Cómo evitar el desperdicio alimentario I: conservación de los alimentos

Las pérdidas y el desperdicio de alimentos tienen implicaciones sociales, económicas y ambientales globales.
¿Sabías que cada año se tiran 1300 millones de toneladas de alimentos en el mundo y que ha sido necesaria el agua de 100 millones de piscinas olímpicas para su producción?
Trabajar en evitar el desperdicio alimentario es una OPORTUNIDAD para ayudar a la conservación del clima, el agua y la tierra.
Todos los que intervenimos en la cadena alimentaria podemos contribuir a ese cambio en nuestros hábitos y procedimientos de trabajo necesarios para reducir el desperdicio y sus consecuencias en la sociedad y nuestro planeta.
En casa podemos, con sencillas acciones, mejorar tanto nuestra economía doméstica, cómo la contribución a evitar el desperdicio alimentario.
Tu participación es muy importante. ¿Cómo conseguirlo? Te proponemos estos consejos de conservación de los alimentos durante la compra y también en tu despensa y nevera.
VAMOS A LA COMPRA
Seguir un orden en el supermercado es bueno para asegurar la cadena de frio: productos secos, productos frescos refrigerados y por último los congelados.
Las necesidades de conservación de cada alimento están en su etiqueta y otros soportes informativos de la tienda, ¡no dudes en preguntar a nuestros profesionales al respecto!
EN LA DESPENSA O NEVERA
El orden al colocar la compra te ayudará a ver correctamente la fecha de consumo.
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La despensa:
- Lo mejor es encontrar un lugar fresco, bien ventilado a ser posible, seco y lejos de la luz del sol. En ella, además de conservas, alimentos deshidratados, azúcar, arroz, legumbres, pastas, cafés, aceites y bebidas, puedes almacenar: Verduras (cebollas, patatas, zanahorias,…), frutas (cítricos, melón y sandía sin abrir), lácteos que no requieran refrigeración (leche UHT, postres pasteurizados…).
- Recuerda, una vez abierto el producto envasado: Si requiere frío, lo llevaremos a la nevera, si no necesita frío podemos mejorar su conservación guardándolo en un recipiente hermético (arroz, azúcar, sal) en el que puedes indicar su fecha de consumo preferente si no mantienes el envase original.
- Ten en cuenta que algunas frutas como: manzanas, plátanos o melocotones, producen etileno, que es una sustancia natural que acelera la maduración de otras frutas. Por ello, es recomendable colocarlos separados del resto, salvo que se quiera favorecer su maduración.
- Las hierbas aromáticas y algunas verduras como el apio, se pueden mantener por más tiempo si se cortan las puntas y se ponen en un vaso con agua.
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La nevera:
- Una temperatura adecuada para la nevera 0-5ºC en la zona de refrigeración y -18º C para el congelador.
- Si evitas meter las comidas calientes en la nevera, lograrás el correcto funcionamiento del aparato y no aumentará la temperatura en su interior.
- Si congelas aquello que no tengas previsto consumir alargarás su duración, además será más fácil utilizarlo de nuevo si lo congelas en porciones adecuadas y con la fecha de congelación. Cuándo descongeles los alimentos, recuerda hacerlo en la nevera o en microondas en su posición “descongelar”.
Antes de congelar ten en cuenta que:
- Las frutas en forma de compotas o purés te ayudará a ahorrar espacio en tu congelador y guardarlos en las porciones adecuadas.
- El pescado durará más si lo congelas seco y sin vísceras.
- Las carnes también mantendrán sus propiedades y alargarán su duración deshuesadas y sin grasa.
- Las verduras se deben hervir unos minutos antes de congelar para evitar su deterioro. Además no es necesario que las descongeles antes de cocinar.
¡VAMOS A COLOCAR LA NEVERA!
Mantener los alimentos cocinados y los preparados para consumo separados de los crudos, evitará su posible contaminación. Además, los recipientes herméticos, el papel de aluminio y otros envoltorios ayudan a proteger los alimentos logrando una correcta conservación.
Si en vez de lavar la fruta y verdura al meterla en la nevera, esperas al momento de su consumo te durarán más.
- En la puerta: huevos, bebidas, salsas, mantequilla y mermeladas.
- En la parte media y superior: Comida cocinada, conservas abiertas, lácteos y embutidos.
- En la parte inferior: alimentos crudos cómo carnes y pescados.
- En los cajones inferiores: frutas y verduras.

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