Cómo cambiar el pañal al bebé: todo lo que necesitas, paso a paso
Creatividad: Paula Martín del Río
Los bebés llevan pañal hasta los dos años y medio o tres años de edad, momento en que están preparados para controlar sus esfínteres y dejar de usar pañal. El dato está calculado: cada bebé utiliza entre 4.000 y 6.000 pañales a lo largo de su vida. Al nacer necesita entre 8 y 10 pañales diarios, cifra que va disminuyendo a medida que el niño madura. Así, aunque al principio pueda resultar complicado o engorroso, todo padre y madre acaba adquiriendo mucha práctica en la tarea diaria y recurrente del cambio de pañal.
No hace falta un máster en puericultura para adquirir rápidamente las destrezas necesarias para cambiar el pañal a un bebé, incluso sin ayuda. Preparar todo lo necesario para tenerlo a mano antes de desnudar al pequeño y, por supuesto, no dejar jamás al bebé solo en ningún momento del proceso son recomendaciones que nunca hay que perder de vista. Toma nota del paso a paso y de todo lo que necesitas para cambiar el pañal al bebé y mantenerlo seco y cómodo.
01.
Cambiador: el rincón seguro donde empieza todo
El cambiador es una pieza esencial de mobiliario para los primeros años de vida del bebé. Permite cambiar el pañal y realizar otros cuidados de forma cómoda tanto para el pequeño como para el adulto. Hay diseños muy diversos, desde cambiadores portátiles o independientes hasta modelos que se adaptan a la cuna, a la bañera u otros muebles infantiles. Tienen una superficie acolchada sobre la que se tumba al bebé cómodamente y, en la mayoría de los casos, bordes antivuelco para evitar posibles caídas. Es importante asegurarse de que la altura del cambiador está regulada según la estatura del adulto, para que este pueda mantener una postura cómoda sin encorvar la espalda.
Lo primero que hay que hacer a la hora de cambiar el pañal al bebé es asegurarnos de tener a mano todo lo necesario: un pañal limpio, toallitas húmedas (o una esponja y agua) y una crema barrera antiirritaciones. Muchos cambiadores disponen de compartimentos para almacenar todas estas cosas. Para empezar, tumba al bebé en el cambiador boca arriba y desnúdalo de cintura para abajo, retirando cuidadosamente el pañal sucio mientras mantienes elevado su culito sujetando al pequeño por las piernas.
02.
Toallitas húmedas: limpieza suave para pieles delicadas
Las toallitas húmedas de celulosa son muy prácticas, pues aportan todo lo necesario para la higiene completa de la zona del pañal sin necesidad de recurrir al agua, que no siempre está a mano y resulta más engorrosa de aplicar, pues exige hacerlo con una esponja.
Una vez retirado el pañal sucio hay que limpiar escrupulosamente toda la zona con una toallita húmeda. Los expertos en puericultura indican que la forma correcta de limpiar el culito al bebé varía dependiendo del sexo del pequeño o pequeña:
- Si es niña, hazlo de alante hacia atrás (es decir, desde la vagina hacia el ano), para evitar posibles infecciones.
- Si es niño, además del culito, asegúrate de limpiar el pene y los pliegues de la piel sin forzar la separación entre el glande y el prepucio.
Una vez limpia toda la zona, sécala cuidadosamente con una toalla o muselina suave de algodón.
03.
Crema bálsamo: escudo invisible contra las irritaciones
La delicada piel del área del pañal está expuesta a humedad permanente que puede irritarla y alterarla. Mantener la zona seca y protegida, y ayudar a regenerarla cuando presente rojeces, escozor o dermatitis, es imprescindible para el bienestar del bebé.
Las cremas bálsamo para el cambio del pañal están formuladas con óxido de zinc, un ingrediente que crea una barrera protectora que no obstruye los poros y absorbe la humedad, evitando las molestias e irritaciones. Cera de abejas nutritiva, rosa de mosqueta regenerante y cicatrizante, caléndula calmante, pantenol suavizante, aloe vera antibacteriano o manteca de karité nutritiva son otros ingredientes habituales de estas fórmulas, que proporcionan elasticidad, calma y confort. Elige una crema barrera sin perfume. Después de limpiar y secar el culito del bebé, aplica una capa por todo el área del pañal con un suave masaje.
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Aliados para el cambio del pañal
Una esponja natural para una limpieza más profunda (acuérdate de tener agua cerca para poder aclararla), muselinas suaves de algodón para secar la piel después de limpiarla o un contenedor para desechar los pañales sucios hasta el momento de tirarlos a la basura son prácticos aliados que pueden ser de gran ayuda a la hora de cambiar el pañal al bebé.
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Pañal nuevo, comienzo limpio
Una vez la piel de la zona del pañal esté limpia, seca y protegida con un bálsamo antiirritaciones es momento de colocar el pañal limpio. Despliega el pañal, eleva cuidadosamente el culito del bebé sujetándole de las piernas y coloca el pañal limpio abierto sobre el cambiador, de manera que la cinturilla quede a la altura de la cintura del pequeño. Pasa la parte delantera del pañal entre las piernas del bebé y colócala de forma que el pañal quede centrado, con la parte delantera a la misma altura que la trasera alrededor de la cintura del bebé y bien ajustado en alrededor de los muslos. Pega las cintas autoadhesivas a ambos lados y ajusta firmemente, asegurándote de que el pañal no queda suelto ni demasiado apretado.
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