Uno de los principales motivos por los que las freidoras de aire tienen tanto éxito es por lo crujientes y deliciosos que quedan los platos rebozados. Ahora puedes comprobarlo con platos tan nuestros como unas croquetas o unas rabas enharinadas, o con propuestas tan fundentes como unos fingers de mozzarella.
Y es que no sobrará ninguna, te lo garantizamos. Porque cuando empieces a servir longaniza, chorizo -ya sea dulce, picante o criollo-, butifarra clásica o con setas, o las morcillas y longanizas que podrás encontrar en un preparado de carnes seleccionadas para barbacoa, literalmente volarán de la mesa.
Con pan, ya son todo un manjar, pero si te animas, puedes preparar en pocos segundos unos montados deliciosos. Por ejemplo, una tosta de butifarra. Para ello, escoge una butifarra, un buen pan payés y úntalo con, ajo, tomate y aceite de oliva virgen, y ponle un poquito de tomillo. O móntate una chapata de chistorra muy navarra, con pan de chapata, chistorra, alcachofas en conserva, queso Idiazábal y una original salsa de pimientos del piquillo y huevo frito.
Porque aunque podamos disfrutarlas todo el año, en verano con las barbacoas es cuando mejor saben. Tenemos un montón de propuestas, que se pueden diferenciar por el tipo de carne, el tamaño, el especiado, el grosor… La Bockwurst, por ejemplo, incluye carne de ternera y de cerdo. Se trata de una salchicha anaranjada que se emulsiona antes de rellenarla, lo que le da una textura más suave al cocinarse. La knacker (proviene de “knackwurst”) es una gruesa salchicha de color rojizo, elaborada con carne de ternera y cerdo, que tiene un sabor más intenso debido al ajo. Con las pequeñas salchichas cocktail podrás crear una gran variedad de entrantes o canapés. Y con la clásica salchicha Frankfurt, elaborada únicamente con carnes de cerdo ahumadas, puedes preparar un perrito caliente clásico como el que te mostramos en el vídeo. Sólo necesitarás una salchicha Frankfurt, pepinillo, cebolla frita, queso cheddar, kétchup y mostaza.
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