El icónico eau de parfum de Lancôme es una declaración de amor a la feminidad que llega a tu neceser encapsulada, en una sonrisa de cristal, que ahora es recargable, reciclable y sostenible.

Cierra los ojos e imagina que paseas a orillas del río Sena. La suave brisa eriza delicadamente tu piel, alborota de manera deliciosa tu melena y permite que ese pañuelo que llevas al cuello ondee con la misma libertad que vives tu vida. Ahora abre los ojos y permítete vivir en este sueño infinito gracias al eau de parfum de Lancôme, La Vie est Belle.

LIRIO PARA CAMBIAR LAS REGLAS DEL JUEGO

Un bouquet floral líquido que encuentra su embriagador equilibrio en la nobleza de la planta iris Pallida (lirio pálido), la profundidad del pachulí y en el adictivo acorde de la vainilla. Los prestigiosos perfumistas Anne Flipo y Dominique Ropion fueron pioneros en incorporar por primera vez el lirio pálido en una fragancia de Lancôme: “Es el aroma más reconocible del mundo. Cuando hueles La Vie est Belle en la calle, no hay duda. Su identidad es evidente e instantánea”.

A la vanguardia del compromiso con el medio ambiente, Flipo y Ropion han utilizado para la cocción de esta pócima de la felicidad, mantequilla de Iris Pallida y pachulí de Bali, ambos obtenidos de manera sostenible.

Imagen del perfume icónico recargable de Lancôme La vie Est Belle junto a hojas de pachulí, ramas de vainilla y flores Irirs Palilla

SONRISA DE CRISTAL ‘ECO’: SU ENVOLTORIO SE REINVENTA

El caramelo aromático más goloso y emblemático de la maison francesa renueva también su figura. Las delicadas curvas de su frasco, concebidas para simbolizar la quinta esencia de la felicidad, son ahora más ligeras y se realizan con un 13% menos de vidrio.

Pero aún hay más sorpresas. Este nuevo frasco cuenta con la ventaja de ser recargable. Al apostar por él, estarás ayudando a ahorrar un 50% de vidrio, un 46% de cartón y un 46% de plástico. Una cualidad que no le hace perder ni un solo ápice de su espíritu más sofisticado al presumir de un tapón más brillante y unas nuevas alas luminosas alrededor de su cuello. Ondeando gráciles y ligeras como ese pañuelo que te acompaña en tu paseo por París.