Cuatro generaciones dedicadas a conseguir el mejor jamón ibérico. Desde el arriero y visionario Francisco, el emprendedor Atanasio, el trascendental Santos, hasta la actualidad. Esto es Carrasco.
En 1895 Francisco Carrasco, un arriero de Guijuelo (Salamanca), vio que con la llegada del ferrocarril podía llevar cerdos de distintos lugares a la localidad salmantina. Su decidida voluntad le llevó a sentar las bases de lo que hoy es Carrasco. En la década de los 50 los tres hjos de Francisco adquieren una fi nca para la cría de cerdos ibéricos en jerez de los Caballeros (Badajoz) y Atanasio Carrasco construye un matadero en Guijuelo. A Atanasio le sucede su hijo Santos, quien consolida la marca. Aunque hoy sigue en el negocio ha ido dando paso a sus hijos que han afrontado un proceso de expansión e innovación constante.
Carrasco elabora un jamón ibérico con un sabor único y universal a un tiempo. Un sabor diferente, un sexto sabor, que hace que cada cata de jamón se convierta en una experiencia de intensidad fuera de lo común.
Pero Carrasco no se ha quedado aquí, ha continuado explorando caminos que le diferencien del resto de marcas. Un proyecto innovador es el Jamón de Dátil. Consiste en engordar cerdos ibéricos con alimentos diferentes a los tradicionales para lograr sabores o aromas sorprendentes: en este caso dátiles También lleva su innovación a la imagen de sus presentaciones, como el exclusivo estuche diseñado por Antonio Miró para presentar el jamón ibérico. Presentaciones únicas que se pueden encontrar en el Club del Gourmet en El Corte Inglés.
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