El desarrollo del bebé con 11 meses

Tan solo falta un mes para que el bebé cumpla su primer año de vida. Es un gran momento para tener la cámara a mano e inmortalizar cada una de sus nuevas conquistas. Una de las más significativas es que, a la hora de comer, el bebé comezará poco a poco a usar la cuchara por sí solo.

El bebé de 11 meses pesa alrededor de 9,8 kilos y mide unos 75 cm. de altura. 

A esta edad, algunos bebés (solo algunos) pueden dar sus primeros pasos solos. Lo hacen normalmente con los pies hacia afuera. En esta etapa se incrementan los movimientos de motor grueso –los que ejercitan los grandes músculos, como caminar– por encima de los movimientos de motor fino –aquellos que requieren la coordinación de manos y ojos, como agarrar un objeto pequeño con dos dedos–.

También a esta edad, la fontanela (la separación entre los huesos del cráneo del bebé) está prácticamente cerrada. No te preocupes si ves sus piernas arqueadas hacia afuera cuando está parado, es normal a esta edad y poco a poco irá poniéndolas rectas. También verás que sus pies están muy planos porque aún no han cogido la curvatura definitiva; lo harán cuando el pequeño empiece a andar. 

A los 11 meses el bebé señala cosas para pedirlas o para dar a entender que sabe dónde están. Le encanta dejar caer juguetes de su trona para luego ir a buscarlos. Te pedirá que lo cojas si quire estar en tus brazos. También aprenderá los opuestos, así que enséñale ejemplos como dentro y fuera, aquí y allí o encima y debajo. A esta edad ya va a gatear e incluso puede que se arrastre a gran velocidad. Si le sujetas de pie, levantará una pierna y será capaz de mantener el equilibrio por completo cuando se siente. 

Al bebé le va a encantar sacar objetos de un recipiente y volverlos a meter. Y, si se lo pides, te los dará. Conoce su nombre y también quiénes son mamá y papá cuando utilizáis estas palabras. Posee un maravilloso sentido del humor: gasta pequeñas bromas y se ríe de sus intentos de hacerte reír. Ya empieza a imitar sonidos de lenguaje reales y puede intentar decir alguna palabra con significado. A menudo la primera que consiguen expresar es “papá” cuando este aparece a su lado. Suelen tardar un poco más en decir “mamá”, así que no pares de repetírsela. Y dile “papá” con alguna asociación, por ejemplo “papá está cocinando”. 

En torno a los once meses el pediatra suele pautar la introducción de la clara de huevo (hay estudios recientes que indican que puede darse desde los seis meses), por lo que el bebé puede empezar a tomar tortilla francesa y huevo cocido. Además, ya puede comer casi todo tipo de verduras, frutas, legumbres, pescados y carnes, disfrutando de una dieta muy variada.

• Lácteos: puede tomar tanto leche materna como leche de fórmula tipo 2. Aunque la leche de vaca no se recomienda hasta los doce meses, hacia el final de este mes ya puedes comenzar a ofrecérsela. También podrá comer yogures naturales o de sabores y queso. 
• Frutas: manzana, pera, plátano, naranja, mandarina, uvas, cerezas, melón, sandía, mago o ciruela son las más recomendables. En este momento ya próximo al año puedes probar con otras frutas más alergénicas, como las fresas, la piña o el kiwi.
• Verduras: puede comer todo tipo de verduras y hortalizas como patatas, calabacín, calabaza, puerros, apio y zanahoria. Es conveniente esperar hasta los doce meses para introducir las verduras de hoja verde dado su alto contenido en nitratos. Y, una vez introducidas, dárselas como máximo dos veces por semana. 
• Legumbres: lentejas, alubias, garbanzos... 
• Carne: aunque puede ingerir carne roja, siempre será más recomendable optar por carne blanca y sin grasa. 
• Pescado blanco: los pescados blancos como merluza, dorada, pescadilla, bacalao y gallo son idóneos. El pescado azul, en cambio, no debe consumirse hasta los dieciocho meses.

El bebé de once meses cree que no hay nada más divertido que empujar y tirar todo lo que se le pone al alcance de la mano. Así, darle juguetes a otras personas o quitárselos es uno de sus pasatiempos más recurrentes.

En esta etapa no suele haber demasiados cambios en el sueño del bebé. Es posible que si está durmiendo solo en su habitación continúe con un sueño algo intranquilo. También puede ser debido a que su cerebro esté adquiriendo las fases del sueño adultas o a la erupción de nuevos dientes. Por eso es importante establecer ciertos rituales para que el pequeño se acostumbre a irse a la cama a su hora. Intentar que duerma una siesta por la tarde es un buen consejo para que el bebé llegue a la noche descansado.