Antes de soltarse a andar, la mayoría de los bebés gatean. Suele ser una fase fugaz, lo justo para que el pequeño adquiera las destrezas que le permiten ponerse de pie y caminar. Toma nota de la ropa recomendada para que esté protegido y con libertad de movimientos.

¿A qué edad comienzan a gatear los bebés?

Alrededor de los 8 o 9 meses –o tal vez algo más adelante, dependiendo del ritmo de maduración en cada caso– el bebé va a comenzar a poner en práctica su capacidad de desplazarse por sí mismo a través del gateo. El gateo es una manera de arrastrarse que supone el aprendizaje previo a andar. El apoyo de los padres en esta etapa es fundamental para motivar al pequeño. Es importante dejarle libertad para que pueda explorar y descubrir el mundo a su ritmo, sin miedo y con seguridad en sí mismo.

La importancia de elegir ropa adecuada para el gateo

El gateo es la fase anterior a los primeros pasos y aporta multitud de beneficios al bebé. Gracias al gateo el pequeño mejora su percepción del espacio, su coordinación de movimientos e inicia el desarrollo de cierta independencia, relacionándose de forma cada vez más autónoma con su entorno.

Mediante el gateo el bebé va descubriendo poco a poco su capacidad de locomoción deslizándose por el suelo. Por eso es importante que sus piernas y rodillas estén protegidas adecuadamente para evitar que pueda hacerse daño al desplazarse. Los suelos resbaladizos, los baldosines demasiado fríos o las superficies rugosas pueden ocasionar algún que otro percance al pequeño. Muchos de estos percances pueden evitarse vistiendo al bebé con ropa adecuada. Toma nota:

Prevenir los resbalones

Al desplazarse por el suelo, el bebé puede perder el control o incluso llegar a patinar si la superficie sobre la que se mueve está mojada, encerada, tiene ligera pendiente o resulta resbaladiza. Hay que tener en cuenta que hay ciertos tejidos finos o con fibras acrílicas que pueden ser escurridizos, lo que impide que el niño gatee adecuadamente. Para evitarlo, elige pantalones fabricados en tejidos con cuerpo.

Proteger al bebé de los suelos fríos

Al comenzar a gatear el bebé aún no tiene fuerza suficiente en las extremidades para desplazarse a cuatro patas, por lo que lo hará arrastrándose con todo el cuerpo apoyado en el suelo. Su tórax y su tripa estarán en contacto directo con las superficies por las que se desplaza, lo que puede provocar que se enfríe, sobre todo en invierno. Para evitarlo, vístelo con un mono de una pieza o con body bajo los pantalones que proteja su vientre y su pecho del frío.

Evitar que se haga heridas

En verano, por el contrario, la amenaza está en la fricción con las superficies. La ropa estival suele dejar más piel al descubierto, lo que puede ocasionar que el pequeño sufra rasguños, heridas por fricción o algún que otro corte en las rodillas y en las piernas. De hecho, los pantalones cortos son una prenda desaconsejada para el gateo. En su lugar, opta por leggins de algodón transpirable que mantengan la piel fresca.

Cómo vestir al bebé con prendas que le protejan al gatear

En el mercado hay disponibles prendas específicas para el gateo:

Pantalones anchos con tirantes que se colocan fácilmente sobre el atuendo del bebé en el momento de dejarlo en el suelo. Son muy sencillos de poner y quitar. Lo ideal es que sean holgados para que el pequeño pueda moverse de manera cómoda y con total libertad.
Leggins con almohadilladas incorporadas o pantalones todoterreno con rodilleras. Ambos están diseñados para que las rodillas del bebé estén bien protegidas, evitando rozaduras y arañazos por el constante frotamiento con el suelo.

Un truco casero muy sencillo es aprovechar calcetines de adulto viejos para proteger los pantalones del bebé. Simplemente hay que cortarles las puntas de los dedos y colocárselos al pequeño encima del pantalón a modo de calentador, haciendo coincidir el ángulo del talón con la rodilla del bebé.