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Semana 8 de embarazo

Tu bebé tiene el tamaño de un guisante.
Durante las primeras semanas, cada día que pasa es importante para la consolidación definitiva del embarazo. Si la ecografía de la semana 7 ha indicado que el corazón del bebé late y no se ha detectado ningún problema, a partir de las ocho semanas las posibilidades de sufrir un aborto espontáneo se reducen notablemente.
Desarrollo del embrión en la semana 8 de gestación
El embrión mide unos 2,5 cm. En una ecografía se puede ver como un diminuto bebé, con brazos y piernas y una cabeza muy grande en comparación al resto del cuerpo. La cola embrionaria desaparece y crecen los ojos, las orejas, la punta de la nariz, el labio superior, la retina y los párpados, dándole un aspecto más humano. En sus extremidades aparecen los codos y los surcos de los dedos de pies y manos.
Todos sus órganos mayores están ya formados, aunque tienen que seguir desarrollándose. El corazón late con fuerza –a unas 160 pulsaciones por minuto– y se diferencian las válvulas aórtica y pulmonar. El cerebro –aún una estructura hueca unida a la médula espinal– empieza a formar cinco áreas distintas: el puente, la médula y el cerebelo (que forman el cerebro posterior) y el tálamo y los dos hemisferios cerebrales (que forman el cerebro medio). Las neuronas comienzan a dividirse y funcionar. El árbol bronquial de los pulmones se divide en múltiples bronquiolos.
En la octava semana de gestación la placenta por fin asume sus funciones y comienza a suministrar al embrión el oxígeno y los nutrientes que necesita para continuar con su desarrollo. Él no para de moverse, aunque tú todavía no puedas notarlo.
Cambios en la madre en la semana 8
En la semana 8 es probable que continúes cansada, con sueño, mareada, irritable y sensible, con náuseas y dolores abdominales. Es normal; pronto las hormonas se estabilizarán y algunos de estos síntomas irán remitiendo.
Tus pechos siguen creciendo: los pezones son cada vez más grandes y la aréola más oscura. Si todavía no te habían salido, lo normal es que en esta semana te salgan en las aréolas unos pequeños bultitos llamados tubérculos de Montgomery, que no deben preocuparte.
Tu útero ya tiene el tamaño de un pomelo, así que es posible que notes que tu cintura ha ensanchado. Hazte con un sujetador cómodo que se ajuste a tu nueva talla y ropa que no te oprima la cintura.
Otro cambio que se produce en tu organismo, aunque no lo notes, es el aumento del volumen de sangre hasta en un 50%, por lo que las exigencias de hierro son mayores en esta etapa. El análisis de sangre del primer trimestre confirmará si tienes carencias de hierro y si debes tomar suplementos vitamínicos.
Es habitual que notes ganas de orinar cada vez con más frecuencia, lo que hará que necesites levantarte a media noche. Intenta no desvelarte y vuelve a la cama: se recomienda dormir entre 8 y 9 horas y, siempre que se pueda, una pequeña siesta.
Cómo cuidarte en la octava semana de embarazo
Para que tu alimentación cubra las necesidades del embrión y de tu organismo debe ser rica en hierro, calcio, yodo, zinc, ácido fólico, vitamina D y ácidos grasos omega 3. Para ello debes seguir una dieta basada en legumbres, verduras, frutas, huevos, pescados (blancos y azules), lácteos, carnes magras, cereales integrales y frutos secos. Además de los suplementos de ácido fólico y yodo, que debes seguir tomando, puede que tu médico te indique un complejo vitamínico que incluya algunos de estos nutrientes por si la dieta es insuficiente.
Prepara con precaución los alimentos: lava bien las frutas y verduras que vayas a consumir crudas y evita los alimentos sin cocinar como carnes rojas, embutidos, ahumados, patés o quesos sin pasteurizar.
Las preocupaciones pueden afectar tu sueño y causarte insomnio o problemas para conciliar el sueño. Son muchas las embarazadas que se despiertan en medio de la noche y no son capaces de volver a dormir. Si es tu caso, procura hacer ejercicio con regularidad, date una ducha de agua tibia antes de irte a la cama, escribe un diario antes de acostarte para plasmar tus sensaciones y sentimientos, lee, medita...
Las primeras pruebas del embarazo
Se recomienda que la primera visita al médico sea antes de la semana 8 de embarazo. Si aún no la has tenido, no lo dejes pasar más. En esta primera visita te harán un historial completo, registrando embarazos o abortos previos y enfermedades que puedan afectar a la gestación.
Te pesarán y te tomarán la tensión, parámetros que repetirán en cada visita para comprobar que no engordas más de lo recomendado y que tu tensión no es muy alta, lo que podría ser síntoma de preeclampsia.
Además, te harán análisis de sangre y de orina. En el de sangre te harán un hemograma completo, pruebas de Rh y test de Coombs indirecto, serologías de los principales virus que pueden afectar al embarazo (rubéola, VIH, hepatitis, citomegalovirus, toxoplasmosis), análisis de hormonas tiroideas, bioquímica y glucosa. En el de orina, valorarán posibles infecciones y controlarán glucosuria, proteinuria, bacteriuria, leucocituria y/o nitritos y hematuria.
Muchos centros hacen una primera ecografía por vía vaginal para comprobar que existe latido fetal y que el desarrollo del embrión es el adecuado para la octava semana de gestación.
Productos recomendados para la semana 8 de embarazo
Fuentes:
Kidshealth.org. Calendario del embarazo semana a semana. Revisado por el equipo médico de Nemour’s Children EE.UU. © 2023.
Plannedparenthood.org. Embarazo mes a mes. What happens in…? © 2023.
Regan, Lesley. Tu embarazo semana a semana. Editorial DK. Madrid, 2015.

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