Como enseñar a los niños a hacer la cama

Cuando los niños empiezan a ser un poco más mayorcitos es el momento perfecto para darles algunas responsabilidades dentro de las tareas de casa y enseñar a los niños a hacer la cama es una buena manera de introducirles en las obligaciones caseras.
Además, el hecho de hacerlo todas las mañanas, aparte de ayudaros con las tareas domésticas, implica mucho más. Acostumbrarse a esta rutina es una forma de empezar el día con una sensación de orden, control y responsabilidad que les ayudará a llevar mejor el resto de la jornada, de hecho muchos psicólogos recomiendan inculcar este hábito desde niños y no perderlo en la madurez, ya que refuerza la salud mental a cualquier edad.
Es fundamental que les enseñéis con el ejemplo. Para ellos sois sus referentes y si os ven hacer vuestra cama por las mañanas por pura imitación querrán aprender a hacer la suya también.
Y una vez que hayáis conseguido despertar su interés, con estos tips para enseñar a los niños a hacer la cama les resultará algo sencillo y divertido con lo que empezar su día:
1. Elige el momento
Estirar la sabana bajera y aprender a colocar y doblar la encimera será suficiente. Si les motiváis con un bonito juego de sabanas infantiles les apetecerá aún más aprender y cuando llegue el frío estarán preparados para añadir a su cama colchas o edredones o, para que les resulte más sencillo, unos bonitos sacos nórdicos, dentro de Mini Home puedes encontrar un montón de modelos que les encantarán.
2. Pónselo fácil
Las camas infantiles según estén colocadas en el dormitorio, no siempre son sencillas de hacer.
Si su camita esta colocada en medio de la habitación con ambos lados libres podrán hacerla solitos, pero si es una cama nido más alta de lo normal, una litera, o tiene un lado contra la pared, deberéis echarles una mano hasta que aprendan los truquitos para saber hacer su cama sea cual sea su colocación.
3. El primer juego del día
Ya sabemos que las cosas que mejor se aprenden ¡se aprenden jugando! Y hacer la cama se puede convertir en el primer juego del día sobre todo para los más pequeños.
Estirar la sabana bajera será más divertido si se convierte en una carrera por eliminar las arrugas, colocar la encimera se convertirá en un juego si hacemos “volar las sabanas” y dejar ordenados los almohadones y almohadas les encantará si se lo planteas como la creación de una cueva o un fuerte de guerra.
Imaginación, ejemplo y paciencia son las tres claves para que los niños adquieran el buen hábito de hacer su cama cada mañana ¡A por ello!

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