smartwatch premium para quien quiere ir un paso más allá
Huawei Watch Ultimate 2
He elegido este reloj para empezar el año porque va un paso más allá de lo que normalmente entendemos por smartwatch. Me gusta porque combina una presencia muy seria —robusta, elegante, de esas que sientes sólida en la muñeca— con una tecnología que roza lo improbable. Es un reloj pensado para entrenar, para la vida diaria y, si hace falta, para situaciones en las que la aventura se complica. Su batería de larga duración me da mucha tranquilidad, igual que su precisión en posicionamiento, que parece diseñada para gente que no quiere perderse… literalmente. Pero lo que realmente me sorprende es su mentalidad de herramienta: desde sus funciones avanzadas de salud y su construcción en materiales premium preparados para soportar casi cualquier entorno. Es de esos dispositivos que no solo suman datos, sino que transmiten seguridad, control y un punto de emoción tecnológica que, para arrancar el año, a mí me motiva especialmente.
Un icono del invierno que hace apetecible salir de casa
Chaqueta Nuptse Retro 1996 The North Face
Hay prendas que no necesitan explicación, solo contexto. Esta Nuptse es una de ellas. Me gusta porque abriga de verdad, sin sensación de rigidez, y porque su diseño sigue funcionando década tras década. La llevo para caminar, para ir al gimnasio o para días de actividad ligera al aire libre. En enero, cuando el frío puede convertirse en excusa, esta chaqueta hace justo lo contrario: te anima a moverte. Además, pocas prendas estilizan más que un plumas corto, un tipo de prenda que hace que el torso aprezca mucho más grande y las piernas más largas.
Cardio en casa para sumar movimiento sin depender del clima
Bicicleta elíptica EVOE4 Bodytone
Enero es un gran mes para integrar el cardio de forma regular, y esta bicicleta elíptica me parece una aliada muy sensata. Me gusta porque es estable, silenciosa y permite entrenamientos completos sin impacto. La uso para empezar el día con energía o para soltar piernas por la tarde, sin necesidad de salir de casa. Es una forma muy práctica de mantenerse activo cuando el tiempo no acompaña o simplemente apetece entrenar a otro ritmo.
Estética Y2K, comodidad absoluta y cero esfuerzo a la hora de combinarlas
adidas Adistar (285)
Estas zapatillas me gustan precisamente porque no están pensadas para correr, sino para vivirlas en el día a día. Tienen esa estética Y2K tan reconocible, con volúmenes generosos y una silueta contundente que funciona muy bien con pantalones anchos, vaqueros relajados o incluso chándales más elevados. Son comodísimas desde el primer momento, de esas que te pones por la mañana y no te acuerdas de que las llevas hasta que llegas a casa. Me parecen ideales para enero porque encajan con muchos outfits sin esfuerzo y aportan ese punto deportivo y nostálgico que ahora mismo se ve tanto en la calle. Unas zapatillas para andar, para moverte y para sumar estilo sin pensar demasiado.
La recuperación como parte activa del entrenamiento
Theragun Sense 2 Therabody
Este dispositivo de recuperación de Therabody se ha convertido en uno de mis grandes aliados en enero. Me gusta porque es intuitivo, silencioso y muy eficaz para descargar músculos después de entrenar. Lo uso especialmente en piernas y espalda baja, zonas que suelen resentirse cuando vuelves a entrenar con regularidad. Pero mi zona favorita de uso son los antebrazos, que sufren mucho por el agarre de pesas, barras y kettlebells. Cuidar la recuperación desde el principio marca la diferencia, y este tipo de herramientas ayudan a que el hábito no se rompa.
Música y movimiento sin aislarme del entorno
Auriculares OpenMove Shokz
Estos auriculares de la marca Shokz me parecen perfectos para entrenar al aire libre en enero. Me permiten escuchar música o podcasts sin perder la percepción de lo que ocurre alrededor. Son ligeros, cómodos y no se mueven, incluso en sesiones largas. Para mí, entrenar escuchando el entorno forma parte del disfrute porque sé que no va a pasar nada raro, y estos auriculares lo hacen posible.
Una bicicleta que convierte cualquier salida en un plan apetecible
Scott Foil RC 20
Enero también es un mes para soñar con rutas largas y empezar a construir base. Esta Scott Foil RC 20 me gusta por su diseño aerodinámico, su ligereza y la sensación de fluidez que transmite al pedalear. Es una bici que motiva incluso antes de salir, simplemente con verla apoyada en casa. Ideal para quienes entienden el entrenamiento como disfrute a largo plazo.
La chaqueta ligera que siempre acabo poniéndome
Chaqueta Garona Born Living Yoga
Esta chaqueta de Born Living Yoga destaca por su sencillez bien resuelta. Me gusta porque abriga lo justo, no pesa y funciona para muchos contextos distintos. La uso para entrenar suave, para clases de movilidad o simplemente para moverme cómodo durante el día. Es una prenda discreta, fácil de combinar y muy coherente con un enero sin excesos.
Minimalismo técnico pensado para correr con la cabeza despejada
Race T-shirt NNormal
Esta camiseta encaja perfectamente con la forma en la que me gustaría correr en 2026. No busca llamar la atención ni sumar capas innecesarias, sino acompañar el movimiento con absoluta discreción. Es ligera, transpira de verdad y el patrón está tan bien resuelto que desaparece en cuanto empiezas a moverte. Me gusta porque no roza, no pesa y no distrae. En enero, cuando lo que busco es reconectar con las sensaciones y volver a disfrutar del gesto de correr, prendas así lo ponen todo fácil. Te la pones, sales y te concentras en lo importante: el ritmo, la respiración y el camino.
Un clásico rápido para entrenamientos con intención
adidas Adizero Boston
Estas adidas Adizero Boston son ese tipo de zapatillas que sacas cuando el cuerpo te pide algo más de chispa. Me gustan porque ofrecen una sensación clara de respuesta sin dejar de ser utilizables en el día a día del entrenamiento. Las uso para sesiones más alegres, cambios de ritmo o días en los que quiero correr con intención y sentir cómo la zapatilla acompaña cada zancada. Son ligeras, reactivas y transmiten confianza desde el primer kilómetro. En enero, cuando empiezas a ordenar el entrenamiento y a diferenciar esfuerzos, tener un modelo así marca la diferencia entre correr por correr y correr con propósito.
Botas que invitan a volver a pisar montaña sin miedo al invierno
Lowa Zephyr MK2 GORE-TEX Mid
Salir a caminar por la montaña en enero tiene algo profundamente reparador. Pienso, por ejemplo, en una excursión por los Lagos de Covadonga, con el suelo húmedo, el frío limpio en la cara y ese silencio que solo se encuentra lejos de todo. Para planes así necesito sentirme seguro, y estas botas de me lo ponen fácil. La membrana GORE-TEX mantiene los pies secos incluso cuando el terreno se complica, el agarre responde bien sobre piedra mojada y el soporte del tobillo da confianza en cada paso. Además, son cómodas desde el primer uso, algo que valoro mucho cuando la caminata se alarga más de lo previsto. Son el tipo de botas que no te distraen del paisaje, y eso, para mí, es clave para reconectar de verdad con el exterior.
La bolsa que da forma y orden a cualquier plan activo
Basecamp Duffel M The North Face
Cierro la selección con una de esas piezas que sostienen todo lo demás. Esta bolsa se ha convertido en mi aliada silenciosa para el gimnasio, para escapadas de fin de semana o para cualquier día en el que encadeno varios planes activos. Me gusta porque es resistente de verdad, aguanta golpes, peso y uso continuado, y porque su tamaño permite llevarlo todo sin sensación de caos. Tener el equipo ordenado, saber dónde está cada cosa y salir de casa sin pensar demasiado parece un detalle menor, pero en enero marca la diferencia. Es el tipo de accesorio que no llama la atención, pero sin el que todo se desordena.
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