Es importante enseñar a los niños a comportarse en la mesa con estilo, respetando siempre el valor de los alimentos, y asegurando a los demás, a todos aquellos que nos rodean, una comida agradable.
En sus primeros desayunos, comidas y cenas podréis hacer de las comidas un pequeño juego donde el niño participe. ¿Cómo? Ayudando, por ejemplo, a poner la mesa, a recoger los platos, etc., es decir, haciendo que pase un rato agradable. Pero ¿cómo lograrlo?
- Teniendo paciencia. Hasta que adquiera destreza en el manejo de diversos utensilios pasará un tiempo determinado por lo que los padres han de ser pacientes.
- Haciendo que pruebe sin prisas los nuevos alimentos para primero identificar posibles intolerancias.
- Procurando que los platos contengan la cantidad adecuada de alimento sin excederse, por ejemplo, en el primer plato, ya que ello desplazará el segundo plato o el postre.
- Evitar las comidas interminables. Si tras un determinado tiempo el niño no se ha podido acabar el plato, habrá que retirarlo hasta que coma en la siguiente comida.
- Apagar desde el principio la televisión u otros aparatos electrónicos durante las comidas que le va a distraer, seguro, de lo único realmente importante en ese momento: la comida.
Lo ideal, además, es que la familia coma siempre unida. Esto hará sentir al niño uno más de ella reforzando su aprendizaje en el ámbito social. Recordad que esto reforzará el aprendizaje del niño en el ámbito social.
1- Jamás saltarse el desayuno. Este es, sin duda, la comida más importante del día, aunque en realidad todas ellas deben respetarse y para ello resulta fundamental establecer una serie de horarios y rutinas, y planearlas con la suficiente antelación. También es importante compartirlas en familia. Hay que tener en cuenta que cuando uno establece una rutina de hábitos regular desde la infancia, es bastante probable que se continúe después en la edad adulta.
2-Añadir color a las comidas. Puede parecer algo sin importancia al principio, pero lo cierto es que eso de añadir color a las comidas funciona y mucho. Porque ir comiendo alimentos de distintos colores (y también de distintos sabores) no solamente es divertido, sino que también tiene muchos beneficios para la salud de los más pequeños por el aporte nutricional que todos los diferentes alimentos contienen.
3-Beber mucha agua. Alrededor del 70% de nuestro cuerpo es agua que es totalmente imprescindible para eliminar toxinas e hidratar todos los órganos. Es fundamental, por tanto, beber agua cada día. Los niños desde el primer año hasta los diez deberían beber como mínimo un litro y medio diario. Esto equivale a tomar un total de entre cuatro y seis vasos de agua. A partir de los once y hasta los dieciocho, deberían tomar alrededor de dos litros, lo que equivale a seis u ocho vasos de agua diaria.
4-Practicar actividad física. Tanto el juego como el deporte son aliados imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo. Eso sí, es importante tener en cuenta siempre que no debe convertirse en una obligación, y que debemos intentar que sean mucho más activos siempre en lo cotidiano. Es decir, que no hay problemas para salir a pasear, tirar la basura, etc. Acciones como esas también implican (por mínima que sea) algo de actividad.
Fuentes:
Parellada, Ada (2007), ¡Es fácil que coman de todo!, Barcelona, Sigma.
https://www.fomento.edu/lastablas/sites/default/files/wwwfomentoedulastablas/como_como_celia.pdf
https://enfamilia.aeped.es/vida-sana/alimentacion-en-segundo-ano-vida
Los buenos modales en la mesa van a constituir siempre una guía de buen gusto y también de saber estar. El objetivo principal de todos los padres debería ser, por supuesto, educar a sus hijos para que estos adquieran buenas costumbres durante las comidas. Además, es el lugar donde más notable se hace la buena o la mala educación del niño: su modo de comportarse en la mesa. ¿Por qué? Pues bien, porque es alrededor de una mesa donde se refleja el sentido del buen gusto y también la cortesía.
1- Lavarse siempre las manos antes de comer
2- Sentarse correctamente con la espalda recta y dejando un centímetro del borde de la mesa
3- No poner los codos en la mesa. Hay que colocar los antebrazos a ambos lados del plato.
4- No sentarse hasta que los padres no se hayan sentado primero
5- No empezar a comer hasta que todos se hayan servido
6- Si hay aperitivos no coger el primero y esperar siempre a que los demás escojan antes. Tampoco coger nunca el último aperitivo que queda en la bandeja sin ofrecérselo antes a alguien.
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