Picniterapia: el mejor plan para disfrutar de la primavera es también al aire libre
Un pícnic en el campo o en la playa se convierte en el mejor plan de primavera en familia y con amigos. Y también en la mejor excusa para vivir una cuidada experiencia gastronómica
Puede que todavía no estés de vacaciones, pero sí está en tu mano romper la monotonía provocada por la rutina del día a día con una actividad tan espontánea como hacer un pícnic. La logística que requiere es mínima. Solo es necesario salir al campo o a la playa, incluso el verdor de un buen parque puede servir si vives en un entorno urbano. Se trata de vivir una experiencia que es relajante y está enfocada al disfrute, especialmente al de la buena comida, la buena compañía y la atención a la belleza del paisaje.
Pese a la poca planificación que requiere esta actividad, encontrarás que los pequeños detalles lo son todo. La inspiración emana tanto del paisaje con el que nos rodeamos como de la selección gastronómica que llevamos con nosotros. También, por supuesto, de los objetos que utilizamos. Una cesta de pícnic, una vajilla bonita y colorida y un foulard a juego para extender sobre la hierba o la arena transforman la experiencia y la llenan de emociones positivas.
Un pícnic en el campo
Si vas al campo, las flores y los árboles son un elemento imprescindible. A juego con el paisaje, una vajilla de melamina es versátil y resistente para exteriores, y puede estar delicadamente decorada con motivos que añaden su pizca de romanticismo. Un elemento instagrameable al que se le suman otros casi icónicos como una elegante cesta con el menaje necesario para cuatro personas (sin olvidar algo tan importante como el sacacorchos), unos cojines bordados para descansar tranquilamente y detalles especiales como una tabla de cortar bonita.
Un toque gourmet (y campestre)
Un pícnic es, ante todo, una experiencia gastronómica. Por lo tanto, es más que apropiado apostar por caprichos y sabores propios de pequeñas delicatessen, como las que hemos encontrado en el Club del Gourmet de El Corte Inglés. El picoteo elevado a su expresión más exquisita con una selección de productos que va desde una paleta de bellota 100% ibérica, a una dulce tarta de queso Etxenike, sin olvidar, por supuesto, una botella de vino blanco ecológico AA Tallarol.
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Un pícnic en la playa
Si tienes la suerte de vivir cerca de la playa, no esperes a que sea temporada alta y esté abarrotada. Ahora es el mejor momento para sacar partido a sus increíbles parajes y a la visión del horizonte al atardecer. Un juego de vajilla de melamina, fácil de lavar y resistente, es el mejor complemento sobre una preciosa toalla pareo para extender sobre la arena. Apuesta por las clásicas rayas marineras como hilo conductor, haciendo juego entre los platos y motivos del mar inesperados y divertidos.
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Mucho más que sabor a mar
Es de sobra conocido el hecho de que la playa abre el apetito. Y no hay además mejor entorno para entregarse a alimentos frescos, con toques ácidos, especiales. Esta selección gourmet lo atestigua. La hidratación viene de mano de una bebida infusionada de mandarina, unos pistachos tostados al limón y sal marina abren el apetito, y bocados como un queso gouda con trufa o unas anchoas del Cantábrico en AOVE continúan mejorando la experiencia. Nunca un día de playa dejó mejor sabor de boca.
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