CRAKER SORPRESA.

Una de las tradiciones más características de la comida de Navidad en los hogares de Londres son los crackers. Ninguna mesa navideña estaría completa sin ellos.

En su forma más sencilla, el cracker es un tubo de cartón envuelto en papel brillante. Lleva por dentro una tira que crea un pequeño ruido explosivo al tirar del cracker y contiene una corona de papel, un pequeño regalo y un lema o chiste.
Los londinenses dejan un cracker en la mesa para cada invitado en la comida de Navidad. Antes de comenzar, todos tiran de sus crackers, leen los chistes que encuentran en ellos y, por supuesto, se ponen la corona durante la comida.

El cracker nació en 1847 cuando Tom Smith, un pastelero de Londres, estaba buscando nuevas ideas para atraer a sus clientes por las fi estas de Navidad.
Inspirado por los caramelos envueltos que ya vendía y el ruido de su chimenea de leña, ideó un regalo sorpresa con un caramelo y un lema en su interior.

El señor Smith lo bautizó como Cosaque, pero popularmente su invento tomó su nombre del sonido característico, “crack”, que hacía cuando se tiraba de él para abrirlo. Con los años, el contenido tradicional evolucionó hasta ser lo que conocemos actualmente, pero el diseño ha cambiado poco desde sus inicios.
El cracker fue todo un éxito y más de 150 años después ha llegado a ser una parte esencial de las celebraciones navideñas de todos los ingleses, incluyendo la Familia Real (aunque el contenido de los suyos es un secreto bien guardado). Los Tom Smith Luxury Mini Crackers siguen la tradición iniciada por su creador como la manera más divertida de empezar las festividades.