Dibujar, pintar, colorear… a los niños les encanta experimentar con colores, texturas y formas y, además, realizar esta actividad tiene grandes beneficios sobre su desarrollo. ¡Te lo contamos!

La pintura en los niños es una actividad fundamental para su correcto desarrollo. Mezclar colores, inventar formas y plasmar en un papel lo que les dicta su imaginación, además de ser divertido y entretenidísimo para ellos, les aporta múltiples beneficios.

Pero antes de ponerse manos a la obra, es importante aportarles todo el material para pintar que puedan o quieran necesitar: rotuladores, ceras, temperas, lienzos o incluso libros para colorear, perfectos para relajarse y centrarse mientras se divierten combinando los colores a su gusto sobre dibujos preestablecidos.

El siguiente paso para despertar el lado más creativo de los niños a través de la pintura es elegir un espacio adecuado para desarrollar la actividad. Hemos de contar con la posibilidad (más que previsible) de que manchen ¡y mucho! Por eso, es mejor elegir un espacio donde no nos preocupen las posibles manchas y donde ellos se puedan sentir libres para pintar sin miedo a manchar o mancharse. No olvides contar con algún mantel o alguna sábana antigua que ya no utilicéis.

Una vez que tienen el material y el lugar, ahora solo queda que dejen volar su imaginación, disfruten de pintar y se aprovechen de los múltiples beneficios que esta actividad puede aportar a su desarrollo. Entre todas las maravillosas ventajas que les da esta actividad, algunas de las que más nos gustan son:

Poder expresar sus sentimientos y emociones. Pintar es un buen método para expresar sentimientos sin necesidad de verbalizarlos. Por eso, es muy buena actividad para los niños máss tímidos o retraídos.
Desarrolla enormemente su creatividad: si al principio les cuesta decidir que pintar, plantéales una temática, animales, lugares, personas o incluso retratos y luego tenéis que adivinar a quién han pintado, ¡os lo pasaréis genial!
Les acerca al arte y fomenta su interés por la cultura: no dudéis en enseñarles cuadros de artistas de toda la vida, como Picasso, Rembrandt o Van Gogh, enséñales sus pinturas y que los recreen así como las diferentes técnicas
Les relaja mientras trabajan su concentración: es la actividad que les permite dedicar tiempo para sí mismos, relajan la mente y se centran sólo en pintar.
Favorece su autoestima al hacerles consciente de su capacidad creadora.
¡Les divierte!