Cortamos los filetes de gallo en tiras y los ponemos en un bol. En el bol añadimos la salsa de soja, el pimentón, la panela y el zumo de 4 limas. Removemos bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Dejamos marinar en la nevera durante 2 o 3 horas. Para preparar el pico de gallo, cortamos los tomates y la cebolla morada en daditos pequeños, el jalapeño en rodajas y exprimimos una lima, añadimos sal, el cilantro picado y removemos todo bien. Escurrimos el gallo marinado y servimos.
Porque la verdad es que el gallo no es que sea un pescado muy atractivo, pero su carne blanca y suave lo convierte en un clásico de muchos de nuestros platos. El nombre le viene de la forma de su cuerpo y aleta dorsal, que recuerda vagamente a la cresta de un gallo. Su cuerpo plano y sus dos ojos en el mismo lado de la cara le son muy útiles para posarse en el fondo de los lechos arenosos y esperar allí a sus presas. Sus zonas de pesca habituales son el Atlántico oriental y el Mediterráneo. Su carne, que recuerda a la de otros pescados similares como el lenguado, tiene un excelente sabor, pero también es muy apreciado por ser bajo en grasas y tener un gran contenido nutricional muy rico en proteínas.
Hemos preparado para acompañarlo una salsa de pico de gallo, todo un clásico de la comida mexicana. El toque fresco y algo picante de esa salsa basada en tomates y cebollas picados lo hemos combinado con soja y cacahuetes para crear toda una fusión de sabores.
Servimos el plato en una fuente con un poco de lechuga, el gallo marinado, cacahuetes por encima y acompañamos con el pico de gallo y unos totopos para servirlo.
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