El desarrollo del bebé con 18 meses

A los 18 meses el bebé recorre andando toda la casa y camina por el parque. Le encanta jugar con la arena, subir al tobogán y sentirse completamente libre, actividades que le ayudan a desarrollar su motricidad y forjarán su carácter. A esta edad el pequeño ya es capaz de demostrar claramente que sabe lo que quiere y lo que no. Le costará cada vez más permanecer en su sillita con el cinturón e intentará liberarse de él como sea. 

A los 18 meses el bebé niño pesa alrededor de 11,8 kilos y mide unos 82,5 cm. Si es niña su peso rondará los 11,5 kilos y su altura los 80,5 cm. 

El bebé ya entiende lo que le pides si le das indicaciones sencillas, escucha una historia mirando los dibujos y nombrando los objetos que ve, e incluso podrá avisarte cuando el pañal esté mojado. Te reconoce –y también a sus hermanos, tíos, abuelos y familiares cercanos– cuando os ve en una fotografía. Sabe quiénes sois e incluso es capaz de decir el nombre de alguno de ellos.

Probablemente diga ya al menos diez palabras, mire cuentos de páginas rígidas, juegue solo en el suelo, se reconozca en una foto y baile al escuchar música. Ya arrastra objetos, gatea hacia atrás para bajar escaleras y puede que comience a mostrar preferencia por una mano. ¿Ya te pide cosas por su nombre? Si todavía no, dale algo de tiempo porque pronto lo hará. A esta edad es normal que muchos niños todavía no sean capaces. 

Ya lleva varios meses sentándose con vosotros a la mesa. Es importante que coja estos hábitos y que se sienta integrado en las comidas familiares. Es también una forma de aprender. Bebe agua de su propio vaso y lo sujeta cada vez mejor. Ya come utilizando la cuchara y cada vez controla mejor el equilibrio y la concentración en el uso de los cubiertos.

Se aconseja seguir introduciendo nuevos sabores y nuevas texturas en la dieta del niño. Sus preferencias alimentarias se establecen a una edad temprana, así que hay que fomentar el gusto por los alimentos saludables. Su estómago es pequeño, así que intenta servirle solo los alimentos que contengan los nutrientes que necesita para crecer sano y fuerte y limita los dulces y las calorías vacías en la medida de lo posible. 

A esta edad, los rasgos rollizos de los bebés (mejillas abultadas, barriga redondeada, codos y rodillas turgentes, muslos robustos...) no necesariamente indican sobrepeso. Lo habitual es que los bebés estilicen al aproximarse el fin de su segundo año de vida, a medida que su altura aumenta más rápidamente que su peso. En cualquier caso, si la constitución del bebé te preocupa, puedes hablarlo con su pediatra en la revisión de los dieciocho meses.

La conocida como revisión de los dieciocho meses puede hacerse en cualquier momento entre los dieciséis y los veinticuatro meses. Es la ocasión ideal para comprobar el crecimiento del pequeño y para solucionar posibles problemas de sueño o de educación. En esta visita, además de examinar el estado de salud del bebé, el pediatra evaluará su desarrollo psicomotor y psicoafectivo. Además, le pondrá dosis de recuerdo de las vacunas.

A esta edad es esencial vigilar la higiene dental del bebé. La introducción de nuevos alimentos en su dieta dispara la posibilidad de que aparezcan caries. Aunque no son frecuentes, las caries en bebés pequeños suelen originarse por un contacto prolongado de los dientes con la leche –por ejemplo, si el bebé se queda dormido con el biberón en la boca–, o por ingerir líquidos o alimentos con mucho azúcar, como zumos, golosinas o galletas. 

Fuentes: 

Healthychildren.org. Edades y etapas del bebé. Asociación Americana de Pediatría. 2023. 

Murkoff, H. y Mazel, S. Qué se puede esperar del segundo año. De los 12 a los 24 meses. Editorial Planeta, 2016.