Pechuga de pollo a la plancha con setas

Lavar las pechugas, secarlas bien y salpimentar por ambos lados.

Rociar una plancha con 2 cucharadas de aceite, calentar y hacer las pechugas por todos los lados.

Una vez que está hecho el pollo, se retira y se desglasa la plancha con el caldo de ave.

Colarlo y reducirlo a la mitad a fuego suave. 

Retirar la parte terrosa de las setas. Si no están sucias, pasarles un paño húmedo. 

Pelar y picar fino la cebolla.

Calentar un poco de aceite en una sartén y rehogar la cebolla sin que coja color. Incorporar las setas.

Saltear a fuego vivo para que suelten su agua durante 5 ó 6 minutos.

Sazonar con sal y pimienta al gusto y con la hierbabuena picada.

Filetear las pechugas, disponerlas en los platos de servir con las setas y napadas con la salsa. 

Níscalos de plato único
Llega la temporada de setas y con ella los guisos de níscalos o robellones, un hongo que acompaña muy bien a las carnes, pero que a la plancha, sólo con ajo, constituye un manjar a muy buen precio. En el mercado podemos encontrarlos con manchas verdes debido a la oxidación, pero el sabor sigue siendo el mismo. 

Hierbabuena versus menta
El sabor y olor de la hierbabuena es parecido a la menta, porque de hecho proviene de la hibridación de dos tipos de menta, pero su sabor es un poco más suave. No se consume tanto en infusiones porque es más apreciada para guisos, sopas y cocidos y, especialmente, para hacer mojitos. La menta es más fresca y tiene un sabor más intenso. Suele usarse más en helados, chicles y dulces.

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