8 tendencias de maquillaje de invitada para las bodas de otoño de 2025

Con permiso de la primavera, cada vez más gente se decanta por el otoño para celebrar sus bodas, fiestas y eventos. La agenda social disfruta de una de sus temporadas altas. Si hay alguien en tu círculo de amigos y familiares que vaya a darse el 'Sí, quiero' en las próximas semanas, lo que estás leyendo te interesa.

Una vez decidido qué te vas a poner, la pauta para acertar con el estilismo es coordinar el peinado, los complementos y el maquillaje. Detalles como si la boda se celebra de día o de noche, si es civil o religiosa y el marco donde se desarrollará la fiesta son cuestiones clave que hay que tener en cuenta. Toma nota de las 8 tendencias de maquillaje más deseadas para elevar tu estilismo de invitada.

01.

'Toasted Beauty'

Cuando se trata de predecir tendencias, TikTok nunca se equivoca. Así, el imparable ascenso del hastagh #toastedbeauty nos anima a seguirle la pista a una propuesta que, en la calle y en redes, ya es todo clamor. Se trata de la tendencia bautizada como toasted beauty o belleza tostada. En la práctica se traduce en una tez cálida, en suave color caramelo o toffee y sublimada por un brillo como el que resulta al gratinar un postre y dejar que el azúcar cristalice en la superficie. Que la influencia del verano no nos lleve a error: el maquillaje toasted beauty que triunfa este otoño no remite para nada a piel bronceada, sino cálida y con acabado difuso. Para lograrlo, elige una base con subtonos cálidos del mismo tono que tu piel y difumina –sin esculpir– un colorete naranja quemado en las mejillas, el tabique de la naríz, el mentón, la zona central de la frente y el hueso de la sien.

02.

Sombras bronce

No hay mejor manera de coordinar un maquillaje de la tez toasted beauty que con unas sombras de ojos en tonos bronce. Heredero del moccha mousse –el color Pantone del año 2025– pero con matices más ardientes y un brillo contenido y sutil, el bronce es infalibre por su capacidad para sublimar la mirada sin estridencias. Es refinado, atemporal y romántico sin caer en un exceso de sofisticación. Puede llevarse cómodamente tanto de día como de noche, por eso es perfecto para un look de invitada. Esta temporada otoño/invierno, este clásico se reinventa ampliando el abanico cromático a todos los tonos afines al bronce: oro, latón, cobre, oro rosa, oro viejo... Para eventos de noche, crea un punto de luz aplicando en el lagrimal una pizca de sombra metálica en tono plata.

03.

Gloss rosado efecto cristal

Uno de los puntos fuertes del gloss o brillo de labios es su capacidad para aportar un toque refrescante a cualquier look, algo especialmente apetecible cuando nos maquillamos para una boda o evento. En un simple gesto, el gloss convierte lo opaco en traslúcido, lo pesado el ligero, lo acartonado en luminoso… Y crea en los labios un sugerente punto focal que contagia de vitalidad todo el rostro. Esta temporada pisan con fuerza las tonalidades tiernas y románticas: suaves rosas y cálidos nude que se pueden llevar solos, sobre el labio natural, o como brillo de acabado sobre un labial de color. El consejo de los maquilladores para este otoño: utilízalo siempre sin perfilar los labios para un efecto juvenil. 

04.

Colorete malva

El primer aprendizaje para sumarse a esta tendencia es saber exactamente qué color es el malva. El malva es una mezcla de púrpura pálido y rosa con subtonos grises. Un tono fresco y sofisticado que no es ni violeta ni rosa, sino mucho más discreto y luminoso. Aplicado para dar rubor a las mejillas o para marcar los pómulos, el malva resulta neutro y súper versátil: suaviza las facciones duras, potencia la luminosidad y crea volúmenes muy naturales. El gran desafío del colorete malva es que anima a salir de la zona de confort. Su gran virtud, que favorece a todas las pieles. Hay coloretes malva en polvo, en stick, en crema y líquidos. Para acertar con el resultado, elige una fórmula de pigmentación ligera y ve aplicando el colorete por capas hasta conseguir la intensidad deseada.

05.

Iluminador satinado

La preferencia por las pieles jugosas, saludables y limpias conecta con una tendencia que tiene su reflejo en el maquillaje: la reinterpretación del glow. No es que el brillo haya muerto, para nada. Lo que sí es cierto es que ahora se trabaja técnicamente para lograr un acabado más sutil y minimalista. Es momento de superar esa táctica de esculpir los volúmenes con iluminadores muy brillantes y fórmulas saturadas de pigmento tipo glitter. Lo ideal de un iluminador es que refleje la luz, no que la emita. La propuesta más actual pasa por fórmulas nacaradas sin brillo extremo que se funden con la piel y se integran de forma natural. En cuanto a la forma de aplicarlo, hazlo poco a poco sobre las zonas altas del rostro –tabique de la nariz, pómulos, arco de la ceja, línea de nacimiento del pelo…– para modular la intensidad y lograr un acabado mulltidimensional.

06.

Delineado 'tattoo'

Las nostálgicas del delineado están de enhorabuena. Lejos de haber sucumbido ante la preferencia por los párpados clean, el eyeliner nos anima este otoño a experimentar con su versión geométrica más libre y arty, también en looks de invitada. Se trata de jugar con trazos sinuosos o geométricos –que pueden interrumpirse o virar libremente en cualquier punto de su trazado–  para crear un espacio en negativo en el párpado. La aplicación a mano alzada simula el trazo espontáneo de un tatuaje. En cuanto a los tonos, las posibilidades son tan libres como el recorrido del dibujo: desde el infalibre negro al blanco pasando por colores vibrantes como el azul klein, el fucsia o el verde lima. Obligatorio para un resultado impecable es hacerlo con un eyeliner líquido tipo rotulador.

07.

Labios berry

Ya nadie duda de que los tonos de las frutas rojas que tiñen el maquillaje de matices elegantes y profundos han llegado para quedarse. Tras dos temporadas en pleno apogeo (ya en la primavera de 2024 nos hacíamos eco de la obsesión por los cherry lips), su continuidad se hace patente sobre todo en el maquillaje de los labios. Si bien pierde algo de fuelle como tono de rubor para las mejillas en favor de naranjas y lilas, los labios se proclaman una temporada más territorio expresivo para los rojos con apellido frutal: cereza, grosella, mora e incluso arándano. Por definición, estos tonos se llevan intensos, pigmentados, súper acentuados, idealmente como único gesto de color sobre un look de piel y ojos limpios en clave ‘no-makeup makeup’.

08.

Sombras rojizas

El rojo contagia también el maquillaje de los ojos. Para la mirada, en vez del hegemónico berry o sus variantes frías que triunfan en los labios –desde el ciruela hasta el borgoña–, la clave es optar por tonalidades cálidas sin subtonos azulados. Cualquier color de la gama de los tierra es perfecto para recrear esa mirada profunda y a la vez súper natural. Terracota, rojo quemado, arcilla, óxido, rojo lacre, rojo indio… En cuanto a la técnica, hay dos opciones. Para un estilo desenfadado, elige un único tono y aplícalo sobre el párpado a toquecitos con las yemas de los dedos. Si buscas un acabado más nocturno y definido, elige dos tonos que combinen entre sí y aplícatelos con pincel creando un degradado o ahumado ligero desde el párpado móvil (el tono más oscuro) hasta el arco de la ceja (el tono más claro).