El banco de trabajo: la pieza clave del taller
Si ya estás hecho un manitas, y quieres dar un paso más en esto del bricolaje, sabrás que un taller sin banco de trabajo no está completo. Si estás pensando en comprar uno, saber cómo organizarlo es fundamental para tener éxito en cada pequeña tarea.
TIPOS DE BANCO DE TRABAJO
Existen diferentes tipos de bancos de trabajo dependiendo de tus necesidades, pero fundamentalmente hay dos que son esenciales para el bricolaje casero: el de carpintero y el de mecánico. Se puede montar un espacio con ambos o con solo uno de ellos. Eso sí, ten en cuenta que en cualquier caso necesitarás una superficie lisa y limpia para usar como zona de operaciones principal.
En este sentido, lo más recomendable es hacerse con un banco de bricolaje que incorpore una superficie de madera para realizar esquemas, dibujos y tareas de planificación, una zona destinada a tareas mecánicas y un tercer espacio para las de carpintería. De esta manera las áreas quedarán más delimitadas, te será más fácil planear futuros proyectos y tendrás un banco de trabajo digno de un profesional.
1. BANCO DE CARPINTERO
Suele ocupar la parte central del conjunto del banco de trabajo. Lo más habitual es que tenga cajones para poder guardar pequeñas piezas como clavos, trapos o tornillos. Una vez hayas comprado el banco de carpintero y lo tengas en casa, lo primero que debes valorar es la ubicación: es esencial elegir un lugar de la estancia bien iluminado (a ser posible con luz natural), ventilado y cerca de una toma de corriente.
A la hora de organizar el espacio para empezar a trabajar en él, lo más importante es clasificar las herramientas. Te recomendamos hacerlo por funciones. Una posible opción es instalar un panel de herramientas en la pared, para tenerlas todas a la vista y ordenadas. Por último, recuerda optimizar el espacio aprovechando todas las áreas posibles. Por ejemplo: utiliza las esquinas para almacenar botes de cola o pinceles. Así ganarás sitio.
2. BANCO DE MECÁNICO
El banco de trabajo mecánico está normalmente fabricado de metal y es donde suele ir el tornillo para mantener fijas y estables las piezas que tengamos que marcar, cortar o ensamblar sobre una superficie. Una estupenda idea para separar estas tareas de las de carpintería es comprar aparte un modelo plegable, ya que ocupará poco espacio y lo podrás instalar en tu taller o zona de bricolaje cuando necesites sujetar herramientas y hacer cortes en curva o ángulo. Es aconsejable, en el caso de que no lleven, instalar protectores o topes de goma antideslizantes en las patas para fijar esta mesa al suelo y evitar posibles accidentes. Aquí tienes varias opciones de bancos mecánicos que te pueden resultar muy útiles.
Limpieza del banco de trabajo
Establecer una rutina de limpieza es indispensable para mantener tu zona de trabajo ordenada. Es recomendable distinguir la parte destinada a realizar labores con materiales que dejen pocos residuos, o que sean sencillos de limpiar (como maderas, piedras o metales) de aquella donde se utilizarán líquidos, pinturas o disolventes. De esta manera eludirás accidentes e incomodidades.
Una vez acabada la labor de bricolaje, hay que limpiar el área de trabajo de manera adecuada. Para el banco de carpintero necesitarás un cepillo (puede ser eléctrico o de mano), que te ayudará a mantener el espacio libre de virutas y otros pequeños deshechos, así como trapos con los que poder quitar restos de aceites o líquidos a las herramientas. Por su parte, la zona mecánica y las herramientas de bloqueo (como pinzas, prensas y soportes) están expuestas a diario a la suciedad y la oxidación, por lo que lo ideal es lavarlas con un producto específico para eliminar grasa y otros residuos.
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