¿Por qué es tan famosa la fritura andaluza? ¡Fácil! Por su capacidad de dejar el alimento jugoso por dentro, crujiente por fuera y sin rastro de grasa. Además, requiere muy pocos ingredientes, y todos asequibles.
Los pescaítos fritos, desde épocas inmemoriales, han sido muy populares en Andalucía. En tiempos de Al Andalus había freidurías por todos los zocos y los inspectores del mercado vigilaban en ellas el cumplimiento de las normas de calidad, higiene y precio. No obstante, las clases altas de la sociedad de la época preferían el pescado guisado ya que lo consideraban una preparación más elegante para su estatus social.
Preparación
Si en la pescadería no nos han limpiado los boquerones, los limpiamos quitándoles la cabeza y retirando con cuidado las vísceras bajo el grifo con agua fría. Los secamos bien.
Ponemos los boquerones en un recipiente y le añadimos sal al gusto y el zumo del limón. Los dejamos marinar unos 8-10 minutos, y escurrimos.
En una sartén amplia ponemos a calentar el aceite hasta conseguir una temperatura de 200 ºC.
Rebozamos bien los boquerones en la harina de garbanzos y con la ayuda de un colador, retiramos el excedente de harina.
Freímos en el aceite caliente hasta que tomen una tonalidad dorada. Retiramos del fuego y dejamos absorber el exceso de grasa en papel absorbente. Servimos calientes.
Importante
La fritura con harina de garbanzos queda crujiente y sin grasa, además puede ser consumida por celíacos y personas sensibles al gluten.
Para elaborar boquerones fritos hay que adquirir ejemplares pequeños, de tamaño similar, ya que estos se fríen enteros.
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