El desarrollo del bebé con 17 meses

De forma coloquial, mucha gente se refiere a los dos años como “la adolescencia del bebé”. Una etapa en la que el pequeño hace alarde de su temperamento y que, según el caso, puede empezar a partir del año y medio y alargarse incluso hasta los tres o los cuatro años. Es la etapa de las rabietas, tan habituales a esta edad. Estos brotes de mal genio son normales e incluso necesarios para el desarrollo y el proceso de crecimiento. Sirven al niño para canalizar su frustración, sacian su necesidad de comunicarse, reafirmarse y establecer su autonomía. Pero lidiar con ellas puede ser complicado, sobre todo si se convierten en un comportamiento recurrente. ¿Se pueden evitar las rabietas?

Lo cierto es que no existe ninguna fórmula para evitar las rabietas o berrinches, aunque sí es posible frenarlos antes de que lleguen a un punto crítico. Hay pautas muy sencillas que pueden ayudar a controlar los brotes de mal genio:  

• Mantener un horario regular. Las rutinas regulares de comidas, siestas y buenas noches reducen el riesgo de berrinches. 
• Intentar que el niño no se canse más de la cuenta. Los niños que no duermen las suficientes siestas u horas por la noche son mucho más propensos a tener rabietas. 
• No dejar al niño sin comer demasiadas horas. Es importante ofrecer siempre a los niños los tentempiés nutritivos necesarios para evitar los momentos de crisis provocados por el hambre. 
• Intentar no abusar del “no”. La negatividad de un padre o de una madre suele ser el desencadenante de un berrinche. Para lograrlo, intenta no abusar del “no” preparando vuestra casa a prueba de niños y estableciendo unos límites claros y coherentes. 

Seguramente tu pequeño ya juegue con juguetes que requieren psicomotricidad (por ejemplo, correpasillos o triciclos), diga dos o tres palabras y lance una pelota agarrándola con los dedos por la parte de abajo de la bola. La escalada –de muebles, de su carrito de paseo...– seguirá deparándole grandes emociones: le encantará subir escaleras, aunque aún necesita que lo lleves de la mano. También tratará de subirse a las sillas y a otros muebles. Ya puede correr y, aunque todavía se tambalea, ya casi no se cae.

Si la palabra “no” aún no se ha convertido en su favorita, dale tiempo. Probablemente empiece a usarla mucho más a partir de ahora y disfrutará diciéndola. Es un buen momento para empezar a trabajar en las normas de educación, y hacerlo con el ejemplo es la mejor manera para que el pequeño las interiorice y repita. Dile “por favor” cuando quieras que haga algo, y cuando lo haga dale las gracias. La curiosidad del bebé va en aumento, igual que su capacidad de observación. Por eso imita cada vez más el comportamiento de los adultos y niños más mayores. 

Con 17 meses al bebé le va a gustar mezclar alimentos conocidos con otros nuevos. Es posible que comience a gustarle el sabor del queso, que puedes ofrecerle en pequeños trozos. Con 15 meses era capaz de tomar verduras crudas en pequeñas cantidades; a partir de ahora, alíñalas con aceite y limón y ofrécele la carne en trozos en lugar de triturada en purés. No dudes en dejarle toquetear su plato y comer con los dedos.

Es importante evitar que el bebé se acostumbre al rechazo sistemático de alimentos. Él sigue en la fase del “no”, pero hay que evitar ceder sustituyendo los alimentos que rechaza por otros. Si se le ofrece repetidamente un alimento que en principio rechaza, lo más probable es que acabe probándolo.

Cerca de cumplir su primer año y medio de vida, el bebé es cada vez más independiente. Esto se irá manifestando de muchas maneras. Probablemente, ya logre quitarse los pañales y cepillarse los dientes solo, a su manera. Dado que cada vez controla más sus movimientos y tiene más autonomía hay que mantener fuera de su alcance objetos pequeños que pudiera tragarse (botones, pilas, monedas...), productos tóxicos (medicamentos, productos de limpieza...) y vigilar el acceso a lugares elevados, no perderle de vista en ningún momento en lugares públicos y nunca dejarle solo en casa.  

Fuentes: 

Healthychildren.org. Edades y etapas del bebé. Asociación Americana de Pediatría. 2023. 

Murkoff, H. y Mazel, S. Qué se puede esperar del segundo año. De los 12 a los 24 meses. Editorial Planeta, 2016.