Las mejores vinotecas: un paso más allá del clásico botellero de casa

La función de la vinoteca es doble. Por un lado, las botellas, abiertas o vacías, se conservan durante más tiempo y en mejor estado que sobre una balda de la despensa (donde pueden picarse con mayor facilidad) o en la nevera (donde el frío puede resultar excesivo). Solo con una vinoteca el sabor de un vino se disfruta en su plenitud.

La segunda función de una vinoteca es ejercer como armario expositor. Gracias a sus puertas de cristal y la posibilidad de iluminar tenuemente su interior, la vinoteca se convierte en un elemento más de la decoración del hogar. Uno que habla de nuestros gustos y aficiones, tanto como pueden hacerlo los volúmenes de una librería.

Las ventajas de poseer una vinoteca se pueden enumerar de la siguiente forma:

• Los vinos se conservan en mejor estado. Puesto que una vinoteca puede regular aspectos como la temperatura, la humedad e incluso la circulación de aire regulados, las botellas aguantan mucho más tiempo.
• El almacenamiento horizontal mejora su conservación a largo plazo. Dado que las botellas se almacenan tumbadas en lugar de boca arriba como en un armario convencional, los corchos no se resecan, haciendo más difícil que entre aire al interior y el vino se pique.
• Potencian el diseño de las cocinas modernas. Gracias a su cuidada estética, se convierten en un punto focal de la estancia. Además, encontraremos vinotecas integrables en módulos y frentes de armarios, igual que sucede con hornos y frigoríficos.
• Se pueden instalar en cualquier lugar. Aunque suelen montarse en la cocina, las vinotecas solo requieren una conexión a la corriente para funcionar, por lo que también se pueden instalar con facilidad en habitaciones como salones y, naturalmente, bodegas.

Tratándose de unos aparatos dirigidos a un público con gustos tremendamente personales, las vinotecas se pueden encontrar en multitud de tamaños y configuraciones para abarcar todos los apetitos y necesidades imaginables. Estas son algunos de los tipos más habituales:

• Vinotecas con control modular de la temperatura: Muchos modelos de vinoteca, generalmente aquellos de mayor tamaño, ofrecen la posibilidad de regular la temperatura por la altura de sus baldas. De esta forma es posible conservar diferentes tipos de vinos al punto adecuado para su disfrute sin tener que enfriarlos ni esperar a que se atemperen.
• Vinotecas de bajo consumo: La mayoría de las vinotecas tienen una clasificación energética de F o G. No obstante, algunos modelos de lujo brindan un nivel de eficiencia E, consumiendo menos energía.
• Vinotecas de gran capacidad: Más grandes que el habitual módulo bajo de 60 cm, estas vinotecas adquieren las dimensiones de un armario pequeño (o incluso un frigorífico), pudiendo conservar y exponer más de 100 botellas. Estos muebles suelen poseer zonas de temperatura diferenciada y baldas inclinadas para mostrar mejor las etiquetas de nuestras botellas más preciadas.
• Vinotecas integrables: Pensadas para ser montadas en módulos de cocina estándar, estas vinotecas se instalan exactamente igual que un horno. Su acabado es muy elegante (las hay con molduras blancas, en acero o diseñadas para aceptar las mismas maderas que los muebles de la cocina) y pueden hacer menos ruido.
• Vinotecas con funciones adicionales: Algunos modelos de lujo incorporan espacios específicos para refrescos e incluso módulos congeladores independientes, por lo que es posible realizar instalaciones side by side de torre frigorífica a un lado y congelador con vinoteca en el otro.