Trucos para que las mañanas sean menos caóticas en casa
Suena el despertador y cada mañana con los niños empezamos una carrera contra reloj para vestirlos, preparar los desayunos, dejarles en el cole y estar sentadas en la oficina lo antes posible.
Las prisas y los nervios, aunque inevitables, son siempre malos compañeros y por las mañanas ¡aún mas!
Debemos evitar inculcar a nuestros hijos este estrés innecesario e intentar convertir las mañanas en un momento familiar tranquilo y productivo pero sin prisas, ni mucho menos gritos, porque ir corriendo desde primera hora de la mañana no es bueno para nosotros ¡y tampoco para ellos!
Por eso es bueno hacer ciertos cambios en nuestros hábitos y rutinas que nos permitan vivir el primer momento del día con tranquilidad y sin agobios , y de este modo poder empezar el día con buen pie:
Lucha contra el sueño
Un buen descanso es fundamental para afrontar el día con energía y buen humor.
Es necesario dormir las horas necesarias para conseguir un sueño reparador.
Los niños deben dormir una media de doce hora diarias, así que si para que lo cumplan es necesario adelantar la hora de irse a la cama, ¡no lo dudéis!
Organización nocturna
Para ganar tiempo por las mañanas sin tener que madrugar excesivamente es fundamental dejar todo organizado la noche anterior.
La ropa del cole preparada, la mochila, la mesa del desayuno e incluso, para los más remolones, seria buena idea ducharse por la noche y así ahorrar aún más tiempo por la mañana.
Buena actitud
Es fundamental que trasladéis una buena actitud a los niños, que os vean felices y animados por empezar el día y no nerviosos y estresados.
Podéis proponer algún momento en el desayuno en el que cada miembro de la familia cuente sus planes del día, que fue lo mejor del día anterior o si alguien se acuerda de lo que ha soñado, cualquier tema que motive a charlar un rato en familia antes de irse de casa.
Cooperación
Para que las mañanas vayan como la seda es fundamental que todos los miembros de la familia colaboren.
Mientras papá prepara el desayuno, mamá se puede encargar de ayudar a vestir a los niños, y los hermanos mayores pueden ayudar a desayunar a los pequeños mientras nosotros nos arreglamos.
Es importante que cada uno sepa cual es su misión al levantarse y de este modo las primeras horas de la mañanas ¡irán rodadas!
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