El mejor tratamiento antiarrugas para hombre consta de cuatro pasos fundamentales
Cuatro sencillos pasos para prevenir las arrugas, las manchas oscuras y los daños del sol, para que tu rostro brille con luz propia.

Imagen cortesía de Biotherm Homme.
El término 'antienvejecimiento' parece un poco retrógrado -envejecer no es algo por lo que haya que estar 'en contra'- y la mejor rutina antienvejecimiento para el cuidado de la piel consiste en tratarla adecuadamente. Es mejor hablar de 'envejecer bien' o simplemente, de 'cuidados para la piel'.
Todos los cuidados de la piel son antienvejecimiento y están diseñados para evitar la sequedad, la flacidez, las manchas oscuras, las arrugas, etc., que se acumulan con los daños. Pero no estoy aquí para discutir sobre semántica, porque sé lo que quieres decir: quieres el programa de cuidado de la piel más inteligente y sencillo posible para que tu piel brille y se sienta sana. No tienes que gastarte miles de dólares al año para conseguir un tratamiento que te permita tener una piel sanas y lo más libre de arrugas posible.
No hay una crema antiarrugas mágica, hay una rutina que va a hacer que tu piel luzca mejor. Y esa rutina está formada por cuatro fases.
1. Usa protección solar a diario
El sol: no podemos vivir sin él, no podemos evitar que haga daño a nuestra piel. Pero podemos intentarlo. El protector solar es el producto antienvejecimiento más importante de cualquier programa de cuidado de la piel. Es la primera línea de defensa contra el principal factor externo responsable del envejecimiento prematuro, Los rayos UV pueden causar arrugas, manchas de la edad y descomposición del colágeno.
Lo más inteligente es evitar el sol en la medida de lo posible y usar crema de protección solar todo el año. Sí, incluso en invierno. Sí, incluso los días que pasas casi todo el día en casa. La idea es crear el hábito, de modo que ponerse esta protección sea como lavarse los dientes.
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2. Usa retinoides por la noche
Si hablamos de consolidar los pasos, no podemos olvidarnos de los retinoides: ayudan a «borrar» las arrugas a la vez que exfolian. «Retinol» es la versión más popular, pero todos los retinoides son derivados de la vitamina A que mejoran y regulan la renovación celular. Su potente acción exfoliante ayuda a mantener la superficie de la piel lisa y con un tono uniforme, reduciendo la aparición de líneas finas y arrugas, así como disminuyendo el acné y la hiperpigmentación. Pero eso no es todo, ya que los retinoides también reafirman la piel y le aportan un brillo saludable.
Los retinoides deben aplicarse antes de acostarse, con o después de una crema hidratante nocturna, ya que la piel entra en su ciclo regenerativo mientras duermes. Se aplican las advertencias habituales sobre los retinoides: pueden causar sensibilidad a la luz solar, y quienes los usen por primera vez pueden experimentar enrojecimiento durante unas semanas mientras su piel se aclimata. Si esto ocurre, reduce su uso a cada 2-3 noches, hasta que tu piel se acostumbre. Y ten paciencia: los resultados tardan unos 90 días en notarse realmente, y es necesario mantener el régimen de retinoides para conservar los beneficios.
3. Fortalece la piel con vitamina C
La vitamina C llena tu piel de antioxidantes, que la protegen de los productos químicos, la contaminación, los rayos UV y todo tipo de radicales libres. Al hacerlo, reduce el enrojecimiento para mejorar el tono de la piel, previene y aclara las manchas oscuras y la hiperpigmentación (al inhibir la producción de melanina), acelera los procesos de cicatrización de la piel y la hace más firme al estimular la producción de colágeno.
Hablando de frascos, es crucial conseguir el tipo adecuado de producto centrado en la vitamina C, ya que este ingrediente se descompone rápidamente. La exposición al aire y a la luz puede degradar el ingrediente, haciéndolo ineficaz.
4. Ten en cuenta tu tipo de piel
Mientras que los retinoides, la vitamina C y el la protección solar son generalmente de talla única, en la medida en que todo el mundo debería usarlos, querrás dar un paso extra o dos basado en lo que tu tipo específico de piel necesita más. La piel seca necesita ingredientes diferentes que la piel grasa, que necesita tratamientos diferentes que la piel propensa al acné.
Por ejemplo, si tienes la piel seca, prioriza ingredientes como el ácido hialurónico para una hidratación intensa, así como las ceramidas, que ayudan a crear una barrera en la piel que evita la pérdida de hidratación. Ambos darán a la piel un bonito brillo.
Si tienes la piel grasa, el extracto de té verde reducirá el exceso de grasa y tiene propiedades antioxidantes que pueden ayudar a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres. La niacinamida puede ayudar a equilibrar la producción de sebo y reducir la aparición de rojeces.
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