48 horas con el robot aspirador Dyson 360 Eye
Los robots de limpieza se han popularizado durante los últimos años, y no es de extrañar, teniendo en cuenta el poco tiempo libre que tenemos en nuestra vida y lo poco apetecible que resulta ponerse a pasar la aspiradora al llegar de la oficina.
En lugar de eso, los robots de limpieza nos dan la satisfacción de volver a casa, abrir la puerta, y encontrarlo todo limpio. En este artículo valoramos el robot aspirador Dyson 360 Eye con nuestras experiencias después de 48 horas de uso.
Apariencia de producto
En la caja vienen cuatro objetos bien diferenciados:
- el robot, montado;
- el puerto de carga;
- el cargador;
- un extenso manual de instrucciones (en varios idiomas, castellano incluido).
Lo primero que nos llama la atención del robot es el tamaño. Frente a otros modelos más planos, el Dyson 360 Eye mide 12 cm de alto y nos mira con su ojo central.
En la siguiente fotografía podemos ver el lateral del dispositivo, donde una ranura (hay otra igual al otro lado) nos permite agarrar el robot para levantarlo del suelo.
A cada lado dispone de unas ruedas de tipo tanque similares a las del robot Wall-E (o Número 5 si tenemos más edad) que lo desplazan por la casa. En su parte inferior, además de estas ruedas, vemos el rodillo, el puerto de carga y una rueda de apoyo frontal que lo mantiene equilibrado.
Desde la parte trasera, casi a ras de suelo, podemos ver la salida del filtro y la cámara central 360º que ayuda al robot a guiarse.
En la parte frontal, desmontado en la fotografía, podemos ver el depósito y los sensores ópticos frontales, así como la cámara superior de nuevo:
Uso rápido: la facilidad de un solo botón
Da gusto que el robot disponga, para su uso rápido, de un único botón en la parte superior. Basta con pulsar el botón para que el robot se ponga a limpiar:
- Toda la casa, si lo encendemos sobre su puerto de carga.
- Lo que dé la batería, si lo encendemos fuera del mismo.
El tiempo de carga de la batería es de unas 2h y 45 minutos según el fabricante, cantidad que hemos comprobado, así como el tiempo de funcionamiento de 45 minutos. En nuestro caso, el primer mapeado llevó cerca de 55 minutos, y el robot necesitó hacer una parada para cargar.
Este mapeado funciona tanto por vista —su cámara de visión inteligente reconoce las formas cercanas tales como paredes, muebles o esquinas— como mediante ligeros toques si el mueble está elevado. De ese modo la aspiradora va haciéndose una idea de cómo de grande es la casa y del recorrido óptimo.
Para casas muy grandes es posible que el robot necesite varias cargas, por lo que lo ideal es programarlo para cuando salgamos de casa.
Programar limpiezas desde el móvil
Sin embargo, el botón de inicio y pausa es tan solo la punta del iceberg de la funcionalidad del robot aspirador Dyson 360 Eye. Gracias a su aplicación Dyson Link (disponible para iOS y Android) podremos controlar este y otros dispositivos de la marca a distancia.
La instalación es sencilla y la app nos guía (en castellano) por todos los puntos necesarios para enlazar nuestra máquina a la cuenta, conectar con el WiFi y programar limpiezas.
Las limpiezas programadas son uno de los puntos fuertes del dispositivo, ya que podremos limpiar la casa sin estar presentes.
Estas limpiezas nos muestran, también, el recorrido del robot, que nosotros bautizamos con el nombre de Ojazos.
Localizando solo el puerto de carga
Podemos instalar el puerto de carga en cualquier enchufe de la casa, independientemente de que el puerto de carga esté junto a ese enchufe. En la fotografía se ve cómo queda todo el montaje. Un plug&play sin ningún tipo de dificultad, para colocarlo allá donde queramos.
El puerto de carga consiste en dos puntos de contacto —no, no dan corriente si las tocas con las manos— al que el robot se acerca una vez que ha terminado o cuando necesita cargarse.
En el uso del dispositivo nos damos cuenta de que nada ha sido dejado al azar. Ni siquiera el modo en que el cable puede mantenerse enrollado sin quedar suelto mediante un pequeño marco plástico.
Limpieza y desmontaje
El robot está pensado para que su limpieza sea sencilla. Desmontarlo, al menos en los elementos clave para su limpieza, es muy fácil. Aunque resulta intuitivo, tendremos las instrucciones que nos ayudarán no solo a saber cómo se abre, sino a saber cómo limpiar el filtro reutilizable.
Ponemos a prueba al robot
Para verificar la facilidad de uso de este robot frente a otros modelos, hemos puesto a prueba al robot aspirador Dyson 360 Eye en diferentes casos:
Cuerda en el suelo
Una de las primeras advertencias del manual es que lo primero que hay que hacer antes de poner el robot en marcha es retirar aquellos objetos del suelo que puedan impedir su funcionamiento. Según hemos leído esto nos hemos preguntado: ¿y si dejamos ahí unos pocos y vemos qué sucede? A fin de cuentas, puede darse la situación en que se nos haya caído, por ejemplo, un bolígrafo al suelo y no nos hayamos dado cuenta.
Así que hemos colocado una cuerda de persiana en el suelo, y hemos dejado que el robot se acerque y se la trague. Lo que ocurre es que a los pocos segundos, sin dañar la cuerda ni tirar de ella, el robot se para y muestra dos franjas iluminadas en su botón. Le damos la vuelta, y encontramos esto:
Un nudo que, a primera vista, parece imposible de solucionar sin unas tijeras. Sin embargo, el robot se ha detenido a tiempo. Ha dejado de succionar o de dar vueltas al rodillo, y basta con tirar suavemente del hilo para que el rodillo, sin ofrecer resistencia, libere el hilo. Prueba superada.
Objetos de distinto tamaño en el suelo
Cuando el robot se encuentra con objetos muy pequeños (canicas, pinzas o folios arrugados en forma de bola) simplemente los empuja. En el caso de las pinzas, las succiona unos segundos y, al ver que no puede con ellas, detiene el aspirado, avanza unos centímetros y sigue adelante.
Sin embargo, cuando topa con zapatillas, vasos o, por ejemplo, botes de crema, el robot se detiene como si de una pata de mesa se tratase. Frena, gira un poco, y sigue aspirando.
Cambiar el mobiliario de lugar
El robot tarda un tiempo en trazar un mapa del suelo, pero una vez que lo ha hecho avanza más rápido. ¿Qué ocurre cuando cambiamos una silla de sitio y la ponemos justo en el camino del puerto de carga?
Aunque pensábamos que se quedaría bloqueado, el robot busca alternativas. Detecta que la silla está en su camino, y gira ligeramente en una y otra dirección hasta que encuentra la ruta posible. Cuando sale y vuelve a limpiar, evita la silla si está, aunque detecta el vacío si ya la hemos quitado.
Bloqueamos completamente su camino
En una siguiente prueba, mandamos al robot a aspirar y colocamos varias sillas de modo que resulta imposible volver para cargarse. ¿El resultado? No las empuja ni da golpes. Simplemente se detiene y manda un aviso a nuestro móvil:
Desorientar al robot
Para ponerle realmente a prueba, y una vez que ha escaneado toda la casa, hemos cogido al robot y lo hemos girado, solo para volver a colocarlo en el suelo. En pocos segundos detecta dónde está, y sigue como si nada.
Siguiendo con esta prueba, lo hemos colocado en otro punto de la habitación, tras lo que ha chocado contra un sillón y contra una pared antes de orientarse en menos de un minuto —y seguir aspirando—.
En una tercera prueba lo hemos colocado en otra habitación, y ha tardado cerca de minuto y medio en orientarse. Pero lo ha hecho, y con éxito. De modo que no debemos preocuparnos si lo levantamos por accidente. El robot no se pierde.
Impresión general tras 48 horas de uso
Después de 48 horas de uso —tanto normal como poniendo pequeñas pruebas al robot que imiten distintos escenarios posibles— nos quedamos con las siguientes impresiones.
En primer lugar destacamos la limpieza del suelo después de usar este robot de limpieza. No solo no tiene nada que envidiar a la aspiradora tradicional, sino que el acabado es mejor —y el esfuerzo por nuestra parte, cero—.
Además, hace menos ruido que una aspiradora manual, y se limpia más fácilmente. Eso, junto a su reducido tamaño y la posibilidad de programarla desde el propio smartphone nos han parecido sus puntos fuertes.
Hay otros, como la gran capacidad de succión, gracias a la cual no araña los rodapiés, o la alta velocidad de limpieza. Esto es especialmente útil para aquellos que trabajamos en casa y salimos a comprar o a hacer ejercicio pero pasamos mucho tiempo en casa.
Junto a estos puntos añadimos otros tres puntos que no suelen valorarse: la superación de distintas pruebas destinadas a entorpecer su funcionamiento, la atención del servicio postventa y que todos los manuales sean claros y estén en castellano.
La experiencia con el robot aspirador Dyson 360 Eye ha sido muy positiva.
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