Probamos la Oster Pro 1100, así se comporta en la cocina preparando batidos
Dieta sana, comida fresca y saludable, alimentación equilibrada… A medida que la población busca más información sobre cómo cuidar su alimentación y su salud en base a ella, se van popularizando las batidoras de vaso. Estas se caracterizan por un vaso sobre el que depositar los alimentos y unas cuchillas en la base, donde descansan antes de poner en marcha el electrodoméstico.
Hemos probado a fondo la batidora Oster Pro 1100, y os traemos qué tiene de innovador esta herramienta de cocina, y qué ventajas tiene frente a otros modelos. Su alta capacidad, la facilidad de limpieza y guardado, la potencia de sus cuchillas (capaces de picar hielo) o sus funciones preprogramadas son algunas de ellas.
El tamaño del vaso, grande para el mercado, nos da mucho juego
Nada más abrir el producto, lo que más destaca es el gran tamaño del vaso. Sus 1,9 litros de capacidad no solo muestran uno de los mayores tamaños del mercado, sino que el modo en que está diseñada permite la entrada de alimentos sin necesidad de ser troceados o meterlos a presión. Por ejemplo, podremos depositar media barra de pan sin necesidad de dejar la encimera llena de migas.
En la fotografía puede también verse cómo las curvas del interior de la Oster Pro facilitan la bajada de los alimentos hacia las cuchillas (que se encuentran abajo). Es muy importante de cara a preparados densos –como puedan ser batidos de frutas sin agua, tortitas de avena o galletas de arándanos– el que la comida no se quede pegada a las paredes del vaso una vez que las cuchillas giran. Estamos trabajando con alimentos, y el modo en que estos se comportan dependerá mucho de los ingredientes. Mejor estar preparados.
Sin salirnos del vaso (hemos de tener cuidado con las cuchillas, especialmente si ya lo hemos colocado sobre la base), podemos destacar tres puntos interesantes del mismo:
- El asa, que nos facilitará la retirada del vaso de la base, y el servir el contenido en otro recipiente. Este asa tiene una superficie que facilita que no se escurra si llevamos las manos húmedas, algo frecuente en la cocina.
- El dosificador de la jarra, situado en la esquina opuesta del vaso, y que por su forma y posición hace fácil el servir el contenido de la batidora tanto a otro recipiente de gran volumen como a tazas o vasos más pequeños.
- La tapa con la que se sella el vaso cuando batimos, que evita que el contenido se salga. Esta tapa queda firmemente sujeta al vaso, y permite el añadido de ingredientes extra gracias a una pequeña ventana circular.
Este mismo vaso transparente puede colocarse en vertical sobre superficies planas como la encimera o el interior del frigorífico.
Las opciones de programación de la base
Otro de esos puntos que llaman la atención de la Oster Pro es la base. Con un diseño cuadrado y robusto, presenta una alta estabilidad, y no se mueve cuando la ponemos en funcionamiento. En esta misma base plateada observamos nueve botones, cada uno con una función diferente. De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
- Botón específico para smoothies y helados
- Botón específico para picar alimentos y preparar salsas
- Botón específico para batidos
- Velocidad baja
- Velocidad media
- Velocidad alta
- Botón de funcionamiento manual
- Botón de encendido y apagado
- Botón de parada
Los botones arriba son claves, ya que la mayoría de usos suelen venir de smoothies, salsas o batidos. Para comprobar cómo funciona hemos preparado varias recetas, la última un batido de plátano que nos ha ahorrado tirar dos plátanos pochos que teníamos por la cocina, con los siguientes ingredientes:
- 2 plátanos
- 1 yogur griego
- 1 rebanada de pan
- 3 hielos
- 1 cucharada de miel
Después de depositar todo en el vaso, y cerrar la tapa, hemos encendido la Oster Pro 1100 y pulsado el botón en el que se ve el dibujo del batido. El programa dura unos segundos en los que se observa cómo las cuchillas giran a gran velocidad, se detienen unos segundos hasta que el contenido vuelve a caer hacia abajo, y repite el programa unas cuantas veces seguidas. Hasta que el batido queda en su punto.
Una vez finalizado el programa, hemos apagado la batidora (por seguridad) y, haciendo uso del asa y dosificador mencionados previamente, nos hemos servido dos vasos de rico y saludable batido de plátano que han venido genial después del entrenamiento.
Como hemos podido comprobar, las cuchillas de esta batidora, que cuentan con seis puntas, pican hielo sin problema y consiguen un excelente rendimiento. La hemos puesto a prueba llenándola hasta ¾ de su capacidad total con hielos y pulsando en modo manual primero el programa de velocidad media y luego de velocidad alta. Añadiendo limón queda un granizado riquísimo, aunque esto mejor para verano.
De cara a la Navidad, también hemos probado con un par de pedazos de pan duro y el programa manual de alta velocidad hasta conseguir pan rallado grueso con el que rebozar croquetas o filetes, verificando la potencia de ese electrodoméstico tan útil y versátil.
La facilidad de limpieza y guardado
Tanto el vaso como la tapa pueden meterse sin miedo en el lavavajillas o ser fregados a mano (siempre retirando el vaso de la base con el motor, por seguridad). Por sus respectivas formas, y porque la tapa puede dividirse en dos módulos separados, limpiar la Oster Pro 1100, secarla y volver a montarla es fácil.
Una vez seca podemos ensamblarla y dejarla a plena vista. Gracias a su diseño innovador, no se percibe como un electrodoméstico en mitad de la cocina, ni rompe su estética. Montada (también puede guardarse la base y dejar presente el vaso en la cocina) ocupa muy poco espacio sobre la encimera, ya que su gran volumen está orientado hacia arriba.
En el caso de preparar un smoothie, una salsa o un batido, entre otros, que no precisa de ser servido de inmediato, también podemos usar el vaso como recipiente para almacenar este batido en el frigorífico. Gracias a la forma inferior del vaso, este cuenta también con una buena estabilidad; y la tapa impide tanto que los olores del batido lleguen al interior de la nevera como que estos entren dentro de nuestro batido.
Perfecto si necesitamos refrigerar una salsa para langostinos. Y es que se acercan las Navidades, y con ello las comidas, cenas, reuniones… todas ellas acompañadas de postres y alimentos para los que la Oster Pro 1100 puede resultar una gran aliada en la cocina.
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