Puzzles ¡Descubre sus beneficios!

Si vuestros hijos son unos forofos de los puzles y se pasan horas entretenidos, buscando la pieza que necesitan para completarlo ¡enhorabuena! Pocos juegos existen tan didácticos y recomendables como los puzles.
De hecho, la Universidad de Chicago realizó, hace algunos años, un estudio en el que consiguió demostrar científicamente, todos los beneficios que supone jugar con estos. Tras varios estudios, comprobaron que los niños de entre 2 y 4 años que jugaban con puzles, desarrollaban mejores habilidades espaciales y cognitivas.
Por eso, y también porque son muy entretenidos. Es más que recomendable que animéis a vuestros hijos a montar puzles y los hagáis con ellos; de este modo, además de pasar un buen rato en familia, fomentaréis hábitos y cualidades muy importantes en su desarrollo cognitivo dadas ciertas características:
- Fomentan su capacidad de observación y exploración.
- Aumenta su capacidad de atención y concentración.
- Les ayuda a autocontrolarse y reflexionar.
- Mejora su razonamiento perceptivo y su habilidad para resolver problemas.
- Desarrollan su visión viso-motora (la comunicación mano-ojo).
- También desarrollan su capacidad motora fina, al tener que colocar piezas pequeñas con habilidad y precisión.
- Les ayuda a organizar la información y los conceptos de su alrededor.
- Mejora su autoestima y motivación, cuando consiguen terminarlos.
Como veréis, los puzles son un juego perfecto para proporcionarles ocio de calidad. Además, montar montarlos mejora su lógica y su lenguaje, les fomenta la capacidad de superar desafíos, tolerar las dificultades y aprenden a trabajar en equipo si les acostumbráis a hacerlo en familia.
Pero si hay algo fundamental para inculcarles la afición por los puzles, es ¡jugar con ellos!
Es importante, que sobre todo al principio, les ayudéis e instruyáis en la mejor forma de enfrentarse a ellos. Si les indicáis que empiecen localizando las piezas con un lado liso, con las que podrán construir el marco, les ayudaréis a tener un punto de partida y que les resulte mucho más sencillo.
Pero lo fundamental para que les guste el mundo de los puzles es elegir el adecuado a su edad:
- Para bebés: Los más pequeños, como es obvio, no se podrán enfrentar a puzles propiamente dichos, pero sin embargo pueden empezar a jugar con cubos rompecabezas.
- De dos a tres años: Un puzle de 4 a 6 piezas puede ser perfecto para ellos, solo debéis dejarle el modelo inicial para fijarse e intentará replicarlo con exactitud.
- De tres a cinco: Con esta edad ya pueden atreverse con puzles de 12 a 22 piezas. Con este número de piezas podremos encontrar muchos con temáticas de números o letras, que además les ayudarán a repasar estos conceptos.
- De cinco a diez: Los más mayorcitos pueden probar con puzles más grandes e ir aumentando su tamaño y dificultad según los vayan superando.
- A partir de los diez años pueden empezar con puzles muy complejos e incluso probar con los que están en 3D.
Como habréis visto hay puzles de todo y para todos, y sus beneficios son innumerables en el desarrollo cognitivo de grandes y pequeños por eso os recomendamos que… ¡elijáis el vuestro!

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